Lo porno-gore. Como despellejar a un objeto, video-instalación en Rectoría
Hace falta desmitificar a todos los grandes y abrirnos la puerta a los autores sin nombre: Rafael Monroy
Blanca Ocampo / Toluca
‘Lo porno-gore. Como despellejar a un objeto’ es una video-instalación de Rafael Monroy que se encuentra abierta al público en el edificio central de rectoría de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM) hasta el 25 de agosto.
Un cigarro encendido, un juego de ajedrez, un carro de supermercado son los elementos concretos a partir de los cuales Rafael Monroy propone una metáfora acerca de la pérdida de la significación en el mundo actual.
Para ello acude tanto a conceptos cinematográficos como a autores importantes y vigentes en el ámbito de la cultura, el arte y la filosofía: Jean Baudrillard, Gilles Deluze y Clément Rosset.
Durante la inauguración, estuvieron presentes algunas autoridades de la UAEM, como Francisco Javier Flores, director de promoción artística, y Lucila Cárdenas Becerril, secretaria de difusión cultural, quien expresó en su momento que la máxima casa de estudios de la entidad pretende dar espacio a la obra de jóvenes creadores como Rafael Monroy.
Antes del corte del listón, también el autor tomó la palabra para comentar brevemente el concepto de la instalación: "Despojar a un objeto de sus apariencias o sus disfraces posibles, desnudarlo, darnos cuenta que posiblemente detrás de las cosas no hay nada, no hay un significante o un significado, que siempre han sido tal cual, hiperexplícitas, hiperreales, pornográficas de alguna manera".
De ahí que coincida con Baudrillard al afirmar que "la ponografía está virtualmente en todos los lados" y tomar del discurso cinematográfico conceptos como gore (sangre derramada) a manera de "metáfora para determinar la crudeza en la que se nos presenta la realidad y desaparece sanguinariamente", abundó Monroy, quien actualmente estudia en la Escuela de Artes Plásticas de la UAEM.
Acerca del soporte físico de la instalación, la cual incluye video, material sonoro, objetos bidimensionales y tridimensionales, Monroy comentó que todos estos elementos "crean una especie de cápsula en la que, de alguna manera, el sujeto se queda nulificado, su interpretación también, debido a una exageración de estímulos, de presentaciones y representaciones del objeto".
Luego de la inauguración, Rafael Monroy platicó para IMPULSO y comentó, entre otras cosas, que la instalación es la hija de la pintura, sin que ello signifique el término de la historia de esta expresión artística: "No termina la historia de la pintura, sino la concepción tradicional de la representación bidimensional y agarra otro carácter dentro de la instalación".
Respecto a los espacios para la difusión del arte en la entidad, expresó que empieza a haberlos, que esta exhibición en rectoría es un buen inicio y agregó: "Es algo que no se nos brinda en la Escuela de Artes, ahí se te brinda un chiquero, un amontonadero de escuela, de cosas, y realmente no se puede apreciar el trabajo".
Asimismo, expresó su molestia frente a la labor de curaduría dentro de la misma UAEM: "Las curadurías que ha habido, por ejemplo en el museo Leopoldo Flores o en la Casa de las Diligencias, donde han ocurrido dos bienales, han sido curadurías poco profesionales porque no se le da espacio al artista o se permite exacerbar la obra; se combinan sonidos de una instalación con los de la otra, entonces es un relajo curatorial".
En cuanto a su participación en concursos o solicitud de becas institucionales comentó: "Es muy pobre este tipo de apoyos. Sí he participado, pero nunca he entrado". Además de considerar necesario más apoyo para los egresados de la Escuela de Artes: "Hace falta que se les dé oportunidad y no idolatrar a los grandes porque todos representamos al mundo tal cual nos lo permitimos. Entonces hace falta desmitificar a todos los grandes y abrirnos la puerta a los autores sin nombre".
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