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IMPULSO Estado de México || Sección Cultural

Joven actor muere en escena

Joven actor muere en escena

Molière muere en la cuarta representación de "El enfermo imaginario"; La Biznaga Teatro reconstruye al momento en su espectáculo "Molière hipocondriaco"

 

Por: Silvia Márquez / Toluca

 

Poco a poco la luz se enciende y los recuerdos comienzan a correr. En 1647 un joven Molière se vio débil frente a la plaza pública de Tolosa durante la representación de "El médico fingido" actuando el papel del médico Sganerede.

Años más tarde, justamente el 15 de septiembre de 1665, se presentó ante el rey con su obra "El amor médico", que tardó cinco días en escribir, ensayar y representar.

El 17 de febrero de 1673, la muerte alcanzó casi sobre el escenario al dramaturgo y actor Jean Baptiste Poquelin, conocido como Molière, recordado en toda Francia por sus farsas cómicas que lo hicieran célebre enemigo de los hombres de autoridad. "El enfermo imaginario", en su cuarta representación, fue la obra que lo despidió.

Siglos después, La Biznaga Teatro, compañía de la ciudad de México, reconstruyó los momentos antes descritos en su espectáculo "Molière hipocondriaco". La obra de Arnaud Charpentier y Fermín Zúñiga, escrita en el 2005, se presentó el pasado miércoles en la Sala "Felipe Villanueva" de Toluca.

El despliege actoral de Miguel Ángel Ortíz (Molière), Ofelia Córdova (Armande) y Arnaud Charpentier (La Grange), hicieron que en poco más de hora y media el público de este ciudad disfrutara de la magia del teatro dentro del teatro, ya que en "Molière hipocondriaco" los actores representan a otros actores que a su vez tienen que interpretar diversos personajes.

 

SURGE LA IDEA

Al final de la obra, IMPULSO conversó con Arnaud Charpentier, actor, escritor y director de la puesta, quien explicó que "Molière hipocondriaco" nació hace dos años con el apoyo de la Embajada de Francia, el Instituto Francés de América Latina (IFAL), la Federación de Alianzas Francesas de México y el Liceo Franco-Mexicano, bajo la idea de "mostrar en escena la vida de un gran hombre de teatro, su vida real, fuera del mito".

Para ello, Charpentier abarcó tres obras: "El médico fingido", "El amor médico" y "El enfermo imaginario", ésta última testigo de la muerte del francés.

"Se me hizo muy interesante dar este aspecto de Molière, los médicos, la enfermedad y su lucha como hombre de teatro a través de su vida, de manera sencilla, lúdica, casi didáctica, para que se pueda enfrentar a cualquier público que conozca o que no conozca a Molière", explicó el actor.

En este contexto, para Charpentier, el papel de La Biznaga es "hacer cosas que todo el mundo pueda disfrutar, ese es nuestro punto de partida, hacer un teatro de calidad, popular, generoso que hable a todo el mundo y no sólo a especialistas, que en nuestra época es mucho el problema del teatro".

Es por eso que a través de Molière, la obra también habla de la condición de los hombres de teatro en general, "en todos los países, en todos los tiempos (...) Ahorita ya no hay reyes ni duques, pero no cambia nada; hay políticos, promotores culturales, jefes de empresas, a quienes nosotros vamos a hacerles reverencias. Estamos en una sociedad donde el teatro no tiene el lugar que debería tener y por eso somos como Don Quijote, soñadores que seguimos haciendo teatro en condiciones muy adversas, resistiendo con el teatro, con una cierta tradición y al mismo tiempo con las ganas de hacer algo contemporáneo, de mezclar lo tradicional con la palabra. Estamos en momentos en los que comunicamos mucho pero no decimos nada y la belleza de la palabra, la belleza del teatro es nuestra idea a través de este proyecto", dijo.

 

LA REPRESENTACIÓN

Arnaud explicó que durante su formación en el país galo ya había trabajado textos de Molière y al llegar a México fue "un reto" agrupar a jóvenes actores egresados de la Escuela de Teatro del INBA y conocer cuál era su mirada sobre Molière.

"Al hablar con los actores de los combates de Molière nació este espectáculo y desde entonces se ha presentado casi setenta veces", explicó Charpentier.

En escena, el espectador puede ser testigo de los saltos actorales, ya que al ser una obra de desdoblamiento de personajes, todo "se hace y deshace bajo la mirada del público (...) no hay trampa, no hay efectos especiales, sólo está la magia de ver al actor que cambia, que pasa de un personaje a otro, de una puesta en escena a otra, del teatro dentro del teatro; eso es la sencillez y ese juego es una de las bellas cosas del teatro".

Sobre los cambios de registro en las interpretaciones, el joven actor dijo que "es algo muy difícil pasar de la gran farsa a la comedia un poco más fina, a una especie de juego de psicología realista para provocar la imaginación del espectador (...) el espectador va a hacer su trabajo de espectador para construir esta representación con nosotros".

 

LOS PROYECTOS

La Biznaga Teatro continúa con su idea de "reinventar cada vez una nueva forma de relacionarnos con los espectadores. El teatro es un evento cada vez diferente. No se trata solamente de estar en un teatro y que la gente nos venga a ver, ahorita estamos haciendo teatro en el metro, en los parques públicos y es la cosa de decir que el teatro no está muerto. Tenemos que seguir nuestra búsqueda".

Después del espectáculo sobre Jean Paul Sartre (Sartre... ¿se equivocó?), la compañía sigue con las presentaciones de "La doncella, el diablo y el molino" de Olivier Py, obra que prometieron compartir con el público de Toluca el próximo año. Además, pretenden sar seguimiento a sus intervenciones en espacios públicos como la que hicieron recientemente en el Jardín de los Amorosos en la ciudad de México. Ahora toca el turno del Metro capitalino en donde planean hacer intervenciones poéticas.

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