Escaramuza

Jesús y las playas artificiales

Por: Polo Castellanos

El niño Jesús agaró sus bermudas, sus chancletas de plástico fosforecente y se lanzó a buscar la playa más cercana. De perrito, de rana, de dorso y hasta de mariposa, el niño Jesús y su pandilla de "apóstoles" dieron tremenda exhibición de nado sincronizado en el Acapulco de concreto que instaló para la plebe el carnal Marcelo.

Iniciaron las vacaciones de Semana Santa. Más de treinta millones de pesos en playas artificiales para "promover la cultura, la diversión y la recreación." (¿La cultura de qué?). En tan fastuoso escenario surrealista, tan propio de nuestro país, vivir en la pobreza tiene sus ventajas, no hay comida, no hay empleo, no hay agua en las colonias, la burocracia nos tiene atosigados con su inopia, los recursos para cultura siguen detenidos en la Secretaría de Finanzas, la policía está encima de los ciudadanos, la cultura oficialista es mediocre, ¡pero hay playas artificiales! ¡Viva la revolución democrática!

Por la mañana, la gente tirita con la temperatura del agua de las albercas, pero conforme avanza el día el sistema de calderas empieza a trabajar de la manera más eficiente. El sistema es infalible, ahorra energía, no tiene costo y es producto del ingenio popular porque aprovecha en su totalidad la temperatura de la orina que producen cientos de eficientes mozalbetes y pubertos que juegan al bucito y a la sirenita a lo largo del día. Rodeadas con toneladas de arena que le fueron a saquear a la madre tierra veracruzana, las playas chilangas no tienen comparación con Playa Caleta, que digo Caleta, con las mismísimas playas del caribe mexicano.

El sistema de calderas, cuyo origen por cierto es el de Playa Caleta, de hecho lo puede usted instalar en su propia casa. Sólo meta a sus hijos en una tinaja con agua corriente, si es que cuenta con ella, de un metro por un metro (con flotadores, no se vayan ahogar), déjelos cuan largo es el día chacoteando hasta que se aburran y deje que la naturaleza haga lo suyo. Para las 8 de la noche tendrá un jacuzzi listo; prenda velitas, descorche un refresco, pase una velada romántica con su pareja y conviértase en la envidia de su colonia. Y si en su colonia tiene problemas con el agua, no importa, repita la operación con la misma agua el resto de sus vacaciones y pase por un ecologista que sabe reciclar y siga siendo la envidia de sus vecinos.

Ante la eficiencia gubernamental para implementar "actividades culturales" y contar con los presupuestos necesarios para traer el circo al pueblo, mientras áreas prioritarias como el arte y la cultura esperan presupuestos, ahora en abril, a que termine la cuesta de enero para poder producir. Los artistas podemos también aportar a la cultura del atole con el dedo algunas creativas ideas (gratis como siempre) que les ayuden a despilfarrar el dinero para las próximas vacaciones en D.F.

1.- Podemos hacer paseos turísticos por el Drenaje Profundo con luz y sonido y toda la cosa bien armada: "Visite las grutas", "Admire las estalactitas que le ha costado a generaciones de mexicanos formar día a día, durante décadas. Se cuenta con equipos de espeleólogos y personal capacitado. También se puede usted checar la presión en nuestros consultorios subterráneos. Entrada Libre".

2.- "Rafting en el Gran Canal". Con llantas de tráiler para los pequeños. Equipo de salvavidas y servicio de gastroenterólogos en unidades móviles. Entrada libre.

3.- Y para que las playas tengan más realismo inauguramos otras cinco en el "Río de los Remedios", total, si pasa un cadáver flotando le hacemos creer a la plebe que fue un ataque de tiburón y nos salimos del agua todos histéricos. Aquí podemos traer arena de Cancún, al cabo tenemos dos litorales de donde escoger. Además, podemos prestar tablas deslizadoras y vender mojarritas fritas. Eso sí: Servicio médico, siquiatra y veterinario móvil. Entrada libre.

4 y último.- Instalamos simuladores de vuelo en el Zócalo, con cámaras de descompresión, sobrecargos, pilotos y toda la cosa para que el pópulo siga pensando que volamos rápido hacia el primer mundo. También entrada libre.

Cuando los romanos preguntaron si alguien conocía al pequeño mozalbete de nombre Jesús, Pedrito, su cuate del alma, lo negó tres veces y un tal Judas lo entregó a la policía a cambio de una torta de huevo, por andarse orinando en el chapoteadero, orgullo de la infraestructura populista del gobierno del Distrito Federal y darse arrumacos con la niña María Magdalena debajo del agua.

Mientras en la otra parte del Circo Romano los apóstatas de la izquierda se apedreaban por la repartición de huesos para consolidar su Imperio de ex priístas, el niño Jesús era trasladado a los calabozos del tribilín para su última cena y ser crucificado al día siguiente, acusado de daño en propiedad del GDF, conspiración, asociación delictuosa (se piensa que los "apóstoles" son una banda de narcomenudistas) y faltas a la moral, por un grupo de romanos en cuyo blindaje se leía Seguridad Pública. ¡Felices vacaciones!

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