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IMPULSO Estado de México || Sección Cultural

Escaramuza

 

 

 

La Bandera, de papel de baño a trapo de la justicia

Por: Polo Castellanos

De risa la aplicación de la justicia mexicana en el estado de Campeche, hoy, una vez más contra la libertad de expresión. Un poeta y catedrático universitario tendrá que pagar cincuenta pesos y ser amonestado por su poema "La Patria entre la Mierda". Independientemente de la validez artística o la estructura poética del mencionado escrito, ofensivo para algunos y aplaudido por otros, lo que se encuentra en juego es la libertad de expresión.

Hablar de la Patria siempre resulta delicado sobre todo para los artistas que parece, nunca estarán excentos de la moral mediocre de quienes desde el poder pretender marcar los designios y el destino de quienes se atreven a cuestionar al sistema y al gobierno. Menos, de la mojigatería de asociaciones como la Civil "Pablo García Mantilla" que al estilo de Provida y el Opus Dei quieren trazar, a como dé lugar, la moral con la que debe conducirse un mexicano.

El poema en cuestión, por demás escatológico, invita a los mexicanos a limpiarse "el culo" con la bandera de México como una respuesta al respecto de los sentimientos patrióticos que desata la actualidad nacional a este poeta que sin reparo alguno insulta los sentimientos de los seudo patriotas que tienen a nuestra Patria sumida en la miseria. A los patriotas de este país, la verdad es que nos dio lástima que el poeta haya tenido que caer tan bajo para hacerse escuchar.

Pero no hay nada de que espantarse, ya muchos mexicanos se limpian el culo con nuestra bandera, con nuestro Escudo Nacional, solo hay que recordar como el expresidente anterior de plano le borró la mitad del águila en una sentada. Tan solo hay que escuchar las barbaridades que se dicen bajo el amparo de la banda presidencial y que en nombre de "la Patria" la entregan todos los días a los interese privados y extranjeros, la insultan en los hechos y cometen las atrocidades, que podemos constatar a diario en los medios de comunicación, en contra del pueblo de México.

Aquí no esta en juego el destino del poeta antipatriota o lo bizarro y escatológico de su escrito, sino el atentado contra la libertad de expresión y la complicidad de la justicia campechana cada vez que estas asociaciones de la vela perpetua levantan la voz en nombre de la moral.

Según el Código Penal Federal en su Capítulo V. Ultrajes a las insignias Nacionales:

Artículo 191. Al que ultraje el escudo de la República o el pabellón nacional, ya sea de palabra o de obra, se le aplicará de seis meses a cuatro años de prisión o multa de cincuenta a tres mil pesos o ambas sanciones, a juicio del juez.

Artículo 192. Al que haga uso indebido del escudo, insignia o himno nacionales, se le aplicará de tres días a un año de prisión y multa de veinticinco a mil pesos.

Así que si somos justos con la decisón de un juez, hay varios politiquillos, algunos llegaron a la presidencia de la república, que le deben varios pesos a la Nación y varios meses en la cárcel por antipatriotas y traidores.

No es la primera vez que se censura un artista por sus expresiones, yo mismo he sido censurado alguna vez, aunque no con tanta saña, por expresar a través de mi pintura ideas que ciertos grupos al estilo de la Inquisición se incomodan y saltan cuando se sienten ofendidos en su diminuta moral y educación. Para una Nación como la nuestra, henchida de expresiones culturales de lo más variopinto y que se caracteriza por su diversidad cultural, es muy grave que estos atentados a la libertad de expresión continúen. Las comisiones de derechos humanos a nivel internacional han hecho serios señalamientos al respecto, catalogando a México como uno de los países donde más se cuartea la libertad de expresión. De hecho estamos catalogados como el peor país para los periodistas. Por tal motivo resulta abominable que un juecesillo, por la vía legal censure la libertad para expresarse con la que deberíamos contar los artistas y cualquier mexicano que se jacte de serlo. Así que la "justicia" ya sabe lo que puede hacer con su fallo. Respeto a la libertad de expresión.

 

 

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