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IMPULSO Estado de México || Sección Cultural

México se abre a la profesionalización del canto

México se abre a la profesionalización del canto

Para el tenor Juan Carlos López, la profesionalización marca la diferencia entre un buen músico y alguien que canta en los ‘huesos’ o se mete a algún ‘corito’

Por: Silvia Márquez / México, DF

Los orígenes etimológicos de la palabra tenor, comienzan a dar forma a las características y virtudes de dichos cantantes. Del latín tenere (sustentar), la historia de la música recuerda a los ejecutantes que, en la música eclesiástica del Renacimiento, sostenían notas largas mientras que las otras voces cantaban melismas vocales.

La evolución en los conceptos permite a los tenores actuales actuar bajo un panorama más amplio, pues los cambios en el fondo, obligan a cambios formales e incluso de intereses; sin embargo, si se toman en cuenta los factores propios de cada país, la historia cambia.

Hoy en día, la apertura del arte en México es un factor "importante pero no suficiente" según Juan Carlos López, integrante del Coro de la Ópera de Bellas Artes.

Para el tenor, las condiciones de los artistas en general, y de los cantantes en particular, han sufrido un cambio. "Ahora ya no se ve que el arte es un hobby", pues gracias a la apertura de convocatorias "se está tomando un poco más en serio, aunque sigue faltando la difusión y un factor importantísimo: la profesionalización".

El cantante originario de la Ciudad de México, opina que para la formación musical es "indispensable" el acercamiento al arte en todas sus manifestaciones, a la par del estudio, que es el salto del pasatiempo a lo profesional.

"La profesionalización es lo que separa al que hace buena música de alguien que a lo mejor le gusta y que canta en los ‘huesos’, se mete a algún ‘corito’. Implica una responsabilidad de trabajo, tanto en la cuestión artística como en la personal", dijo.

Y como una cadena de consecuencias, López Muñóz, agregó que el músico profesional sí puede vivir del arte, "siempre y cuando sea bueno en lo que hace", mezclando la dedicación con "paciencia y perseverancia".

"Un cantante debe quitarse la idea de ‘yo quiero ser famoso’ porque generalmente no hay una entrega real y sólo se pone el ego por delante", opinó.

Hacia el público y las políticas culturales, Juan Carlos López observa una falta de apoyo real a la cultura y el arte por parte del gobierno.

"Parece que los políticos confunden el apoyo a la cultura con el populismo y claro, es más fácil entretener a la gente en ese ámbito que ofrecerle y enseñarle otras cosas".

El músico opina que el problema no reside en el público; "es mentira que a la gente no le interesa", pues gracias al acercamiento a pueblos del Estado de México, López Muñóz encontró "condiciones nada favorables para cantar, pero también mucho agradecimiento de la gente. Ellos mismos nos decían que fuéramos más seguido, eso quiere decir que la gente está pidiendo arte".

 

El camino personal

Juan Carlos López empezó su vida con música. No encuentra una explicación concreta de su decisión de ser cantante profesional, simplemente sabe que "el hecho de estar metido en las artes fue algo que siempre estuvo".

Su historia en la música comenzó en el puerto de Veracruz, donde, a la edad de 13 años ganó el concurso de canto "Veracruz; Melodía y Canto", gracias al cual fue invitado a un curso de técnica vocal, géneros y estilos impartido por Jesús Suaste y Eugenia Mendoza, maestros de la Escuela Nacional de Música de la UNAM, quienes lo invitaron a continuar sus estudios en dicha institución, a la que ingresó en 1989.

Durante su estancia en la Escuela Nacional de Música comenzó a participar en eventos "y aunque al principio no te pagan, te van dejando experiencia, porque no es lo mismo que estés estudiando en un salón a que te presentes ante la gente en un auditorio o un teatro. Cualquier concurso, cualquier plataforma es buena para que te expongas, siempre es mejor que tengas ese tipo de enfrentamientos".

Los cursos y concursos, nacionales e internacionales, resumen años de lucha por un lugar en el escenario.

Destacan sus primeros lugares en concursos como el "Francisco Araiza" y "Un día de ópera", organizados por la UNAM, así como el VIII Concurso Internacional de Mozart en Salzburgo, Austria; el IX Concurso Internacional de Canto Lírico "Ciudad Trujillo" en Perú; el VIII Concurso y Festival "Aldo Baldin" Flauta Mágica, en Florianópolis, Brasil y recientemente el Concurso "Francisco Viñas" en Barcelona, España.

"De cursos los que más me han ayudado son el que tomé en Salzburgo con la soprano alemana Gundula Janowitz donde sólo aceptó a seis cantantes; así como el del reconocido tenor Francisco Araiza y el de Óscar Sámano, gracias a quien me fortalecí en la ópera".

Como solista ha interpretado los papeles del Rey Asuero del oratorio Esther de G. F. Haendel; Paolino de la ópera Il Matrimonio Segreto de D. Cimarosa; Saboyano de la zarzuela Luisa Fernanda de F. M. Torroba, Remendado de la ópera Carmen de G: Bizet; así como los solos de tenor de la Misa de Coronación y Requiem de Mozart, Misa No 2 en Sol M de F. Schubert, Mesias de Haendel, Liebeslieder de Brahms, Die Schöne Müllerin de F. Schubert y el solo del pato en el oratorio Carmina Burana de Carl Orff.

Juan Carlos López fue coprincipal de la cuerda de tenores en el Coro de la Orquesta Sinfónica del Estado de México y actualmente es integrante del Coro del Teatro de Bellas Artes, del Ensamble Paax Kaay dedicados a realizar Música Virreinal y Barroca de la Basílica de Guadalupe y el ensamble Concerto Iberoamericano con el que prepara Las Vísperas a la Virgen María y Magnificat de Claudio Monteverdi para presentarlo en abril en diferentes foros del Distrito Federal y el Estado de México.

Recientemente fue parte de la ópera Tosca en el Palacio de Bellas Artes y el próximo 15 de marzo se presentará en el Teatro Ángela Peralta de San Miguel de Allende durante la final de la Ópera de San Miguel, creada en el 2004 por Joseph McClain, empresario de ópera y cantante.

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