Blogia
IMPULSO Estado de México || Sección Cultural

LA CIMA

EL SECUESTRO DE LA CULTURA POPULAR

 

La cultura popular es toda expresión creada por el pueblo de una nación, comunidad o localidad cualquiera que esta sea; son las manifestaciones materiales e inmateriales nativas y originales del sector popular que se encuentran alejadas de las mercancías impuestas por empresas e instituciones nacionales o transnacionales.

En México como en casi toda Latinoamérica el deporte más popular es el fútbol, práctica deportiva que además de servir de diversión como espectáculo es jugado por la mayoría de los habitantes de nuestro país, pues solo basta dar una vuelta los fines de semana por los barrios, colonias, lotes baldíos o terrenos llaneros para darnos cuenta de la importancia de este deporte en las vidas cotidianas de una gran parte de la población mexicana.

Aunque se puede decir que el fútbol llego a nuestro país como una cultura deportiva traída por los europeos, es aquí en donde se le imponen elementos y características únicas que lo hacen particular de acuerdo a nuestro contexto, es así como el pueblo adopta su producción y reproducción haciéndolo una práctica cotidiana en la que se tiene la libertad de decidir sobre su uso, por lo que el fútbol en México es una expresión con particularidades culturales que lo hacen diferente a las del resto del mundo.

Es decir que aunque halla sido importado no fue traído por industrias del entretenimiento deportivo para su expansión en esferas exclusivas de la sociedad, sino que fue traído por los mismos trabajadores europeos como una manifestación de su propia cultura popular, por lo que a partir de esos momentos el fútbol en nuestro país comienza con una continuidad histórica en donde es posible que cuente con un núcleo de cultura nativa propia, en donde se organiza y vive por medio de las habitantes que lo adoptan y recrean según sus propias características de su lugar y espacio.

Como toda manifestación cultural no pudo escaparse de la vista de los medios masivos de comunicación, al ser una expresión que puede ser utilizada y vendida para conseguir grandes ganancias en ventas de su uso, consumo y objetos culturales que se crean alrededor de él.

Pero aun así el fútbol tiene las fuerzas suficientes como para ser, además de mercancía cultural, una manifestación inventiva y original del pueblo, pues en las escuelas, carnicerías, carpinterías, talleres, tiendas, bares, cantinas etc. donde es visto y consumido como el espectáculo del pueblo, que no importa si se tiene dinero o no, o si se esta en problemas familiares, escolares o laborales; el fútbol sigue siendo la catarsis popular de miles de mexicanos, y esto se acentúa en tiempo de las grandes competiciones pues los ojos de la mayoría de una nación se encuentran puestos en las actuaciones de su representativo nacional.

Por lo que actualmente resulta ofensivo a los más de 50 millones de mexicanos que apenas sobrevivimos, el trato y la operación constante de industrias y medios nacionales e internacionales, que no se conforman en convertir cada vez más al fútbol en una mercancía manufacturada ( al igual que el rock, lucha libre, bailes etc.) sino que ahora a favor del campeonato que se realiza cada cuatro años, han resignificado el consumo de verlo, por medio de una campaña que ha logrado hacer de lo popular una expresión de elite, que solo se puede consumir gracias al acondicionamiento de los productos tecnológicos.

El espectáculo se vuelve exclusivo y no solo eso sino que ahora se ve de forma extrema el poder de los medios sobre el público invadiendo su tiempo de ocio y de descanso, ya que para tener acceso a este hay que consumir su formula futbolera en la que predomina el costo sobre la forma y el estereotipo sobre el estilo popular.

Tal parece que en esta justa deportiva se ha consolidado el poder de las industrias del entretenimiento, pues el mercado comercial ha secuestrado a una de las prácticas populares de más arraigo en México, en donde tal parece que no queda de otra más que legitimar esta manera de delimitar quien si ve y quien se queda al margen de disfrutar el deporte.

Estamos ante el inicio de mensajes, objetos y mercancías culturales que representan la aparición de nuevos lenguajes y formas de consumo que acentúan el dominio de una de las manifestaciones más populares del país.

0 comentarios