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IMPULSO Estado de México || Sección Cultural

Una mirada plástica

Una mirada plástica

La joven con el arete de perla

Por: Paul Achar

Espero que este nuevo año esté lleno de arte y que sea a través de él que encuentren una puerta para comprender mejor y así disfrutar su entorno. Estoy seguro que muchos de ustedes dijeron que van a leer más y si es así, les traigo una oportunidad de encontrarse con una novela sutil que atrapa desde las primeras líneas.

Tracy Chevalier nos introduce con mucha creatividad en la vida de una joven de diecisiete años que después de que su padre se queda ciego tras una explosión, tiene que ponerse a trabajar para mantener a su familia. Así es como entra de sirvienta en la casa de un gran pintor: Johannes Vermeer, quien la contrata porque, al quedar ciego el padre de la chica, ella tiene que tomar cuidados especiales para que encuentre los objetos donde los dejó; esa habilidad se transporta al estudio de un pintor el cual requiere que todo permanezca en su sitio para poder ser reproducido con exactitud.

En el estudio, poco a poco va llamando la atención de Vermeer, pues descubre la intuición de ella para comprender la luz y el color. Por ejemplo, cuando ella inquiere sobre la limpieza de los vidrios, que para nosotros seria algo normal, pero para un pintor cambia la luz de lo que esta pintando. Con esos detalles Vermeer lentamente la va introduciendo al mágico mundo de la pintura hasta que ella termina por enamorarse del pintor.

Mientras tanto un amigo de la familia y mecenas del arte sospecha que existe una relación entre el maestro y la sirvienta, entonces idea un plan para que él pinte un cuadro en el que aparezca sólo ella y así saber si ellos tienen una relación o no y el resultado es uno de los mejores cuadros que jamás se han hecho.

Aún cuando la historia no es la biografía del artista, sí nos narra la de la joven que posó para ese famoso cuadro y como se vivía en esa época.

Algunos críticos de arte piensan que la obra, "La joven de la perla", en la que esta basada esta obra, se puede comparar con la Mona Lisa lo cual yo creo que es una aberración, porque ninguna obra de arte se puede comparar con otra, porque cada una encierra una esencia del espíritu del artista así como remueve las cuerdas más sensibles del espectador cuando se encuentra frente una obra.

Sólo quedaría preguntarnos: ¿quién es la persona que está detrás de cada resultado exitoso de un artista?; cada quien tendrá sus conclusiones.

Por último quiero recordarles que un año sin arte es un año sin vida, hay muchas oportunidades de conectarnos a él, sólo hay que verlo como una expectativa de cambio en nuestro espíritu y llenarlo con sus expresiones: la música, la danza, la ópera.

No se olviden de visitar por lo menos una exposición de pintura al mes; inténtelo, es una buena opción aparte si las autoridades ven que hay más respuesta del público tendremos mejores oportunidades cada día.

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