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IMPULSO Estado de México || Sección Cultural

SILENCIOS ESTEREOFÓNICOS

SILENCIOS ESTEREOFÓNICOS

Los Piojos en el camino de la "Civilización", no sin antes transitar por senderos iluminados de conocimiento

Por: Félix Morriña

Seguramente ustedes han oído hablar de una agrupación argentina de culto llamada Los Piojos. Si no lo recuerda se trata de un sexteto musical conformado por el compositor, armoniquista, guitarrista y tecladista Andrés Ciro Martínez; el guitarrista Gustavo Kupinski; el seis cuerdas y corista Daniel Fernández; el bajista y corista Miguel Rodríguez; el baterista Sebastián Cardero y el percusionista Facundo "Changuito" Farías Gómez, quienes han sido parte importante de la historia sonora del país del cono sur al lado de Luis Alberto Spinetta, León Gieco, Charly García, Fito Páez y Pappo, entre otros.

Los Piojos vienen siendo para México una especie de Alejandro Lora y El Tri en su mejor faceta, o mejor dicho, cuando se hacían llamar Tree Souls In My Mind, hace más de tres décadas, es decir, cuando eran trascendentes e importantes para todos los melómanos mexicanos.

Y ya que mencionamos a Alejandro Lora y compañía, déjenme decirles que la remera (playera o lima) que usted ve en la foto del cantante de Los Piojos, Ciro, con la imagen de la Virgen de Guadalupe, se la regaló el gritante de El Tri cuando la banda mexicana estuvo de gira por Argentina en donde coincidieron en un concierto masivo. Hicieron migas y se entendieron más allá de lo esperado.

Incluso, Ciro dijo que fue a la Basílica de Guadalupe en la capital mexicana para darle gracias a la Morenita Latinoamericana por darle la oportunidad de visitarla y rendirle pleitesía junto a su agrupación.

Los Piojos son fundamentales en Argentina y allende sus fronteras, al grado de que cada vez que hay un concierto masivo, la ciudad en turno se paraliza y suceden cosas místicas memorables para los presentes.

Desafortunadamente, una agrupación tan importante como Los Piojos en la lengua de Cervantes no es conocida en México como debiera, gracias a que nadie se había atrevido a invitarlos a tocar por acá en una gira nacional. Son conocidos sólo entre los melómanos mexicanos seguidores de la música argentina en el género rock sudamericano, o lo que es lo mismo, sólo entre los conocedores y ávidos de buena música.

Lo mismo pasa con otra agrupación como Divididos, quienes tampoco son conocidos en el país y son tan bonérrimos como Los Piojos, pero de ellos hablaremos en otra ocasión.

Los Piojos vinieron a tocar en la edición del Festival Vive Latino 2007, después de casi 20 años de no hacerlo, por las razones antes mencionadas. La primera vez tocaron en un galerón en el centro de la Ciudad de México allá por 1988 sin éxito alguno, gracias a la pésima organización de los promotores y a un sistema de sonido en malas condiciones. También porque tenían poco de haberse formado y aquí no supieron apreciar su potencial.

Ya en el Vive Latino de este año, Andrés Ciro Martínez y compañía tuvieron la respuesta esperada ante miles de seguidores argentinos que radican en México y cientos de connacionales que saben de ellos. Lástima que hayan tocado en un escenario secundario por espacio de menos de una hora y no en el más importante, pero seguro estoy que el año que viene estarán programados en el escenario principal.

Ustedes se preguntarán el motivo por el cual estoy hablando de ellos y de su presentación en México después de tantos años y después de dos meses de haberse celebrado del Festival Vive Latino donde actuaron. La respuesta es sencilla: Los Piojos estarán sacando al mercado discográfico su nueva producción titulada "Civilización", el próximo 7 de agosto del presente año.

Se espera que dicho disco salga al mercado mexicano casi igual que en su tierra natal, adelantó el líder de la banda durante una entrevista después de su presentación en el mencionado festival musical. Agregó que contendrá 13 canciones de una estructura que regresará al estilo clásico de la agrupación, interprétese esto como el regreso a la raíz sonora de Los Piojos, sin tanta experimentación como en otros discos suyos.

De hecho, han estado tocando algunas piezas en los conciertos recientes y habrá una gira por distintos países para promoverlo. Hasta donde tengo conocimiento, la agrupación argentina vendrá a México antes de finalizar el año para explotar su potencial y para que los mexicanos se convenzan del nivel que poseen.

Los Piojos tienen grabados hasta el momento "Chac tu Chac" (1992), "Ay, ay, ay" (1994), "Tercer Arco" (1996), "Azul" (1998), "Ritual" (1999), "Verde paisaje del infierno" (2000), "Huracanes en luna plateada" (2002) y "Máquina de sangre" (2003), todos muy recomendables y dignos de toda fonoteca respetable.

Si todavía no se convence del potencial de Los Piojos, deberá recordar que esta banda ha hecho uno de los más memorables homenajes en vida al astro argentino del fútbol, Diego Armando Maradona (quien es su compadre), con la canción ‘Maradó, Maradó’, esa donde indica: "Dicen que escapó de un sueño, en casi, su mejor gambeta; que ni los sueños respeta, tan lleno va de coraje, sin demasiado ropaje, y sin ninguna careta. Dicen que escapó este mozo, del sueño de los sin jeta; que a los poderosos reta y ataca a los más villanos, sin más armas en la mano, que un 10 en su camiseta".

También hay otra canción de Los Piojos que es una de las más conocidas en el rock en español, ‘Desde lejos no se ve’, la cual es normalmente tocada al inicio de los conciertos para invitar a la raza entrarle a la Piojera (baile club). Hay otra rola que provocó euforia durante su actuación en el Foro Sol en el Vive Latino: ‘Como Alí’, un claro homenaje ritualístico sobre ese icono boxístico campeón mundial ("… Tengo los dedos supersensitivos, tengo los ojos de Darín. Y en esta danza soy rey sin corona, y en esta danza que no tiene fin, yo voy saltando sin par, voy a quedar, voy a quedar como Alí…").

Cabe destacar que Ciro tiene una capacidad histriónica sobre el escenario que lo hace una de las figuras representativas del rock, al grado de que una vez que lo observas no olvidas jamás que se trata de Los Piojos. Si tienes dudas, te sugiero que compres el video sobre la agrupación que ya puedes conseguir en cualquier tienda de discos.

Hay una canción de Los Piojos que a todo recién nacido en el mundo le vendría bien escuchar cantada de sus progenitores como bienvenida a este agridulce mundo. Se llama ‘Canción de cuna’, incluida en el disco "Máquina de sangre". He aquí la bella letra de Ciro y la música de sus hermanos:

"Quiero que te duermas como un Sol, que se acuesta en un campo de trigo. Tengo aquí en mi pecho un corazón, igualito al hueco de tu ombligo. ¿Sabes quién temblaba, cuando ibas a nacer? ¿Sabes qué pensé, que por ahí no ibas a poder? ¿Sabes quién te puso en el pecho de mamá?, oooooh.

"Debe ser que me pediste un día una canción, que fuera del corazón, ahí te va. Vamos a correr un rato que hay tiempo nomás, hay tiempo nomás, todo el tiempo. Nunca nadie me dio tanta luz, para nadie fui tan importante, nunca quise ver tan lejos al dolor, con verte crecer tengo bastante. Dientes asomando y dibujos en la piel, todas las mañanas mi motor vos encendés, mil relojes no marcan las horas como vos, ¡oooooh!

"Debe ser que me pediste un día una canción, que fuera del corazón, ahí te va. Vamos a correr un rato que hay tiempo nomás, hay tiempo nomás, todo el tiempo. Vamos a besar la nieve y vamos a volar, vamos a besar este cielo. Nada, nada, nunca nos va a separar, somos una llama en el invierno.

"LE PEDÍ AL SEÑOR QUE ME DIERA UN AMOR, NUNCA PENSÉ SERÍA TAN PROFUNDO… Gracias, hija".

Bueno, amigos, a esperar el nuevo disco de Los Piojos. Espero les haya servido y motivado esta columna. Los que tienen hijos, sin duda saben de qué hablo. Hasta la siguiente emoción.

1 comentario

Marcelo -

hola Félix Morriña muy buen informe, me alegro por los piojos q saquen discos en mexico, se lo merecian, ademas son una banda de aquellas aca en argentina.
igual queria recalcar q el tema "Como alì" no habla del boxeo, ese tema trata de una droga q esta muy de moda en argentina, es el extasis. mira leela bien y fijate.

Chau chau