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IMPULSO Estado de México || Sección Cultural

Arte en proceso

Arte en proceso

Game Over, dibujo procesual propone ver el arte en el momento de creación

Silvia Márquez / Toluca

Quince días de creación es el tiempo que Yuvia Pérez propone para ver el arte en "Game over". La Biblioteca Central de la Universidad Autónoma del Estado de México es el escenario en el que una pared en blanco, láminas negras, cámaras y transmisión directa vía internet, son los elementos necesarios para lograr una exposición poco convencional en la que no existe obra finalizada. La obra es el proceso de creación y ésta tomará forma en el lapso del 15 al 30 de agosto.

La transmisión en tiempo real de este proceso se puede encontrar en la página http://www.uaemex.mx/fartes/proyectogameover

IMPULSO acudió a la sala en la que nace "Game Over" y en pleno trabajo encontramos a Yuvia Pérez, quien habló de los conceptos que encierra su obra.

¿De qué se trata ‘Game Over’?

Es un dibujo procesual, es decir, un dibujo que voy construyendo a lo largo de 15 días. El trabajo consiste, en un primer momento, retomar la imagen del juego tetris porque hace unos años yo era muy aficionada a jugarlo y ahora vuelvo a recurrir a ese vicio, a esa necesidad de pasar el tiempo tratando de superar mi récord. El proceso que seguí fue jugar tetris, tener el récord lo mejor que pude y eso pasarlos a Corel para plotearlos en láminas de vinil por lo que quedó una lámina reticulada de pixeles; esos, que ya no son pixeles sino recortes de lámina, me sirven para ir construyendo el dibujo.

Esto que estamos viendo ¿es lo que tú jugaste?

Sí, las láminas de las que tomo los cuadritos son los juegos que yo jugué. Ahora ya no es un juego de tetris, sino que tiene otro tipo de formas. Al final voy a tener mis juegos perdidos, con mi mejor récord y también tendré un dibujo procesual que medirá de 5 a 6 metros.

Cuéntame de las cámaras que te acompañan y la transmisión en tiempo real por internet...

Empecé a pensar en las corrientes del arte procesual. Surgieron alrededor de los años cincuenta y en ese momento para que el arte se retuviera se tomaban fotografías que quedaban como registro. Ahora ya estamos en otro tiempo y la tecnología nos permite hacer otro tipo de cosas, nos ayuda a que el público de otros países pueda estar viendo lo que sucede. La idea surge de las cámaras web, con las que nos ayudamos a platicar con personas que están en otros lugares. Si pasa eso ¿por qué no aplicarlo en estos procesos del arte?

¿Es difícil lograr esta transmisión?

Sí, necesité mucho apoyo porque desde el último semestre de la carrera de artes quería hacerlo y la maestra que me enseñó diseño web tenía la formación para hacerlo pero hubo un momento en el que yo no sabía resolver muchas cosas y mi maestra tampoco por lo que empecé a preguntar el tipo de cámara que necesitaba, el ancho de banda, en fin, estuve así mucho tiempo investigando esas cosas hasta que me acerqué a la Universidad y ahí me ayudaron mucho. Me facilitaron las cámaras y me resolvieron un montón de cosas. La gente que me ayuda a transmisión viene diario, hay otra persona que viene en la mañana a instalar, otros ingenieros que también apoyan. Sí hay mucha gente trabajando en esto.

¿Qué relación tiene tu trabajo con los reality shows?

Yo nunca quise pensar que era algo así. Eso sucede en la televisión, pero no quiero ser parte de eso. Algunas veces sentía que la gente podía pensar que se trata de un reality show, pero mis intenciones son otras. Si en el chat nos estamos comunicando ¿por qué no comunicarnos en esta obra que es procesual?

¿Cuánto tiempo estás trabajando aquí?

Seis horas diarias, aunque la transmisión es de ocho horas. Durante las dos horas que no estoy aquí, en la transmisión se panean los dibujos.

¿Qué pasa con tener un horario en el arte?

Lo del horario lo pensé porque esta obra habla de un juego entre el ocio y el trabajo. A veces el ocio se convierte en trabajo y el trabajo se convierte en ocio. Yo decía ‘voy a ir a la galería y voy a tomar el papel de un trabajo de oficina’. Esto lo determinó también que la gente que está involucrada tienen un horario que cumplir y los que están transmitiendo también tienen un horario que cumplir, entonces yo tenía que trabajar con ese horario.

Cuando vamos a un museo o galería vemos las obras terminadas, pero aquí la obra es el proceso de creación...

Sí, la gente cuando viene me pregunta ¿y cuándo vengo para ver la obra terminada?, yo les digo que la obra se está construyendo y esa es la propuesta. La sugerencia es que estén checando el proceso en vivo o por la página de internet.

¿Qué le dejará este trabajo a Toluca?

Casi todas las cosas que se hacen en Toluca son entrar a un museo o una galería y encontrarla vacía, dar el recorrido y ver las obras. Cuando inauguré aquí la gente se preguntaba qué iba a pasar, entraron y como estaban en negro todas las láminas no sabían de qué se trataba. Ahora la gente entra y siente que es un espacio privado, que no deberían estar aquí. Muy pocos se quedan a ver lo que está sucediendo. Creo que el que yo esté aquí incomoda a la gente que viene, pero la recepción en la red es muy distinta, ahí no hay alguien que los intimide.

 

 

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