Escaramuza
Carta abierta a un tinterillo Por: Polo Castellanos
¡Vamos duro Lucía Andrea, no estás sola!
Por más que trato de encontrar una explicación a la tibieza del Felipillo para responder, cada vez que insultan a los mexicanos, no la encuentro. Dizque muy "patriota" y que el "bien de México" y que "todos unidos" y toda esa palabrería demagógica, en los hechos no lo demuestra. Algo tan sencillo como la soberanía y el respeto entre los pueblos no lo tiene muy claro que digamos. No sólo ahora agreden y matan mexicanos en el extranjero, como el estudiante preso en una cárcel española atacado por la policía de ese país o la masacre de cuatro estudiantes mexicanos en Ecuador durante el bombardeo a un campamento de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia – Ejército del Pueblo. Ahora también vienen a insultarnos en nuestro propio territorio acusando a mexicanos muertos de terroristas y narcotraficantes. La política de los usurpadores nos queda muy clara: vender al país y ponerlo de tapete a los capitales privados y a los intereses extranjeros, entregar la explotación del petróleo, por ejemplo. Y que se humille al pueblo cuantas veces sea necesario y cueste lo que cueste, total, no será la primera vez.
Sin embargo, y ya que mientras en los Pinos sueñan con sus laureles y les faltan esas prendas de vestir que se conocen como pantalones, me veo obligado a expresar abiertamente mi malestar ante la situación y contestar.
Carta abierta
Ante todo, deseo expresar mi más profundo pésame a mis hermanos colombianos, por la desgracia en la que están viviendo, ser dirigidos por un tinterillo de los estadounidenses es una tragedia que no se la deseo a nadie. Ahora nos explicamos por qué están levantados en armas.
Excmo. Sr. Tinterillo:
Dado su rango de Excelentísimo "soberano" de un país hermano me dirigiré a usted con todo el respeto que esté a mi alcance y con toda la diplomacia y cordialidad que nos distingue a los mexicanos. De hecho tengo a mi lado el Diccionario de la Real Academia Española al que podré recurrir en caso de duda, ya que su investidura y el protocolo así lo requiere, aunque tenemos entendido que hablamos el mismo idioma, aunque no con la misma lengua.
La versatilidad y riqueza de sus palabras y análisis durante su breve pero sustanciosa estancia en mi país me ha dejado, confieso, atónito. Qué profundidad en las palabras: "terroristas y narcotraficantes". Viniendo de un tinterillo es todo un acontecimiento ya que las pudo usted expresar sin ayuda alguna. Su vehemencia para repetirlas fue admirable, lo felicito, ha demostrado ser usted un buen alumno de la escuela colonialista yanqui, de hecho parecía que escuchábamos al mismísimo presidente de los Estados Unidos cuando invadió Irak y comenzó una masacre interminable: "Terroristas, terroristas, terroristas". Debo de confesar que de pronto me asaltó la duda de si era realmente usted quien hablaba, ya que por momentos pensé que el espíritu del Tío Sam lo había poseído, pero no, era usted solito con su vocecita que a ratos le temblaba entre colérica y sumisa. Por cierto, si en algún momento se llegara usted a sentir poseído por tan abominable demonio le recomiendo acuda a los profesionales, en su propio país, claro yo que le puedo decir, se encuentran élites de los mejores exorcistas de América Latina en las filas de su ejército, de su policía y de sus paramilitares. Como usted bien lo sabe, le pueden sacar en tres segundos cualquier demonio, información o nombre que se la haya atorado en la garganta, es más, le pueden cambiar la identidad cuantas veces quieran. Con una breve sesión de terapia interactiva, usted puede confesar y probar que es Yuri Gagarin y que voló al espacio y tuvo amoríos con la perrita Laika.
Pero no nos desviemos del tema, Excmo. Tinterillo. Ese dicho que tenemos los mexicanos, no sé si en su país también lo tengan, de "Dime con quién andas y te diré quien eres" y que usted con toda su sabiduría de tinterillo le aplicó a cuatro estudiantes mexicanos en territorio ecuatoriano para matarlos, es un verdadero ejemplo de cultura y educación, los grandes filósofos de la humanidad deben de envidiarlo en estos momentos, qué manera tan práctica de aplicar un silogismo categórico. A su vez, sus conocimientos acerca de derecho internacional, de soberanía, autonomía y respeto entre los pueblos, son un asunto admirable. Pero más, su capacidad de aprendizaje. Excelentísimo Señor Tinterillo, no sólo invadió un país vecino, mató a civiles de un tercer país y después, además, vino a mi país a acusar a mis compatriotas de narcotraficantes y terroristas.
Excmo. Tinterillo, usted dirige, si se le puede decir así, a un gran pueblo hermano, los dirige inexorablemente a la pobreza extrema, de hecho lo ha ido logrando con pasos firmes y ya casi logra su objetivo: hacer a los ricos más ricos y a los pobres desaparecerlos. Más de 15 mil desaparecidos y 13 mil masacrados, testigos mudos de la democracia colombiana. Cuatro millones de desplazados, y todas las ejecuciones extrajudiciales por el Ejército Nacional y paramilitares que atinadamente usted dirige, son sólo algunas cifras. Si alguien está versado en TERRORISMO, no cabe duda que es usted Excmo. Tinterillo. ¿A caso estudió usted en la Escuela de las Américas? ¿Tiene algún diplomado en la CIA? ¿O estudió teatro guiñol como marioneta en la Casa Blanca? No tengo la menor duda de sus cartas credenciales ni de sus buenas calificaciones. Sólo así nos podemos explicar cómo es que puede utilizar a su patria como su mozcorra personal.
Excmo. Señor Tinterillo, como mexicano, como artista y como universitario tengo a bien decirle que su visita a México fue muy ilustrativa, aprendí más de usted sobre terrorismo en cinco minutos, que lo que pude haber aprendido en toda una carrera universitaria, metido en un salón de clases de la Universidad Nacional Autónoma de México. Definitivamente para cualquier terrorista es usted todo un ejemplo.
Exelentísimo Señor Tinterillo del Imperio, me despido respetuosamente de usted con la esperanza de tener el gusto de volverlo a ver por aquí y cruzar nuevamente algunas letras con su finísima persona. Mis más respetuosos saludos a su familia y a sus perros.
Sin más por el momento, sinceramente. Un Mexicano.
Comentarios: polocastellanos@gmail.com
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