Este atractivo patán

Una semana de proyectos 

Edgar León Meléndez

 

El asunto es simple, estoy seguro de que a cada uno de nosotros se nos ocurre por lo menos una buena idea al día. Pero no la llevamos a cabo. Ahora bien, vamos especificando, ésta, procura ser una columna que verse sobre arte, así que enfoquemos el tema así; estoy seguro de que si buscamos en nuestro cerebro, y nos mantenemos en el ambiente que a nuestro arte competa, encontraremos al día por lo menos un buen proyecto a seguir. Mas luego nos da flojera seguirlo, puede más beber, platicar.

Como quiera que sea el proyecto nunca se realiza. Pongamos un ejemplo, una exposición pictórica. Pero pongámoslo por días, Día uno: nuestro tema puede ser el por qué el artista ya no propone al practicar el producto de su trabajo. El por qué aparenta más pintar y se enfoca sólo en la calidad y no en el tema verdadero, normalmente suele ser una crítica de por qué el propio pintor y sus amigos del gremio artístico están famélicos.

Día dos: bien, ahora ya tenemos el tema, nos falta proponer cómo resolverlo. Eso que muchos han hecho para que los borregos los sigan, por ejemplo, el surrealismo de Bretón, luego le siguieron otros más de los cuales surgieron pocos exponentes que valieran la pena. Así podemos seguirnos con el expresionismo, el puntillismo y tal cantidad de ismos que en su momento propusieron y que ahora después de disponer de éstos ya no parece que el artista quiere en verdad buscar un camino para la humanidad. Imaginemos que después de una tarde de esfuerzo le pedimos a nuestro subconsciente que nos quite la imagen de esa nudista en la cabeza y nos ayude a encontrar una solución. En algún creativo momento uno encuentra respuesta. (¿Fácil?).

Día tres: bueno, ya hemos definido nuestra propuesta (supongamos que así fue). Ahora nos enfrentamos al siguiente paso, crear una serie de obras que con su imagen, su material, su técnica y su material nos muestren la propuesta. Hacemos una lista de lo que vamos a necesitar para llevar a cabo la producción (sí, se han vuelto productores) ahora bien, si tienen que prostituirse para conseguir lo necesario, es muy su problema, no el mío, pero detallen cómo van a conseguir ese material.

Día cuatro: ¿cuál va a ser su rutina? No, que no les entre la fiaca, enfóquense en conseguir hacer esa propuesta, imaginen qué habrán logrado con ello, visualícenlo, estimúlense, ¡Tú! ¡Deja la marihuana en paz! Ahora empieza, si bien, haz logrado esto en cuatro días aún te queda terminar la semana, ponte una fecha de entrega y comprométete.

Así de fácil, sólo es cuestión de hacerlo, un paso a la vez. Al final, ya con el producto en la mano, tienes que ofrecerlo. Busca lugares para exponer, haz una gira itinerante, haz llamadas telefónicas. Haz un plan, paso a paso para la próxima semana, que dure sólo una semana y comienza con el primer día.

Día uno:

La próxima semana hablaré de bonsais, a ver si les hago justicia.