La música siempre fluye si eres buen músico; si no lo eres, simplemente no pasa nada: Eblen Macari

Silvia Márquez / Toluca

Minutos después de la conferencia de prensa para anunciar su concierto en Toluca, IMPULSO conversó con Eblén Macari, exponente mexicano de música caracterizada por la fusión y el rescate de sonidos tradicionales de México y el mundo.

¿Cuál es la pertinencia de los ritmos étnicos en la música postmoderna?

La música contemporánea tuvo un bache entre los sesenta y ochenta, muy poca gente entendía. Cuando íbamos a estudiar composición, hacíamos una música que ni a nosotros nos gustaba. Afortunadamente hace 15 años, la música contemporánea tomó otro rumbo. Ahora los festivales se hacen públicos para que toda la gente pueda tener acceso a la música. La música que nosotros hacemos puede ser para gente mayor, para niños, adultos, para cualquiera ya que con el uso de una percusión rítmica hay un gran acceso. Si hace 15 años se tocaba en puras salas de concierto, hoy estamos en zócalos, en plazas, en la calle, con la gente y eso es muy estimulante.

Cuénteme de la influencia del Líbano en tu música

En general soy un compositor que escribe música desde hace muchos años y últimamente hemos tenido esa influencia por la parte de los alientos. Jesús Cuevas tiene mucha influencia del Medio Oriente, no solamente del Líbano, sino también de Turquía o el norte de África.

¿Cómo empezaste a componer? ¿A qué sonaba tu música en un principio?

Tengo 35 años componiendo, he pasado por muchas etapas. Empecé a hacer canciones, tocar rock, hacer música para las películas y documentales, música experimental, he seguido muchos procesos.

¿Entonces fue difícil encontrar el camino para llegar a lo que haces ahora?

No fue difícil, fue natural. Lo que hago ahora es una música más natural, más directa.

Suena interesante que varios músicos se unan en una sola idea. ¿Cómo funciona este trío?

Es un trío muy especial porque convivimos generaciones diferentes, parece que somos el abuelo, el padre y el hijo en escena y eso es muy agradable para el público. Mi hijo toca desde los 9 años y eso es muy bueno porque siendo tan joven ya ha podido criarse profesionalmente, con giras fuera del país o con discos.

¿Qué esperas del público de Toluca y cuál es la diferencia de los públicos en diversas partes del mundo?

Ya hemos tocado aquí con muy buena respuesta. Tocamos en la Villanueva hace dos años, hemos estado en Quimera, en los municipios del Estado, el festival de mayo del Centro Cultural Mexiquense y todo ha sido con muy buena respuesta. En sí el público es muy receptivo en todas partes. A la gente le gusta escuchar música de una manera más relajada. La sala de conciertos muchas veces es un poquito tensa, pero cuando se hace un concierto de este tipo es más directa la experiencia y la gente se siente menos cohibida.

En tu propuesta se habla mucho de las fusiones, de que no hay música pura. ¿Cuál es el riesgo de ser la fusión de la fusión?

A veces la música se forma de pastiches. No es tan fácil decir que vamos a fusionar música de la India con música mexicana. Sí tiene su riesgo, pero si estás en la música se puede hacer. Nuestra experiencia ha sido diferente; por ejemplo la semana pasada tocamos con muchos músicos con los que no tenemos mucho roce, en Líbano tocamos con una orquesta libanesa y nos fue muy bien. La mezcla siempre fluye si eres músico; si no eres buen músico simplemente no pasa nada.

¿Qué sigue de este concierto en Toluca?

Tocaremos en Valle de Bravo el 30 de octubre en el Festival de las Almas. El próximo año tendremos una gira en el norte del país y para el verano queremos hacer una buena gira a Canadá, a los festivales del British Colombia y también buscarle por Montreal porque es un buen escaparate para el tipo de música que hacemos, allá están muy bien desarrollados los festivales de World Music.