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IMPULSO Estado de México || Sección Cultural

La Ventana Indiscreta

La Ventana Indiscreta

¿Cuántas veces nos hemos curado?...

Eridania González Treviño

"La venganza es la mejor cura para alguien que está herido"…

Oh Dae-su,

Oldboy

 

La nombrada Trilogía de la venganza es un conjunto de violenta poesía visual. Escritas y dirigidas por el coreano Park Chan-Wook Sr. Venganza (2002), Oldboy (2003) y Sra. Venganza (2005) comparten un solo motivo pero distintas formas de ejecutarlo. Estos tres filmes son una muestra ejemplar de belleza cinematográfica.

El primer largometraje de esta trilogía, Sr.Venganza, no refiere, como su nombre lo indica, a un individuo con miras a desahogar una herida, sino tres venganzas nacidas de la más pura y honesta irracionalidad. Las circunstancias someten a los personajes a rencores y dolores incurables. Una cadena interminable de actos que repercuten inevitablemente en alguien y que concluyen en muerte.

Para un padre, un hermano y un grupo revolucionario la venganza surge de problemas sociales comunes –despido laboral, pobreza, enfermedad, engaño, burocracia, robo, idealismo y equívoco– que hacen de ella una cuestión de honor. Víctimas y victimarios juegan ambos papeles.

En Oldboy el enredo narrativo supera cualquier intento del espectador de anticiparse en la historia. Las secuencias escénicas indican cierta linealidad que impide imaginar qué sucederá. En este filme, a diferencia del Sr. Venganza, la permanencia de la vida es el mejor pago de las deudas. Ninguna señal a futuro, todo es acción y búsqueda. El móvil, el amor puro y pasional.

Un personaje, Oh Dae-su, planea durante 15 años la venganza contra quien lo tuvo secuestrado todo ese tiempo, sin embargo, ignora a quién y qué debe. Su deuda se concentra en diez tomos escritos por él mismo. Su único fin es la venganza. Una cuestión de ego, de amor propio. Su búsqueda rebasa los límites de la razón, e ignora que está siendo objeto de una venganza superior y delicadamente planeada.

Oldboy

, basado en un manga japonés, imita en una de sus máximas escenas de violencia la secuencia en viñetas y, acompañado de la ironía, causa en el espectador el efecto inevitable de la risa.

Si en Sr. Venganza y en Oldboy los personajes son la finalidad de la venganza, Sra. Venganza es el ideal romántico de la liberación del sufrimiento. Lee Geum-ja, protagonista de este filme, lleva impresa en su construcción la estigmática frase "dulce venganza". Personaje antitético en sí mismo, representa la bondad, la generosidad y la belleza, instrumentos que la auxilian en el cobro, magistral e inteligente, de una sola deuda.

El argumento, acompañado de escenarios invernales, proporciona el toque melancólico de cada oración, de cada paso y cada acto realizado por Geum-ja. El sufrimiento de este personaje es, en un inicio, casi invisible, una resignación evidente lo escolta, pero el dolor oculto es el más lacerante de todos los sentimientos humanos, y al final la venganza le dará la purificación buscada.

La música juega un papel muy importante en los tres filmes, Park Chan-wook atinadamente coloca armonías perfectas en momentos clave. Las secuencias más violentas en Oldboy y Sra. Venganza se elevan e hiperbolizan a causa de los excelentes acordes creados por Vivaldi y Paganini. La música académica, la virtuosidad en sus momentos estridentes mas no disonantes, escenarios, fotografía, narración y personajes equilibran las emociones arrebatadas en cada escena, e inundan el ambiente de intensos aromas de venganza.

Trilogía carente de recurrencias, cada uno de los personajes alcanza su autonomía discursiva, se trata de personajes redondos, perfectamente construidos y a pesar del uso explícito de la violencia –sin caer en lo grotesco–, el espectador será capaz de sentir empatía por la historia, compartirá el mismo dolor y el deseo de venganza casi tanto como lo sienten ellos, y entonces comprenderá y justificará todas y cada una de las acciones, sin privarlos de razón.

Casi verdad universal, un individuo multiplicado por todos los hombres del mundo, que pretenden, por lo menos algún día de sus vidas, vengarse de algo o de alguien, hecho que inevitablemente implica que todos se conviertan en víctimas. Todas las acciones conllevan consecuencias, todos tendrán que pagar…

"Ríe y el mundo se reirá contigo, solloza y llorarás solo…"

Oh Dae-su, Oldboy

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