El Ojo Criticón. Crítica al Cine contemporáneo
Cómodas Mensualidades
Los noventas se consideraban como la época en que el cine mexicano se renovaba y encontraba una nueva luz para el desarrollo de una industria perdida y casi inexistente en la década anterior. El Nuevo Cine Méxicano se bautizaba a ésta época en que el cambio de guiones hacia temáticas más actuales y sociales, dejaba de lado y, a caso, la fantasía, relegada a la televisión.
Julian Pastor, un director, actor y guionista; comprometido con la industria cinematográfica hace cine por encargo, es decir, participa como director al estilo Hollywood ésta película. Desarrollando el área que le corresponde con gran maestría es así como observamos un filme bien dirigido sobre las desventuras y complicaciones de una joven pareja citadina, que se enfrenta a la realidad diaria en un país emergente.
Cargada de humor negro, "Cómodas Mensualidades" nos establece un mundo lleno de ironías y de cambios paradigmáticos que en cierta medida está más cercano a la esfera de la mexicanidad que a la ficción particularizada de un par de sujetos ingenuos e idealistas. En un año prolífico para el cine mexicano, Julian Pastor nos ofrece una dirección rica en matices, con momentos dignos de estudios propios, basta observar el movimiento de cámara y su relación con el espacio filmado y el movimiento de los personajes, creando una especie de coreografía de la vida diaria.
En su narrativa es una película convencional que nos ofrece una postura de fácil acceso para entender la manera como la sociedad mexicana se abre paso a la modernidad y la idea de desarrollo que se promovía en aquellos años. La globalización, el consumismo como estilo de vida y la actualización constante del sujeto laboral son elementos que nos dictan durante el film. Un joven matrimonio debe enfrentarse a su nueva vida de casados a partir de la visión, las ideas y los consejos de las personas que les rodean; haciendo uso de estereotipos y clichés que permiten darle a éste filme un tono de comedia acida pocas veces visto en el cine nacional. Los padres de la mujer, los amigos del prometedor empleado, el jefe de la compañía, el banquero que busca venderles créditos para el futuro. Todo encaminado al deseo del matrimonio de comprar un "automóvil de agencia" sin importar el modo de compra y las dificultades durante el proceso.
Éste filme de índole social se diferencia claramente del cine de otro crítico de lo social como es Gabriel Retes (El Bulto, México, 1992) quien marca un discurso y una visión muy particular sobre los mismos temas, pero desde la perspectiva de la tensión romántica de un sujeto que despierta de un coma veinte años después. Julián Pastor lleva la temática más hacia la parodia y la comedia ligera y entretenida que al filme de crítica reflexiva. Esto no significa una película mala, al contrario, de una manufactura de calidad y una historia que nos hará reírnos un poco de nuestra sociedad actual.
Comentarios:
jorge.cida@gmail.com
5 comentarios
Mauricio -
La realidad es que en México no tenemos la cultura de administrar el salario (y esto suena de verdad a aquello de "administrar la riqueza" que un egregio presidente de la república se zumbó), simplemente porque el salario que percibe el promedio de los mexicanos no alcanza para administrar nada...
En fin, yo creo que es muy buena, no solo porque de verdad hay muchos mexicanos pretenciosos que así "funcionan" y que se ven reflejados ahí, sino que además lo hace de una forma sencilla, simpática y divertida.
pedro -
Fabiola -
Pero si el joven estaba a punto de perder el empleo por tanta preocupación y su esposa ni cuenta se dio de la angustia que tenía su marido.
A mí no me parece que se afirme con las acciones que se ven en esa película que se puede obtener todo, llenándose de deudas; sin administrar las ganancias, sin planear de acuerdo al salario y a la realidad socioeconómica, y peor aún, sin la comunicación de los esposos de sus situación económica, ¿cómo pagó todo eso? si no tenía ni un aumento de salario.
Eso es lo que me dice la película; llénate de deudas, ni duermas bien, presume ante los demás algo que no tienes (en el caso del auto que presumen y todavía no tienen) mejor paga un coche a sacar a tu esposa e hijo del hospital.
Si bien se refleja la situación económica, se debería de proponer otro tipo de vida diferente a la sociedad de consumo e inconciente al no administrar su salario. Eso es lo que vive mucha gente, ahora, que transmitan lo que podrían hacer, para no llenarse de deudas, pero eso sí, quedando bien con todos, menos con uno mismo.
Fabiola -
Pero si el joven estaba a punto de perder el empleo por tanta preocupación y su esposa ni cuenta se dio de la angustia que tenía su marido.
A mí no me parece que se afirme con las acciones que se ven en esa película que se puede obtener todo, llenándose de deudas; sin administrar las ganancias, sin planear de acuerdo al salario y a la realidad socioeconómica, y pero aún, sin la comunicación de los esposos de sus situación económica, ¿cómo pagó todo eso? si no tenía ni un aumento de salario.
Eso es lo que me dice la película; llénate de deudas, ni duermas bien, presume ante los demás algo que no tienes (en el caso del auto que presumen y todavía no tienen) mejor paga un coche a sacar a tu esposo e hijo del hospital.
Si bien se refleja la situación económica, se debería de proponer otro tipo de vida diferente a la sociedad de consumo e inconciente al no administrar su salario. Eso es lo que vive mucha gente, ahora, que transmitan lo que podrían hacer, para no llenarse de deudas, pero eso sí, quedando bien con todos, menos con uno mismo.
Karla -