Sorprenden con su propuesta de Rare Groove
El cuarteto holandés Rare Groove Orchestra llegó a la Sala Felipe Villanueva antes de cerrar en el Eurojazz sus presentaciones en México
Por: Silvia Márquez / Toluca
El viernes, la ciudad se llenó de espejos en las calles. Formados por las primeras gotas de lluvia del año, desaparecían ante el caos vial que también llegó al primer cuadro de Toluca. Al fondo, la Sala Felipe Villanueva permanecía como un oasis sonoro, haciendo la invitación a todos aquellos que sorteaban el ruido cotidiano y el frío en forma de agua.
La propuesta no era del todo clara: jazz, groove y funk mezclados bajo la forma de una jam band contemporánea. Sin embargo, minutos después de las 19 horas, las dudas se disiparon bajo las notas de la agrupación holandesa The Rare Groove Orchestra.
Sus influencias musicales podrían decir mucho sobre ellos. The Meters, Booker T. & the MG's, James Brown, Lonnie Smith, Jimmy Smith, Grant Green, The Funk Brothers, Medeski, Martin & Wood y The Ibrahim Electric son algunos de los sonidos que forjaron la historia de la banda .
En realidad, el cuarteto formado por Felix Faassen (órgano Hammond), Luca Giordano (guitarra), Ivar Zantinge (bajo) y Dick de Zwart (batería), recorre los caminos del jazz contemporáneo, mismo que se nutre del funk como base rítmica, guiada por las voces del teclado Hammond.
En su primera presentación en el interior de la República, la RGO logró que el público se involucrara con la música que se originó en medio de palmas, baile, sonrisas y gritos.
Poco a poco, conforme la noche avanzaba, quedaron de lado las inhibiciones y los asistentes comenzaron a bailar, algunos desde sus asientos, otros en el escenario al lado de los músicos, quienes siempre incitaron a la diversión.
La fusión de ritmos latinos, africanos, jazz americano y europeo, ritmos de los años sesenta y setenta, groove y funk, se mostró delirante, dejando de lado las improvisaciones al estilo del free jazz y logrando una música divertida que hizo sonreír a más de uno.
El atinado uso de los instrumentos electrónicos, aunque no digitales, permitió que las personas partícipes disfrutaran del órgano Hammond, pocas veces visto en un concierto, y que bajo la manipulación de Felix Faasen logró una amplia aceptación y acercamiento con la gente que aplaudía ante cada "frase" dicha por las notas.
Dick de Zwart en la batería mostró sobriedad de principio a fin, aunque con varios solos a los largo del concierto mostró su capacidad técnica y dominio completo del instrumento, así como las bases sólidas de la improvisación.
El bajo, en manos de Ivar Zantinge, llevó el rumbo de la velada. Mantuvo firme el eje de la RGO, sin despegarse de los retos propuestos a sus compañeros de banda durante las improvisaciones.
Por último, Luca Giordano en la guitarra, con una actitud desenfadada bailó, saltó por el escenario, dialogó con el público y animó en todo momento a ver la música como una alegría expresiva, como un acto de complicidad.
La RGO cerró la noche después de llevarse una cobija de aplausos. Tal vez los integrantes no entendían las palabras que el público gritaba, pero en sus rostros se mostraba la emoción por lograr una de las noches "más importantes de nuestra carrera", como diría después a IMPULSO Dick de Zwart.
Su presentación del viernes, una de las primeras que realizan en América Latina, fue el principio de una pequeña gira que realizaron en México. Sólo Toluca, Cuernavaca y la Ciudad de México fueron testigos de la calidad y la propuesta de la RGO.
Precisamente en la capital de nuestro país, los holandeses fueron los encargados, ayer en el Centro Nacional de las Artes, de poner punto final al Festival Eurojazz.
En entrevista, Luca Giordano dijo, a propósito de propuesta musical en México, que para la RGO "es importante acercar a la gente al jazz, nosotros tratamos de hacer ver que el jazz es sólo una pequeña pieza de la música del mundo (...) En Holanda hay muy buenos músicos que tocan ‘jazz serio’, por eso nosotros queremos ser un poco diferentes, hacer que la gente baile, se divierta y disfrute la música".
Reforzando la idea, Ivar Zantinge opinó que el jazz simplemente "es alegría, disfrute, diversión y es lo que tratamos de hacer sobre el escenario. Hacemos música feliz para gente feliz".
Después de sus presentaciones en México, la RGO regresará a su país, donde seguirá con la promoción de su disco homónimo, así como participaciones en festivales de Holanda y Francia.
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