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IMPULSO Estado de México || Sección Cultural

La alquimia artística de Paul Achar

El artista plástico y subastador, en entrevista con IMPULSO, relató sus experiencias dentro del mundo del arte en México

Por: Silvia Márquez / Cuernavaca, Morelos

Segunda y última parte

Paul Achar define a Paul Achar como "una persona que se dedica a la plástica, le gusta dar todo porque no tiene nada. Es una persona que le encuentra a cada momento algo para capturarlo y dejarlo en el cajón de sus recuerdos".

El pintor de los mil amigos, como lo llaman algunos, inició con el dibujo en su época como estudiante, en donde, a raíz de un problema de déficit de atención, durante las clases caricaturizaba a sus maestros. Ese fue el primer paso en el largo camino que lo llevaría a terrenos plásticos.

"Después empecé a ir con maestros, a hacer algo de paisaje, bodegones, dibujo profesionalmente y pude hacer una exposición de todo mi trabajo; a partir de esa exposición me dediqué al 100% a la pintura al grado que dejé la escuela. Tenía un negocio de pinturas y atrás puse mi taller para ponerme a trabajar. Conforme fui evolucionando dentro de la plástica dejé las cosas que hacer hasta quedar solamente en el arte, de hecho, estoy sobreviviendo de mi trabajo plástico desde hace 15 años" dijo Achar.

Con una trayectoria de 20 años, Paul aún se reconoce como un pintor joven. En sus inicios contó con el apoyó de maestros como Oscar Mariño, Angel Borboa (alumno de Siqueiros) y David Toledo.

"Cuando empecé a exponer me fue bien. Comencé a vender mi obra en México y en el extranjero. Hubo una temporada en la que una galería de Los Ángeles me compraba todo. Era maravilloso porque llegaba la señora y me compraba varias obras, pero había una persona que trinaba porque decía que mi obra era caricatura, que no tenía peso plástico y lo más divertido es que esta señora era uno de los corredores de arte más importantes de Los Ángeles".

El éxito de su obra no depende de la buena suerte, sino del toque de originalidad que Paul plasma en cada lienzo. "Si algo ha distinguido siempre a mi trabajo es que es fresco, que no le copia a nadie, ni a mí mismo. Yo hago una serie, se termina y le digo adiós. Uno de mis artistas predilectos ha sido Picasso porque fue uno de los pintores más completos aun cuando hay algunos que han tenido vidas más trágicas, pocos han logrado cerrar el círculo como lo hizo Picasso".

‘Poses’…

El ámbito artístico mexicano se ha visto inundado de manifestaciones "artísticas" que ofrecen propuestas huecas o más bien hacen recordar las copias y reproducciones. Conciente de eso, Paul dice tajante que él no es un artista "de pose".

"El 90% de los artistas que conozco son artistas de pose que retoman las poses de otros artistas. Agarran a cualquiera como una bandera y eso no es ser artista. El ponerte un sombrero del Che, dejarte la barba larga o el ser desaliñado no te hace ser artista".

Para Achar ser artista es un estilo de vida "que se trata de cómo te relacionas con tu trabajo plástico, con tus colegas dentro de la plástica y qué comunicación tienes con tu obra y la demás gente. Yo creo que un verdadero artista es aquel que comunica a sí mismo la parte interna que está en los demás, aquellos que no se copian y que siguen evolucionando".

En el camino es fácil perderse. El fantasma del comercialismo persigue a muchos, por lo que Paul Achar dice que al toparse con este tipo de situaciones enfrenta a sus amigos diciéndoles "la diferencia entre tú y yo es muy simple, tú pintas para comer y yo como para pintar".

"Mi obra es generalmente obra personal, no te digo que no hago obra comercial pero la hago cuando veo que las cosas se aprietan. En algún momento de mi carrera plástica encontré la veta, uno de mis maestros fue alumno de Siqueiros y retomando ‘La marcha de la humanidad’ hacíamos una variación que se vendía muy bien, de hecho en mi casa me regañaron cuando dejé de pintarlo pero les dije ‘no, se acabó la producción yo tengo que seguir evolucionando’. Mi obra va cambiando y va adquiriendo más fuerza, carácter y soltura; llega un momento en el que ya juegas con lo que conoces. Santos Balmori dijo alguna vez que ‘hay que conocer perfectamente cómo hacer una composición para después olvidarte de ella’".

Para el pintor, quien conoce el mundo comercial al estar en contacto con las subastas de arte, "en México se venden las firmas. Desgraciadamente permear dentro de los escalafones de la firma no es sencillo y menos cuando traes un nivel de propuesta", dice Paul, quien después de cinco años de tener las puertas cerradas del Museo-Taller "Luis Nishizawa" se ha encontrado con una propuesta para exponer en ese espacio de la capital del Estado de México.

"Lo recuerdo y me da mucha risa, años antes me batearon de la forma más hermosa que hay y el día de hoy me invitaron a exponer. A la directora le gustó mucho una obra mía y me invitó, dijo que no conocía mi obra y seguramente no la conocía porque ni siquiera vio la carpeta. Desgraciadamente hice algo que no se debe de hacer, llegué recomendado y yo creo que le molestó eso".

…y becas

Hasta el día de hoy, Paul Achar no ha recibido alguna beca. Parte por la desilusión y parte por las decisiones propias, el pintor ve el panorama lleno de trampas, "de gente que no tiene ni que hacer ahí, pero su papá, su tío, su amigo, es el que está encargado del Conaculta. La mayoría de las becas que se otorgan no se dan a quien debería de tenerlas. Aunque dicen que no, sí llegan por nepotismo. A mi me tocó que una persona me invitara a una Bienal Internacional y me dijo que con el simple hecho de participar quedaba en un buen lugar, pero nada más por eso decidí no participar siendo que llevaba 10 años participando".

Para Paul "una beca tiene dos partes, la positiva para los verdaderos creadores y la negativa para los baquetones. Ahí es donde nos damos cuenta de quién es creador y quien no. Hay becas que fueron entregadas vitalicias a gente que ni siquiera está en la plástica, a gente que se dedica a otras cosas, sólo porque tenían un apellido conocido".

Proyectos: exposición en territorio español

La exposición sobre la que está trabajando Paul Achar es una que enlaza los diferentes estados de ánimo, representados de una manera muy propia del pintor.

El contacto con el país ibérico se logró porque hace cuatro años Paul acudió como invitado por el gobierno español a una exposición colectiva. "Les agradó mucho mi trabajo, me dijeron que tenía las puertas abiertas para exponer cuando yo quisiera, de hecho querían que me quedara a trabajar allá pero no era el momento de hacerlo. Regresé a México y me puse en contacto con ellos para ver si era cierto si estaba abierta la puerta o no y en el primer acercamiento me dijeron que sí, que nada más pidiera una fecha con un año de anticipación y así lo hice".

Se presentarán 25 piezas, una serie con un el tema de los estados de ánimo elegido por el propio artista. "Estoy desarrollando una técnica mixta con algo de textura, pigmentos naturales, óleos y acrílicos. Jugando con eso encontré que podía desarrollar mucha expresividad en los rostros del ser humano que me dejara ver los estados de ánimo, junto con los propios".

La fecha de la muestra aún está por confirmarse, pero los lugares en los que se podrá admirar la obra de Paul Achar son Huelva, Cádiz y Sevilla.

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