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IMPULSO Estado de México || Sección Cultural

Escaramuza

Escaramuza

Ante el Neoliberalismo ¡otro mundo es posible!

Por: Polo Castellanos

Hace unos días en Davos, Suiza, se decidía el porvenir económico y político de millones y millones de seres humanos y el de la Tierra misma, a manos de un grupúsculo de empresarios y políticos, que fueron a definir las estrategias para defender a toda costa el futuro de sus bolsillos, el de los monopolios y transnacionales. Desde el Foro Económico Mundial, por encima de quien sea, estos profesionales del exterminio insisten que los caminos de la Globalización y el Neoliberalismo son los ejes fundamentales por los que debe caminar el mundo y la humanidad, por lo que habrá que quitar a toda costa los obstáculos que se presenten. La guerra, la anulación sistemática de culturas y pueblos completos y la explotación del planeta y de cuanto humano sea necesario para lograr los objetivos, son las tácticas a seguir. En la coyuntura mexicana ya lo podemos observar y vivir: los apátridas siguen entregando el país a los intereses económicos extranjeros, particularmente a los Estados Unidos.

El desempleo, la injusticia, la barbarie, la traición, la militarización del país al estilo de los mejores fascistas, la persecución y la guerra contra quienes levantan la voz, las desapariciones forzadas, los presos políticos y de conciencia y la destrucción de nuestros recursos naturales son tan solo algunos de los síntomas "tácticos" de esta pandemia llamada Neoliberalismo. Hace sólo unos días se anunció desde Los Pinos que la militarización no parará hasta el 2012. ¡Qué mariconada! ¿Acaso los usurpadores tienen miedo de una sublevación popular? ¿Estarán tan desesperados que ahora se esconden bajo el manto de las fuerzas armadas, que están para defender al pueblo de México y no sus intereses privados?

Incluso los gobiernos que se sienten de izquierda, con sus oscuros intereses personales, se alinean a los mandatos del poder. Argumentan que están contra el Neoliberalismo pero a la hora de asumir su responsabilidad o sus supuestos "compromisos", entregan el equipo sin vergüenza alguna y se someten a la tiranía del capital. Las políticas de cero tolerancia, la apertura comercial, la invasión de zonas ecológicas, el ofrecimiento de los recursos naturales a los capitales privados, como la famosa Torre del Bicentenario en la versión Tlalpan, así como la destrucción de los patrimonios artísticos e históricos nos dan una idea de hasta dónde se ha colado el virus del Neoliberalismo.

Nada se salva. El Neoliberalismo cada vez degrada más a la cultura, cuartea sin discriminación alguna la iniciativa, la creatividad y nuestra identidad. Nos deshumaniza de manera vertiginosa y nos destruye. En este terreno, la educación es una de las armas más letales. A través de ésta, se trata de subordinar a la población, a nuestros niños y jóvenes a los intereses económicos del poder, convirtiéndolos en consumidores y en obreros del sistema. Concretizado en las reformas educativas que alteraron desde la historia de México, la cultura, hasta los conceptos éticos y morales, se busca crear mano de obra competente que genere ganancias a los grandes capitales, donde la creatividad sirva sólo para formar mejores prestadores de servicios. No hay que crear profesionistas, técnicos, estudiantes e individuos que se alineen a la ideología del poder como inevitables explotados; por el contrario: que utilicen la educación como un derecho y una práctica indiscutible de la libertad.

En el terreno del arte, la Globalización y el Neoliberalismo plantean un escenario funesto. Por un lado, el alineamiento del arte, como objeto de consumo, a los mercados y capitales, por otro, la destrucción en la capacidad creadora del artista al tener que subyugarse a las temáticas aceptadas y aplaudidas por la crítica (crítico: especie de sicario de artistas) y el coleccionismo (coleccionista: que colecciona los vestigios que el sicario deja) al servicio del dinero. Pero más grave aún, la manipulación del espectador hacia los conceptos de un arte burgués escondidos en las definiciones de "vanguardia" (aunque históricamente desaparecieron hace muchos años en el siglo pasado, la ignorancia las sigue mencionando como actuales) y "arte contemporáneo". Por ende, una imposición de los criterios estéticos y emocionales. En esto quieren convertir una de las manifestaciones más puras del alma humana. En este sentido, el hecho de sólo mencionar un arte político-social saca de sus cabales a quienes pretenden imponer, no sólo un orden social y económico sino también estético. Pero la obra político-social ayuda a comprender muchos fenómenos, no sólo del pasado sino actuales, pero más que nada, se vuelve un testimonio histórico y un recordatorio de la comedia y la tragedia humana. Y justamente por eso, actividades como el arte público y el muralismo están censuradas porque no encajan con los intereses neoliberales.

Pero siempre hay una luz al final del túnel. Mientras en Suiza los bushitos y hitlercitos junto con sus lacayos se repartían el mundo, en la ciudad de México y otras ciudades regadas por todo lo ancho de nuestro esférico planeta, simultáneamente, se discutía y se aportaban ideas para hacer del nuestro, un mundo mejor.

El Foro Social Mundial, nuestro Foro alternativo, el de los seres humanos, el de la realidad de carne y hueso, el de la sociedad civil, el de la resistencia. Y al que asistimos artistas, intelectuales, científicos, investigadores, personas, viejos, niños, jóvenes, mujeres, hombres, transexuales, bi, gays, poetas, escritores, amas de casa, músicos, bailarines, dos tres policías, uno que otro despistado, juniors, fresas, punks, góticos, mestizos, extranjeros, indígenas, poetas, locos y hasta un perrito chihuahua de ojos saltones que estaba muy atento a las palabras que se vertían en el Foro 8 "Derecho a la Ciudad y al Hábitat" y con la participación de más de 350 organizaciones sociales y no gubernamentales. Nos sentamos a escucharnos; a parlarnos; a tratar de comprendernos y entender. A proponer. Que frente a la Globalización y el Neoliberalismo, la humanidad tiene muchas maneras de hacer otro mundo posible.

Los temas del Foro versaron desde los análisis más complejos sobre Neoliberalismo y Globalización hasta las propuestas más simples en defensa de la naturaleza como ahorrar agua, cómo utilizar los recursos naturales sin destruir el planeta, energía solar, huerto familiar, autoconstrucción, casas ecológicas, alimentación, reciclaje; educación popular; medios alternativos, cómo se pueden romper los cercos informativos, utilización de los medios electrónicos al servicio de la población; construcción de redes de producción a través de la cooperativa; el trueque como sistema económico alterno. Desde denuncias sobre la situación de los presos políticos y los cercos policíacos y militares en las poblaciones indígenas o alternativas de combate a las drogas, hasta propuestas concretas de acción y organización. En nueve foros: Militarización, Represión y Derechos Humanos; Otra Educación es Posible; Derecho a la Comunicación; Crisis Civilizatoria; Derechos Humanos de las Mujeres y los Jóvenes; Tierra, Indígenas y Autonomías; Con la Naturaleza Otro Mundo es Posible; Derecho a la Ciudad y al Hábitat; Economía Solidaria, y una gran cantidad de actividades culturales y artísticas, durante cinco días la sociedad civil se expresó y propuso.

Al margen de los partidos políticos y de las ideologías, el Foro Social Mundial (www.fsmmexico.org) plantea en definitiva, a través de la diversidad de ideas y pensamientos, acciones alternativas para un cambio global en defensa de la humanidad y de la Madre Tierra. Lejos del dogmatismo ideológico, la sociedad civil mundial ha abierto uno de los espacios de creación y análisis más grandes e importantes en el planeta. La supervivencia de la Tierra y de las especies que la habitamos está en nuestras manos. Para los que piensan que las cosas "son como son porque sí" o "las cosas ya no se pueden cambiar" y que el Neoliberalismo es el camino a seguir, ahora tienen opciones. ¡Otro mundo es posible! Y en el peor de los casos, podrán irse buscando otro planeta para destruir, porque en éste, millones de personas ya comenzamos a cambiarlas.

Comentarios: polocastellanos@gmail.com

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