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IMPULSO Estado de México || Sección Cultural

La historia de Toluca encuentra eco en el museo de la Acuarela

La historia de Toluca encuentra eco en el museo de la Acuarela Víctor Osorio habla sobre la arqueología del valle resguardado por El Xinantécatl

Blanca Ocampo

Rutina, problemas, horarios, pendientes: a veces los ojos ya no nos alcanzan para valorar lo que somos y donde somos; porque, aunque no lo creamos o lo hayamos olvidado o convertido en discurso hecho, Toluca tiene lo suyo.

Aquí, donde ahora afirmamos nuestra existencia, el pasado aún esquiva al olvido entre calles, plazas, edificios, monumentos, tradiciones. Y para bien apreciarlo, nada mejor que mirar a través del caleidoscopio de la historia.

Resulta entonces oportuno visitar el museo de la Acuarela, donde se lleva a cabo el ciclo de conferencias Historia de Toluca, organizado por el Instituto Mexiquense de Cultura y el ayuntamiento, a través del archivo histórico estatal y municipal.

Desde finales de marzo y hasta septiembre de este año, especialistas comparten con público general el asombro que les brinda la investigación. Margarita García Luna, María Eugenia Rodríguez, Alfonso Sánchez, Carlos Olvera y 20 expositores más, desempolvan la memoria colectiva desde la política, la educación, la vida cotidiana, la arquitectura o la religión.

El pasado martes, tocó a Víctor Osorio Ogarrio, director del museo de Antropología del Centro Cultural Mexiquense, invocar a olmecas, teotihuacanos, toltecas y aztecas para trazar el mapa de Toluca en el tiempo por medio de la conferencia titulada “La arqueología del Estado de México y el valle de Toluca”.

El arqueólogo, formado en la Escuela Nacional de Antropología e Historia, dio una “pasadita por toda la historia del valle de Toluca”, hasta antes de la llegada de los españoles.

Para comenzar, reconoció las aportaciones de investigadores dedicados a esta región: José García, Yoko Sijiura, Alberto Román, Fernán González, Rubén Nieto, María del Carmen Carbajal, Leonardo Manrique, Noemí Quezada, entre otros.

Luego entró en materia: de Mesoamérica, el altiplano central, y de éste el valle resguardado por El Xinantécatl, surgido hace 22 millones de años.

Refirió la cultura acuática que distinguía a la región: “había ciénegas y agua por todos lados (…), un mundo que se acabó, que se está transformando”. Mencionó el hallazgo de restos de mamut y mastodonte en Metepec y San Mateo Atenco. Se remitió a pruebas y vestigios. Comparó iconografía. Expuso dudas, planteó hipótesis. Fue guía en el viaje por Teotenango y Calixtlahuaca.

Lamentablemente, el material visual preparado para enriquecer la exposición, no pudo aprovecharse debido a las condiciones del espacio. Sin embargo, la “pasadita” de Osorio Ogarrio comprobó que la historia no es sólo la suma de datos y fechas, sino una manera de reivindicar el aprecio por nuestra cultura e identidad.

Esperemos que el objetivo del ciclo Historia de Toluca cumpla su cometido: acrecentar el nivel cultural de los habitantes del municipio de Toluca y propiciar la reflexión e intercambio de experiencias. Pues, como argumenta en la justificación este proyecto: desconocer nuestros antecedentes da margen a que nos desvinculemos de lo que nos dio origen e identidad.

La siguiente charla programada en el ciclo la dará el arquitecto Enrique Méndez Sosa sobre la “Antigua casona de la calle de la ley”, el próximo martes 6 de junio. Así, quienes no piensan bailar al ritmo de las mojigangas durante el paseo dedicado a San Isidro Labrador en Metepec, tienen de todos modos una cita pendiente con la cultura en el museo de la Acuarela.

Valdría que los organizadores, tanto el IMC como el ayuntamiento, hicieran una mayor difusión de este tipo de actividades y promovieran el valor y la importancia de la memoria histórica entre la población en general, pues no sólo compete a especialistas. Eso sí, sin descuidar la forma para que la historia no se convierta en un bostezo lagrimeado y podamos llenarnos la boca de verdad al decir: Toluca tiene lo suyo.

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