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El café literario TunAstral presentó Lágrimas de Newton, primer libro de cuentos de Daniela Bojórquez

El café literario TunAstral presentó Lágrimas de Newton, primer libro de cuentos de Daniela Bojórquez

"Lágrimas de Newton construye la unidad no a través de una temática única, sino a través del retrato de un solo personaje. El que somos todos en el momento de la soledad en compañía": Alejandro León.

Por: Blanca Ocampo / Toluca

El café literario TunAstral, llevado a cabo en el concurrido restaurante vecino a la Plaza González Arratia de esta ciudad, tuvo como invitada la noche del lunes pasado a Daniela Bojórquez.

Una joven autora nacida en la ciudad de México, pero cuyos primeros pasos en el terreno literario se asentaron por este lado; precisamente en la Escuela de Escritores (SOGEM-Metepec), donde tuvo como maestros a reconocidas plumas, tal fue el caso de Emmanuel Carballo y Alberto Chimal, sólo por mencionar algunos respecto al campo narrativo.

Perteneció a la primera generación de Narrativa en la Fundación para las Letras Mexicanas (f,l,m.), la cual le hizo acreedora a una beca que le permitió concluir su primer libro: Lágrimas de Newton, una colección de cuentos editados en 2006 por Ficticia (miembro fundador de la Alianza de Editoriales Independientes), precisamente en colaboración con la f,l,m. y que presentó en el café TunAstral.

Los comentarios estuvieron a cargo de Alejandro León Meléndez, promotor cultural y también narrador egresado de la Escuela de Escritores (SOGEM-Metepec) e integrante del Taller de narrativa 10:28.

En su oportunidad, León Meléndez resaltó la unidad del libro dividido en cuatro secciones: "Lágrimas de Newton (…) construye la unidad (…) no a través de una temática única, sino a través del retrato de un solo personaje. El que somos todos en el momento de la soledad en compañía".

A propósito de lo cual, de acuerdo al comentarista, Bojórquez plantea cuatro grandes espacios para la narración, mismo que dan título a cada una de las secciones del libro: El clima para hoy, Horizonte: ventanas, Cajita de chácharas y Dos camiones.

Respecto a los ocho cuentos comprendidos en el primer espacio, Alejandro León señaló que "hacen referencia o tienen como herramientas ejecutorias al clima (…), en todos los casos el clima es el reflejo de la situación anímica de los personajes", poniendo como ejemplo al primero de la lista, ‘Volantes’, donde "el ambiente es fundamental para la comprensión de la historia", refiriéndolo como elemento que brinda circularidad al texto.

"En la siguiente parte del cuentario, Horizonte: ventanas, Bojórquez propone la visión de sus personajes a través de algo traslúcido, que en su transparencia distorsiona o, mejor, vivisecciona. Los cuentos suceden frente a una ventana de restaurante, del metro, de algún escaparate, de la puerta de un edificio", lo que de acuerdo a Alejandro León hace parecer a los protagonistas alejados dolorosamente de su futuro y pasado.

También destacó, la capacidad de la autora para la construcción de imágenes y la puntualidad de las frases que hilvanan cada una de las historias propuestas: "en ocasiones, la voz es larga, extenuante, que nos mantiene cerca de la constante en que los personajes buscan algo sin hallarlo, algo que ignoramos. Sin embargo, vierte otras frases que son contundentes, dolorosas por simples".

En cuanto a la tercera parte, Cajita de chácharas, integrada por sólo tres cuentos, destacó Alejandro León que si bien pudieran parecer más simples en su estructura respecto de los anteriores, acaso son "más intensos por la capacidad de la autora de evocar aún más diciendo todavía menos".

Mientras que la última parte, dos camiones, "pareciera contener la solución al enigma de la búsqueda en los personajes". Como ejemplo, Alejandro León mencionó el cuento que da título al libro, ‘Lágrimas de Newton’, donde la autora "propone, a través de una visión interna, a la locura como la forma de arreglar las cosas: un mundo jodido en que los humanos caminamos sin reconocernos entre nosotros, sin procurar la empatía. En el que los habitantes se necesitan en la individualidad."

Así, concluyó Alejandro León Meléndez, que "la esperanza, pues, no es pasajera pero sí mínima. La nostalgia que nos ata a los personajes y con la autora, domestica el deseo y nos ofrece ambas caras de la moneda. En el aislamiento del individuo se hallan los recursos para ocupar el sitio que buscamos, para mantenernos con vida. En el aislamiento encontramos la fuerza para reunirnos, para hacer que las manzanas suban y que algunos árboles revivan".

Tras de lo cual, Daniela Bojórquez reconoció que Alejandro León, encontró la esencia del asunto: "eres quien eres y no hay vuelta", resaltando también que Lágrimas de Newton busca dar muestra de la cotidianidad que a veces no es grata, pero que pretende disfrutar de vez en cuando al traducir la vida urbana para el lector.

Para dar fin al café literario con la lectura de cuatro cuentos incluidos en Lágrimas de Newton: ‘Pluma al pulmón’, ‘Familia Exprés’, ‘Abril no tiene sexo’, y ‘Monito maniquí’.

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