Escaramuza

Juan Pitas, Perengano y Fulano de Tal, íconos del arte mexicano

Por: Polo Castellanos

Increíble pero cierto, Juan Pitas, el aplaudido artista plástico orgullo de México e ícono del arte mexicano, presenta su obra en el Zócalo de la Ciudad de México. Junto con sus colegas Perengano y Fulano de Tal, muestran en magna exposición monumental parte de su obra más reciente.

Promovida por el gobierno federal, el Instituto Nacional de Bellas Artes, el Consejo Nacional para la Cultura y las artes, la Secretaría de Cultura, el Instituto Nacional de Antropología e Historia, Fundación Televisa, Fundación Azteca, Grupo Salinas, el Gobierno del Distrito Federal y la miscelánea "Lupita", la magna exposición estará abierta al público hasta el 31 de diciembre del 2008.

La obra comprende desde sus trabajos más representativos en el muralismo, hasta las magníficas fotografías monumentales de Fulano de Tal. Perengano nos hace un recorrido por su gráfica más reciente. Los tres artistas concluyen su investigación realizada a lo largo de cinco años producto de sus viajes al México desconocido, promovidos por la Secretaría de Gobernación y distintas organizaciones no gubernamentales. Además de recibir una fuerte cantidad de dinero por su gran esfuerzo, los artistas realizarán ciclos de conferencias y mesas de debate sobre arte mexicano y sobre sus experiencias de viaje por los lugares más recónditos del país.

"Trabajamos durante dos años recorriendo y visitando a nuestros pueblos indios en el norte del país", menciona con emoción Perengano. "El objetivo fue difundir a las culturas del norte tan olvidadas por los mexicanos. Aprendimos muchas cosas, como el respeto que existe hacia la naturaleza y a convivir en armonía con la madre Tierra", puntualizó.

Por su parte, el muralista Juan Pitas menciona sobre la necesidad e importancia del arte público: "El muralismo se convierte en un testimonio gráfico histórico. Tres de los diez murales que presento narran la historia contemporánea de la Nación Yaqui, contada por ellos mismos y en la que colaboraron directamente en el ejercicio plástico. El resto de los murales tienen que ver más bien sobre la cosmovisión y la diversidad de pensamientos que fuimos encontrando a lo largo de los viajes, desde la Peña Bernal, hasta la sierra Tarahumara".

En su momento, Fulano de Tal hizo una reseña fotográfica de todos los escenarios y personajes que fueron conociendo: "Escogí las mejores fotografías que recopilé sobre la gente y su entorno, un poco con la idea de buscar esa parte humana y espiritual que en México se ha perdido".

La verdad absoluta de las cosas es que esta exposición nunca ha pasado y Juan Pitas, Perengano y Fulano de Tal sólo son personajes de la imaginería popular. Concebir una exposición de esa naturaleza con esa cantidad de apoyos y acuerdos sólo es una utopía soñada por los artistas mexicanos. Aquí, eso pasa sólo en las tiras cómicas o cuando los artistas ya están bien muertos. La verdadera y triste realidad es que ese tipo de exposiciones sólo las pueden hacer los extranjeros, ya que la maldición de Malinche rige, desgraciadamente, en el ámbito artístico. Los apoyos, las industrias culturales y los gobiernos estatales y federales siempre acabarán de tapete a los intereses extranjeros, ya fue con un gringo que desnudó a miles de mexicanos en la Plaza de la Constitución; hoy, es un canadiense con un museo itinerante, este último extraordinario fotógrafo.

Pero lo cierto es que la preocupación de las autoridades no es precisamente difundir el arte mexicano sino creer que exposiciones de esta índole con artistas extranjeros nos ponen en el "primer mundo" y nos dan estatus como nación de "vanguardia". Desafortunadamente un artista mexicano tendrá esos espacios cuando esté muerto y las autoridades se den cuenta de la "invaluable" pérdida. Así que por lo pronto podemos esperar sentados que artistas como Juan Pitas, Fulano de Tal y Perengano expongan un día en los grandes espacios y con los apoyos que realmente merecen.