Un mexicano pintando Japón
Causa buena impresión la versión mexicana del harakiri
Por: Gabriela Contreras / México, DF
Entre las esculturas, lienzos y un infinito número de colores que engalanaban a la galería y la bella vista del Paseo de la Reforma en la Embajada Japonesa, IMPULSO entrevistó a Yuri Otani, mexicana de origen japonés que labora en el Centro Cultural e Informativo y en la galería de dicha institución.
¿Cómo se logró esta exposición?
"Alma García se nos acercó preguntando si existía la posibilidad de montar una exposición de su Escuela CREARTE; nos trajo sus trabajos y como nosotros somos un centro donde damos la difusión cultural de lo que es Japón para el público mexicano, le puse una condición: que el tema fuera Japón o manejar alguna técnica japonesa.
"Nos llevamos la sorpresa de que se esmeraron muchísimo e hicieron un gran trabajo. Lo que nos ayuda a ver en esta exposición cuál es la visión del mexicano".
¿Qué opinan los japoneses de esta Embajada acerca de la visión mexicana de la cultura nipona?
"Como te habrás dado cuenta hay muchos cuadros de los samuráis, geishas, el monte Fuji, cerezos, en fin, símbolos muy representativos de Japón.
"Nos dimos cuenta de que debemos esforzarnos más para que se reconozcan otro tipo de cosas de nuestro país. Es como en el caso del mexicano en Japón, que se habla de los tacos, el ranchero, el tequila, las pistolas, el nopal, etcétera, por lo que sería interesante enfocarnos a otras cosas que Japón tiene que nos gustaría que las personas conocieran".
¿Qué cosas tenemos que conocer?
"En la actualidad el Gobierno japonés se está dando a la tarea de promover la versión japonesa de la cultura pop, es decir, el arte pop, la música, animaciones japonesas, los cómics o mangas. Eso ha sido una forma de conquistar al mundo. Queremos dar a conocer lo que ahora está de moda en Japón, que es extraño en Occidente, para dar una cara moderna".
¿Qué obra te ha dejado más satisfecha?
"Sin duda ‘Honor’ (del maestro Paul Achar). Se me hizo muy curioso porque yo conozco las dos culturas (la mexicana y la japonesa), y esta pintura me recordó los exvotos de la casa de Frida Kahlo y los de las iglesias. Me gustó porque me hizo recordar ese tipo de pintura muy sencilla que la gente pinta, pero observando bien trae un traje de samurai, por lo que se me se hace muy simpático; se ve la parte lúdica, la mezcla mexicana y japonesa. Me identifiqué porque yo soy de la ciudad de México y de origen japonés, entonces sí se me hizo muy atractivo este cuadro".
¿Cuál es tu opinión acerca de esta especie de harakiri en el corazón en la pieza "Honor"?
"No hay ningún problema porque poniéndome en el papel de japonesa, no lo estoy viendo como un trabajo japonés (...) es más, eso no es una catana, la espada japonesa. Ahí está la parte interesante que es la interpretación del samurai, la visión del artista acerca del harakiri, aun cuando no sea un harakiri. Es muy interesante, por la simplicidad tan valiosa, un mexicano pintando Japón".
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Datos de interés
La obra "Honor" de Paul Achar fue realizada en una semana porque sería la imagen de la invitación. La técnica es mixta, óleo, acrílico, hoja de oro y textura sobre madera con medidas de 60x40 cms., sin embargo, en el diseño final de la invitación no había imágenes.
Esa misma pieza fue la que más agradó a los empleados de la Embajada por la originalidad, la técnica del trabajo y la mezcla de culturas.
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