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IMPULSO Estado de México || Sección Cultural

SILENCIOS ESTEREOFÓNICOS

"De mi sangre hasta tus cuchillas" o la influencia de Alejandro Jodorowsky en El Columpio Asesino

Por: Félix Morriña

Con tan solo dos discos en el mercado ("El Columpio Asesino", 2003 y "De mi sangre a tus cuchillas", 2006), el apoyo de la prensa especializada de su país de origen (España) y de México, más la buena reputación de los conciertos y su aportación al rock en la Lengua de Cervantes, El Columpio Asesino es una agrupación a la que hay que ponerle mucha atención a lo que haga porque resultó una excelente sorpresa en la música contemporánea.

Me tocó presenciar uno de sus tres conciertos de su gira por México, el ofrecido la noche del pasado jueves 25 de enero en el Hard Rock Live del Distrito Federal (los otros recitales fueron el viernes en Guadalajara y el otro se llevó a cabo el domingo 28 en el Foro Alicia de la Ciudad de México), donde tocaron al lado de los mexicanos San Pascualito Rey y los neoyorquinos de Elk City.

Desafortunadamente, los seguidores del sexteto navarro en el Valle de Toluca no pudieron presenciar su música en vivo porque el organizador en esta parte del país no pudo con el paquete y tuvo que cancelar dos días antes de su presentación en el restaurante bar La Mecha de Metepec, fichada para la noche del sábado 27 de enero.

El pretexto fue que el local de la Plaza San Isidro no cumplía con los requerimientos básicos para efectuar el concierto en un espacio poco idóneo para disfrutar a una banda de este nivel. A los músicos les molestó la actitud del organizador y de los dueños del lugar por la falta de profesionalismo.

Ellos estaban muy interesados en tocar para su audiencia mexiquense en un foro pequeño para intimar con sus seguidores. Es más, la promoción de su segundo disco "De mi sangre a tus cuchillas" (Astro Discos, 2006) está pensado para recitales de no más de mil asistentes. A La Mecha le caben cuando mucho 200 personas, lo cual hubiera sido genial para la gente interesada.

De consuelo para los melómanos mexiquenses, puedo decir que el concierto de la noche del jueves fue estupenda porque no estuvo hasta el tope el local de Reforma y Campo Marte, Polanco (al que le caben incómodamente mil personas y esta vez hubo aproximadamente 350 almas), lo que permitió disfrutar tranquilamente la propuesta de la agrupación española por espacio de poco más de una hora, tiempo suficiente para entender de qué están hechos y que su eje musical tiene muchas bases experimentales.

En su música podrás descubrir que sus influencias rockeras están fundadas en Pixies, The Clash, Iggy Pop, Sonic Youth y los Dead Kennedys por mencionar algunas bandas de importancia, como también te darás cuenta que hay mucho del literato, dramaturgo, cineasta, tarólogo, novelista y terapeuta chileno Alejandro Jodorowsky.

La influencia de Jodorowsky en El Columpio Asesino radica principalmente en el baterista, vocalista y compositor Albaro Arizaleta, quien es fiel lector del sudamericano y lo toma como su guía moral y espiritual. Arizaleta asume la influencia de Alejandro, sobre todo porque una frase que puso por dedicatoria en el libro de su autoría "La danza de la realidad", terminó afectando al músico.

La frase que puso Alejandro Jodorowsky dedicada a la banda y a su baterista fue: "De mi sangre a tus cuchillas, para El Columpio Asesino". Desde ese momento, Albaro Arizaleta supo que el nombre del segundo disco de su agrupación tendría que ser precisamente ése y todo el proceso creativo, el de producción, post producción y hasta la salida al mercado tendría que estar marcado por Jodorowsky.

Este segundo material está integrado por 11 cortes más un desliz sonoro (o bis, como quieran llamarle) con una estructura que permite a cada rola tener su propia unidad, su propia identidad sonora y al mismo tiempo todo en su conjunto es una pieza suficientemente armada para ser un concepto disco que va más allá del rock básico, la electrónica, el pop y la experimentación.

Si el disco termina por gustarte, en vivo estos navarros te atraparán, porque además se presentan con atuendos hasta cierto grado ridículos o con vistosa comodidad hogareña. El guitarrista aparece con un bata y con una barba de semanas, totalmente despeinado; el bajista como si estuviera haciendo labores de restauración casera.

El saxofonista viste como Elvis Presley; el tecladista como todo un new wave trajeado; el baterista pelón y con sombreros tipo Tardán haciéndose el importante y el otro guitarrista como cualquier hijo de vecino los domingos de cruda. Todos ellos se hacen llamar Albaro, Raúl, Markos, ION, Chive e Iñigo.

No suelen hablar mucho en las conferencias de prensa, porque creen que no es necesario ahondar en algo que debe escucharse todo el tiempo. En las entrevistas contestan lo necesario e invitan a la gente a que se atrevan a verles tocar y a que compren su disco. Les ha ido bien hasta eso sin tanta alharaca.

De lo que sí estamos seguros es que esta banda está basada en los hermanos (Albaro y Raúl) Arizaleta, Xabier "Txibe" Ibero y Markos Tantos. Los demás son importantes, pero ellos lo saben y con eso basta, por lo que es innecesario agregarlos a las listas de créditos.

Lo que sí mencionaremos son las canciones que interpretaron esa velada. Todas ellas muy buenas: "Edad legal", "La perra del hortelano", "El regreso del evangelista", "La zorra", "No llores más", "Floto", "Pacífico" y "La caja de música". En todas ellas hay un fuerte contenido sexual, altas dosis de humor negro, soledad y salvación.

Sobre el nombre de la banda, nunca han determinado el motivo, ni el por qué decidieron llamarse de esa manera. Para algunos suena ridículo, tonto, sin significado, pero para otros les insinúa pederastia, pedofilia, música incidental, infantil, pero también de filme de horror. Ahora ya saben que se trata de un sexteto navarro que hace buena música rock.

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