Adriana Barraza, su paso por Toluca
Y 'Una tal Raymunda' que no se olvida
Por: Blanca Ocampo / TolucaAdriana Barraza, un nombre que ha alcanzado titulares en diarios y revistas, sitios de la internet y un sin fin de menciones en radio y televisión, ha despertado ese sentimiento de identidad que hace que los triunfos de paisanos fuera del país sean abrazados como propios.
Sí, Adriana Barraza forma parte ya de ese singular fenómeno nacionalista que invade a México cuando se trata de logros ante el resto del mundo en términos de deportes o espectáculos. Y es que junto a Guillermo del Toro y Alejandro González Iñárritu, ha sido considerada para recibir algunos de los reconocimientos más importantes en el panorama fílmico mundial gracias a su destacada participación en la película Babel, precisamente de González Iñárritu.
Basta mencionar al caso su nominación para hacerse acredora al premio Globo de Oro como mejor actriz de reaparto y ahora al Oscar en la misma categoría; los dos galardones más importantes en el ambiente de Hollywood.
Sin embargo, más allá de González Iñárritu y del Toro, Adriana Barraza es un caso especial por esta parte del país, pues si bien ahora radica en Miami con más de una década de entrega profesional en la empresa Televisa, sus comienzos actorales encontraron lugar en Toluca, cuando tuvo la oportunidad de compartir la pasión por el teatro junto a figuras tan importantes como el maestro Esvón Gamaliel.
Así, aunque en algunos sitios de la red sólo sea preponderada su carrera en televisión y cine, y en otros más se especifique erroneamente que nació en Estados Unidos, cabe destacar que Barraza comenzó su trayectoria aquí, en el teatro y en la ciudad de Toluca.
A propósito Antonio Flores, actualmente coordinador de difusión cultural del la Escuela Preparatoria No. 1 de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM) y responsable del taller de teatro del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en esta ciudad, comentó para IMPULSO que "ella inició en parte con Esvón, pero antes con Trinidad Aguilar en el Centro del Seguro Social del IMSS", precisamente.
En 1980, recuerda Antonio Flores, "se hizo la Primera Muestra Nacional de Teatro Universitario y la organizamos aquí, montamos El atentado y el director era Trinidad Aguilar, pero entró en crisis porque no tuvimos presupuesto -para variar- y desapareció; terminé dirigiéndola yo y ella actuaba".
Después, Antonio Flores conoce a Esvón Gamaliel y "trabajamos juntos, montamos Una tal Raymunda con Delfina Careaga que era la autora y actuó. Fue un proceso muy largo, pero nada más dimos dos funciones, una en el Centro de Convenciones de Acapulco y otra en el Teatro del Seguro Social de Toluca, porque ella se fue a suplir a una actriz en la puesta de la Falsa crónica de Juana la Loca, en el D. F." .
Por su parte y sobre este episodio, Virginia Aguirre, actriz y ahora directora de la revista La Colmena de la UAEM, rememoró para IMPULSO: "Una tal Raymunda es una obra de Delfina Careaga que precisamente en ese año (1986) obtuvo el Premio Nacional de Teatro Emilio Carballido.
"Hicimos el estreno mundial y precisamente dentro del reparto se encontraba la participación de la propia autora, de Delfina Careaga, que le daba un aspecto particularmente interesante en el montaje y en la concepción escénica propiamente dicha que tuvo Esvón Gamaliel, que ya no está con nosotros lamentablemente, pero que fue un hombre visionario respecto del teatro, un hombre que por más de 30 años hizo teatro y que se hizo cargo de este montaje en esos momentos. "Adriana Barraza andaba aquí en Toluca precisamente. Esvón realizó castings para llevar a cabo el montaje; en los personajes prinicpales nos quedamos Adriana Barraza y yo interpretando a Raymunda en dos momentos distintos de su vida.
"En concreto mi experiencia como actriz con Adriana Barraza fue muy sabrosa la verdad; fue un montaje como los que Esvón Gamaliel acostumbró a hacer siempre: un montaje profesional, un montaje acabado, un montaje exigente y el grupo de actores que en ese momento participábamos con él correspondíamos a esa mística de trabajo de Esvón Gamaliel, de trabajar con profesionalismo, con responsabilidad, con ese espíritu de una mística colectiva que requiere siempre el arte escénico y por supuesto que trabajar con Adriana Barraza no fue la exepción (...) "Entonces, ahora que sé que Adriana ha escalado tanto, me siento muy a gusto y me dio una nostalgía muy interesante de haber logrado un trabajo tan padre como fue Una tal Raymunda: fue lamentable que diéramos dos funciones siendo una obra tan importante y ahí viene el tache para mi querida Adriana Barraza, porque ella abandonó el trabajo por cuestiones estrictamente personales, se dan dos funciones y el montaje se va a la goma (...)
"Como actriz para mí fue una experiencia muy dramática porque hicimos el estreno mundial en el Teatro del Seguro Social, nos fuimos al Juan Ruíz de Alarcón del ex Centro de Convenciones de Acapulco con un éxito arrollador, impresionante. Soledad Ruíz, profesora siempre muy cerca de Esvón Gamaliel, estaba igualmente impresionada (...) Fue una experiencia sumamente conmovedora para nosotros como actores, para nuestro director Esvón Gamaliel y después vino el sentimiento de frustración, porque sin la presencia de Adriana y con la dificultad para cubrirla, el montaje se fue a la goma".
Como recordó también para IMPULSO Víctor Nava Marín, responsable del Cine Club de la UAEM y director teatral, después de mencionar que Adriana Barraza incursionó a la escena por la década de los 70, en la puesta de El juego que todos jugamos de Alejandro Jodorowsky, dirigida por José Trinidad: "Después ya viene la etapa ésta de cuando se involucra en el trabajo de Esvón Gamaliel, quien es quien realmente le dio pues ahora sí que forma y proyección consistente y teatral, y cuando ya compartió con Virginia Aguirre sobre todo este trabajo de Una tal Raymunda, no recuerdo cuál otro pero sí hubo más. Sin embargo yo me acuerdo más de éste, donde lamentablemente hubo una desatención de su parte y dejo a la deriva un trabajo que tenía para mucho".
En su paso por Toluca, Antonio Flores también recuerda la puesta de La historia de un anillo, de Luisa Josefina Hernández, bajo la dirección de Héctor Sánchez: "En el tiempo que estuve tratándola fue muy profesional y también el trabajo que realizó junto con Vicky en Una tal Raymunda fue bastante bueno, lástima que nada más dimos dos funciones después de un proceso de casi de un año de trabajo.
"La sigo considerando como la conocí, muy profesional, muy entregada al trabajo, tanto así que estuvo dando clases en el Centro de Capacitación de Televisa. Por lo menos su trabajo ahí está y es reconocido no solamente por la gente que estuvo cerca de ella aquí en Toluca, sino por el mundo ahora que la ha visto".
Por lo que Adriana Barraza ha sido incluida en un reconocmiento más, pero esta vez en la UAEM, en la Escuela Preparatoria No. 1: "Estamos haciendo un ciclo de ex alumnos distinguidos del plantel, no tengo la certeza de que haya estado en Prepa 1, pero sí conozco algunos maestros porque estaba estudiando la Facultad de Química durante dos semestres", anunció Antonio Flores.
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Comentario periodístico de Paco Ignacio Taibo I sobre 'Una tal Raymunda' dirigida por Esvón Gamaliel y donde actuó Adriana Barraza en 1986
... La Compañía Universitaria de Teatro que dirige el joven esvón Gamaliel, es un conjunto serio y emotivo. Con muy poco dinero crearon una escena digna y capaz de situarnos en los diferentes lugares que la acción señala. La pobreza de la producción se nos fue olvidando gracias a las diferentes labores interpretativas.
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