Mantarraya
Apuntes sobre lectura e Internet Por: Heber Quijano Se cumplieron 75 años de la quema de libros realizada el 10 de mayo de 1933 por universitarios nazis, que fue presidida por el exitoso y certero ministro de Propaganda: Joseph Goebbels. Me puse a pensar sobre el valor contestatario de los libros en una sociedad que tiende a dar por sentado que lo escrito es inamovible, las tablas de la ley, la cerca que nadie puede brincar. Si no fuese así, ¿qué sentido tendría mandar a las llamas a los autores que defiendan cualquier idea? ¿Para qué destruir las bibliotecas de Tebas (1358 a. C.) y de Akenatón (1336 a. C.), entre otros tantos casos posteriores? La literatura imprime en sus materiales (piel, jeroglífico, paredes, papel, arcilla) la identidad de quienes la produjeron: su religión, modo de vida, ideología, etcétera. Sin embargo, la tecnología nos ha cambiado las cosas, Internet es una forma de acceder a la literatura. Incluso Sealtiel Alatriste implementó un (cyber)reality show literario cuando fue director de Literatura en la UNAM, monitoreada por W Radio en la extinta emisión de Carlos Loret de Mola. Además, también se abrieron cuatro páginas web para consultar e imprimir obras publicadas por la editorial universitaria y varios foros-taller de lectura y análisis en línea. Tiene sentido, si vemos los cifras de Camilo Ayala Ochoa. Existen casi 160 millones de páginas web, más de 74 millones de blogs y se envían más de 60 mil millones de e-mails diarios. Quién se atreve a decir que nadie lee, y que nadie escribe. Sigamos. Antes de 2009 habrá cerca de mil millones de computadora, aunque en 2012 los usuarios serán tres mil millones de personas. Aquí tiene que quedar claro que sólo un tercio de la población tendrá computadora. Para esas fechas, la venta de computadoras superará a las de escritorio. El material en Internet equivale a pilas de doce libros que abarcarían 93 millones de millas: la distancia promedio de la Tierra al Sol. Sin embargo, hay un punto de quiebre: sólo 5% están en español, la cuarta lengua hablada en el mundo. Sólo para matizar, en el pasado congreso Internet 2007, Alejandro Pisanty Baruch, titular de la Dirección General de Servicios de Cómputo Académico de la UNAM y presidente de Internet Society México (ISOC), señaló que sólo una cuarta parte de la población tiene acceso a la red y que sólo la mitad obtiene los beneficios de la sociedad de la información. Grave impedimento si creen que el Internet es democrático; además, usar la red implica una doble educación: la propia de la lectura, y la del uso de la tecnología. En contraste, el volumen de la información científico-técnica se duplicará casi cada tres días; los datos disponibles en el mundo se duplican cada 80 días; la cantidad de información digitalizada fue tres millones de veces mayor que la de todos los libros escritos en el mundo. ¿Cómo las van a quemar? Suena complicado, también leer la Biblia (el Talmud o el Corán) en la pantalla.
heberquijano@yahoo.com.mx
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