Blogia

IMPULSO Estado de México || Sección Cultural

Giselle, el amor medieval sobre el escenario

Giselle, el amor medieval sobre el escenario

El Ballet Nacional de Rusia llegó a Toluca con el misticismo de la obra clásica

Por: Silvia Márquez / Toluca

Giselle muere por un engaño. Su espíritu aún llama a su amado, el que ocasiona su trágico final. Él, extasiado por las

Willis, espíritus que confunden y llevan a la tumba, baila desesperado mientras el amanecer desvanece el sueño macabro que podría llevarlos a los brazos de la muerte disfrazada de Giselle.

El ballet, con su dramatismo, se expresa sin palabras. Movimientos y música bastan para dar forma a una de las expresiones más bellas del ámbito artístico.

Este año, el Ballet Nacional de Rusia retoma esta obra de repertorio clásico, con música

de Adolphe Adam, coreografía de Jules Perrot y Jean Coralli y libreto de Théophile Gautier y Jules-Henri Vernoy, basado en la obra De l’Allemagne de Heinrich Heine. La versión que el público de Toluca podrá disfrutar es la original, tal y como se montó en 1841 en la Ópera de París.

Sergei Sokolov, representante del Ballet Nacional de Rusia, dijo en entrevista que la compañía clásica está compuesta por 40 bailarines, que vienen directamente de Moscú, del legendario Teatro Bolshoi.

Sokolov dijo que esta función, la única en Toluca, el viernes a las 20 horas en el Teatro Morelos, está dedicada a financiar mil mastografías en el DIF de Metepec. Además, las mujeres a las que se les detecte cáncer de mama se les dará un seguimiento para canalizarlas a FUCAM, que correrá con los gastos del tratamiento hasta su recuperación.

Renania renace en Toluca

En una aldea de la Renania medieval, Hilarion, guarda de caza, ama a Giselle y tiembla de celos por Loys, bajo cuyos mentidos andrajos de pueblerino se encuentra el duque Albrecht. Aparece éste para encontrarse con Giselle tras haber ocultado su espada en el bosque y alejado a su escudero. La joven sale de casa y acepta el tierno galanteo de Loys, que jura amarla para confortarla de la negativa de una margarita que ella había deshojado. Hilarion declara más tarde su amor a Giselle, pero ella lo rechaza y éste jura venganza.

Dan comienzo las fiestas campesinas de la vendimia, a las que Giselle se une con entusiasmo no sin el temor de su madre, pues desde niña había tenido una salud muy débil. Mientras esta danza tiene lugar, su madre cuenta cómo jóvenes muertas durante aquellas danzas se convierten en Willis, blancos fantasmas que vagan por los bosques al claro de la luna. Se interrumpen las fiestas para acoger al príncipe de Curlandia y a su hija Bathilde, que llegan de regreso de una cacería con su séquito. Giselle danza para la princesa, que le da un collar y vuelve a partir con los suyos, reanudándose la fiesta campesina. Al llegar Albrecht, Hilarion lo desenmascara mostrando la espada que ha encontrado escondida en el bosque, y llama de nuevo con el sonido del cuerno a los nobles cazadores y a la princesa Bathilde, prometida de Albrecht. Éste, con fingida desenvoltura y justificándose como simple deseoso de distracción entre las danzas campesinas, toma a Bathilde del brazo y se la lleva, sin cuidarse de Giselle. Giselle, al comprender el engaño, cae en la locura y delira iniciando pasos de danza entre los consternados presentes, para finalmente atravesarse con la espada y morir en brazos de su madre ante un Albrecht atónito y desesperado.

A medianoche, en las proximidades de la tumba de Giselle, se entrevé a Hilarion que pasa entre los árboles que lo rodean. Aparece entonces Myrtha, reina de las Willis, quien evoca a su corte de fantasmas femeninos para recoger, danzando, a su nueva compañera, Giselle, que tras inclinarse ante la reina, se une a la espectral danza que mantienen sus compañeras. Se oyen unos pasos y las Willis se desvanecen: es Albrecht, que viene a esparcir lirios sobre la tumba de la muchacha demasiado tarde amada. Después de un momento, se le aparece la imagen de Giselle, y él, alucinando, la sigue por entre los árboles. Entra Hilarion y es rodeado inmediatamente por las Willis, que lo impelen hasta la muerte tras una danza loca. Al retorno de Albrecht, Myrtha lo condena a sufrir la misma suerte que habían sufrido todos aquellos que caen bajo el poder de las Willis, pero Giselle lo protege junto a la cruz implorando en vano a la gélida reina. Condenado a bailar hasta el extremo, Giselle lo sostiene con amor desesperado hasta que las primeras luces del alba imponen la retirada de los espectros. Giselle sigue, al fin, a sus compañeras hacia el reino de las sombras, tras haber encaminado a su amado hacia la luz y la vida.

Silencios Estereofónicos

Silencios Estereofónicos

La leyenda del latin jazz Poncho Sánchez hizo vibrar a la audiencia de Metepec

Por: Félix Morriña

La Poncho Sánchez Latin Jazz Band, es considerada una de las agrupaciones más populares e influyentes del mundo dentro del jazz latino, gracias a una trayectoria de casi tres décadas. Su participación dentro de la edición décimo octava del Festival de Arte y Cultura Quimera 2008 es considerada un honor, toda vez que pocas veces se tiene la oportunidad de presenciar un concierto gratuito de una leyenda de este tamaño.

Así lo constataron los poco más de cuatro mil asistentes que se dieron cita en la escalinata del Calvario de Metepec la noche del pasado domingo 19 de octubre. La audiencia no paró de bailar los sones, salsas, boleros, cha cha chás, mambos, rumbas, guarachas y demás ritmos afrocaribeños que salían de los altavoces colocados estratégicamente en el escenario.

El frío no fue motivo para que la población metepequense asistiera para escuchar por vez primera dentro del festival cultural municipal más importante del país a Poncho Sánchez. Y no es una exageración, porque el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) calificó recientemente al Festival Internacional de Arte y Cultura Quimera como el más importante en materia de promoción cultural a nivel municipal.

Poncho Sánchez y compañía hicieron vibrar por espacio de hora y media, más los 15 minutos de encore, a la gente que lo mismo rendía pleitesía al compositor de discos nodales dentro del latin jazz, que a sus músicos de origen mexicano, portoriqueño y estadounidense.

Heredero del talento de maestros como Tito Puente, Cal Tjader, Clare Fischer y el genial Machito, Poncho Sánchez supo persuadir y complacer al público del Quimera, interpretando una cuidadosa selección de su repertorio que suman más de 30 discos en plan solista y como invitado especial de los mismísimos Tower Of Power, Hugh Masakela y Mongo Santamaria.

Poncho Sánchez inició la velada dominguera con ‘Yumbambé’ incluida en su disco "A Night At Kimball’s East" y en el álbum "El Conguero". Este es un tema símbolo en la carrera del conguero más importante de las recientes tres décadas en el mundo y no dejó escapar la oportunidad de interpretarlo como señal de una festiva y solemne actuación.

Del disco "Afro-Cuban Fantasy" y "Latin Soul" tocó el tema compuesto por David Torres, su director de orquesta y pianista ‘Ven pa´bailar’, mientras la gente asistente conocedora de la obra de Poncho Sánchez le pedía a gritos ‘Mama Guela’ de su disco "Chile con Soul" y "Latin Soul", pero el músico nacido en Estados Unidos no escuchó tal petición, por lo que se dio a la tarea de seguir con un set list entre improvisado y cuidadosamente detallado para concretar una presentación exitosa.

Cuando tocó ‘Co Co My My’, incluido en el disco "¡Fuerte!", el público se dio a la tarea de festejarle cualquier cosa que hiciera, desde el jam session (improvisaciones grupales e individuales) hasta los temas que no ejecutó, porque a un grande como Poncho Sánchez no se le pueden solicitar canciones como si fuese una rocola. A un músico de este calibre hay que dejarlo tocar para que la fiesta nunca termine.

El público que se perdió este encuentro festivo musical pocas veces tendrá la oportunidad de presenciar un concierto de esta magnitud a unos pasos de su hogar y sobre todo gratuito. Para que usted no se pierda más de los artistas programados en esta edición del Festival Quimera, le recomendamos ampliamente consultar la programación en la siguiente página:

 

www.metepec.gob.mx o bien adquiera los programas de mano en las oficinas del ayuntamiento.

Las razones del diablo

Las razones del diablo

Lo futil y la vanidad

Por: Dionicio Munguía J.

La muerte de Richard Blackwell, el creador de la lista de los peores vestidos del jet set dejó consternado a una determinada capa social del mundo. Aunque, como dicen los que estuvieron en esa lista, no era muy agradable aparecer ahí, siempre se extrañará la decisión de incluir a personalidades de la farándula y declararlos como personas que no saben combinar su ropa, o los accesorios o los colgajos que se agregan a la imagen pública que representan. Algo futil, innecesario, ese juego de la vanidad que nos quita el sueño a muchos y nos desvela cada vez que leemos las noticias en el periódico. Es extraño, pero yo también tendré una parte de la melancolía que cubre las calles de Hollywood, y estaré un tanto triste porque, ya lo sé, nunca estaré en esa lista.

Ahora tendré que vivir con la certeza de que mi vestido, mi mejor ropa, no será calificada por Blackwell, ni mi nombre aparecerá en primer lugar, ni seré el hazmerreír de todos, porque la vanidad que no poseo será la única afectada por esta razón. Ahí donde entre la hoguera de vanidades, el sentido que la industria del cine, más la industria del chisme, tan de moda desde el principio y que nunca ha dejado de existir, aunque algunos no le veamos el menor chiste. Eso que se transforma en futil, en vanidad, en superficial, pero que llena la existencia de algunos, o de muchos que viven la nostalgia, al menos en México, por la aristocracia.

Es cierto que hemos trasladado esa aristocracia a los actores. Los hemos convertido en héroes, en villanos de nuestra imaginación, modelos a seguir (aunque los modelos tengan defectos tan humanos, tan simples). La nostalgia por lo insutil, por lo superficial, es tan grande que la televisión abierta, y la de cable también, dedican las mejores horas de la tarde a transmitir esos programas peleoneros, por instantes ridículos, donde nos enteramos hasta lo que van a tirar al baño, sin necesidad real de saberlo. Y son divertidos, eso que no quepa duda, pero a la larga, con mejores cosas en que pensar, terminan en segundo plano (pero no para todos).

La realidad de nuestra sociedad acepta este tipo de expresiones humanas. Es parte de la naturaleza, de la idiosincracia, de la necesidad que tiene el hombre por héroes, aunque sean de cartón, o de plástico, o de cristal. Freud establecía que los hombres, todos los hombres, siempre son héroes en los sueños, pero la sociedad ha ido trasladando esos sueños a la vida real, los hace de carne y hueso, los viste de irrealidad, los eleva al séptimo nivel del cielo y después los destruye, los avienta al piso y los olvida.

El mundo del espectáculo está lleno de historias semejantes. Grandes actores, excelentes actrices, con vidas destruidas por el alcoholismo que, casi siempre, es provocado por una crítica excesiva; una mente no muy equilibrada que no aceptó el instante cruel y no logró superar la crisis en que se hundió. Y quedaron entonces en la soledad, fuera de los reflectores, flashes, ruedas de prensa y paparazis insistentes, persecutores, indagadores de una intimidad a la que no fueron invitados, no al menos de manera abierta.

Lo futil y la vanidad campean en este momento por la televisión, y aunque muchos dirán que siempre ah sido así (y posiblemente así lo sea), es necesario reflexionar un poco sobre si de verdad necesitamos a esos héroes. Por lo pronto, sacaré mis peores garras y me iré a la fiesta del año, con la certeza de que nunca estaré en la lista de los peores vestidos del mundo.

Cuatrocientos títulos: meta de la Biblioteca Mexiquense del Bicentenario

Cuatrocientos títulos: meta de la Biblioteca Mexiquense del Bicentenario

A dos años del inicio del programa, algunas voces mexiquenses han encontrado eco en las páginas oficiales

Por: Silvia Márquez / Toluca

Cuatrocientos libros es la meta para el 2010. En la Biblioteca Mexiquense del Bicentenario las colecciones, los libros y los nombres desfilan en un ambiente que se maneja de una manera muy distinta al ámbito editorial independiente o comercial. Aquí sólo importa una cosa: retratar en páginas la historia y lugares que exalten la "identidad" mexiquense.

A doscientos años de distancia de la guerra de Independencia, el Estado de México se mantiene como un punto intermedio en el tiempo y el espacio. Cien años de la Revolución Mexicana también hablan de un camino que ha transformado la fisonomía de lo que hoy conocemos como nuestro país.

Impulsada en el marco de los festejos organizados a nivel nacional, la Biblioteca Mexiquense del Bicentenario se levanta como el único proyecto editorial de esta naturaleza en México. El trabajo editorial continuo es una obligación al tratar de seguir el paso de los cientos de voces, plumas e investigaciones que se han desarrollado en torno a temáticas diversas.

El trabajo, impulsado desde la administración mexiquense, mantiene ciertas etiquetas de "historia oficial", basado en las etiquetas del buen gusto en la manufactura y la calidad en las impresiones, sobre todo en la colección mayor que, principalmente, se compone de libros sobre lugares y costumbres de la entidad.

De manera oficial se dice que todo aquel que tenga una investigación o una obra terminada puede ser publicado en la Biblioteca Mexiquense. En el sentido estricto, se tiene que entrar a una convocatoria "para evitar suspicacias", dijo Alejandro Vargas Castro, Secretario Técnico de dicho programa editorial.

Vargas Castro aclaró que el Consejo Editorial no es la instancia encargada de realizar investigaciones para una producción totalmente propia; sin embargo, ofrece las posibilidades técnicas y de difusión de un libro.

"Hay una instancia que determina cuáles son los títulos que quedan o no dentro de la Biblioteca Mexiquense del Bicentenario. Ésta es el Comité Técnico integrado por tres personalidades reconocidas dentro del ámbito literario e intelectual del Estado de México. Fundamentalmente esto se da bajo dos criterios, que las publicaciones que se generen tengan relación directa con la historia del Estado de México y por otro lado que se trate de obras que destaquen un aspecto cultural de nuestra entidad. Tenemos la vertiente conmemorativa y la otra a la que llamamos especial (…) en donde consideramos los rubros como cuento, poesía, dramaturgia y novela. No estamos publicando libros de carácter muy técnico, ni leyes, manuales, normas reglamentos, porque tienen el carácter de obras ordinarias y es otro su procedimiento", explicó.

Al momento de cuestionarlo sobre la corroboración de datos en los textos que llegan a la Biblioteca Mexiquense del Bicentenario, Vargas Castro dijo que "son los subcomités editoriales que pertenecen a una dependencia concreta los que tienen a su cargo verificar y validar los contenidos de sus libros". Así, el proceso editorial de este equipo de trabajo sólo se centra en la corrección de estilo y el diseño editorial.

Recientemente las publicaciones mexiquenses se han presentado en la Feria Internacional del Libro de Monterrey y próximamente estará en la más importante en Iberoamérica, la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, así como, traspasando fronteras, en Argentina.

Justamente hace unos días, al sur de la entidad, se presentó el libro Colorines, puerta del sur. Municipio de Valle de Bravo, uno más de la larga colección de títulos que obedecen a un programa de festejos que, probablemente, quede lejos de las bibliotecas personales del grueso de la población mexiquense.

Mantarraya

 

Enrique Villada, luminoso

 

Por: Heber Quijano

 

Con el deslumbrante "El tigre" que acecha y que se cierne rítmicamente, en un vaivén de lechuza nocturna sobre su presa, vemos la cúspide del Estuario luminoso, de aquel Enrique Villada de hace 24 años. En contraste con Ensayo de mi dulce gozo (largo ensayo acerca del placer de la lectura) y Abecedario, que a mi parecer no son dignos de comentario alguno (al menos en esta ocasión), en Estuario luminoso se despliega la frescura y la creatividad verbal del mejor Enrique Villada. Y "El tigre" es el más vivo tizón encendido: "fosforece en la noche como el rayo/ la reverberación de su mirada/ viene de legiones extensas/ como el silencio/ o la memoria/ de inmemoriales sombras". Su relación con "El Tigre" de Wiliam Blake es ineludible: "Tiger

 

, tiger, burning bright/ in the forests of the night".

Sobre todo cuando su zarpa se cierne sobre el reflejo de la imagen (poética y visual), cercana al acecho onírico de la pesadilla: "encuentro al tigre hasta en el sueño/ sangra en la cerviz el ciervo del agua".

Estuario luminoso

es un libro que se regodea con los juegos verbales fonéticos, muy al estilo de algunos nocturnos de Xavier Villaurrutia, pero sin la carga simbólica del Contemporáneo: "pendían ciertos frutos de una rama/ témpanos eran diminutas fuentes/ témpanos eran de minutos lentos"; "una onza gravita en la balanza/ y leo pardos felinos en líneas generales". Los sonidos se instalan en el balbuceo de una poesía que pretende decir la armonía melódica, rítmica y, a la vez, intenta descubrir el mundo. Con un toque melancólico y temerario escudriña los recuerdos infantiles de la campo mexiquense en su poema La casa, en el que se yerguen las estructuras de la idiosincrasia mexicana mediante las actitudes y las sombras que proyectan los abuelos y su hogar: "a veces en la casa/ suena un olor amargo a trementina/ suena la rueca de la abuela/ y su madeja de fantasmas", "¡qué iba yo a ser si me gustaba aspirar la espiral de tu cigarro!". El paisaje infantil es el semblante del adulto.

En "El silencio" se despliega un "difícil pliego de plegarias/ el escarceo de palabras" para cuestionarse y aseverar que "el silencio creció siglos aztecas", una interrogación referente al destino de la civilización de la que nacimos. Cercano a algunos poemas de Peleas de Félix Suárez, quien también forma parte de su generación, Villada, erizado como gato, habla de un erotismo ya húmedo y oscilante en "Llueve", que: "a la marisma llega/ trébol acrisolado/ llaga axilar tu sexo/ en la yerba de tu vello/ púbico laberinto/ nimbo pubis de nube/ tu amanecer lluvioso". Estuario luminoso, compacto pero intenso, valdría la pena que se reeditara, para no buscar en la arqueología de las librerías de viejo.

Enrique Villada (1985), Estuario luminoso, Toluca, Ayuntamiento de Toluca 

 

 

heberquijano@yahoo.com.mx

Puerquerama y su nuevo “Enfanterrible”

Puerquerama y su nuevo “Enfanterrible”

La banda presentó su nuevo disco en el escenario de Quimera y dijo "hasta luego" a uno de sus integrantes

Por: Silvia Márquez / Metepec

El grito de "Óscar, queremos nuestro kiosco" se alzó en el Parque Juárez. No era una manifestación, ni una reunión vecinal; la petición bajó desde uno de los escenarios del Festival Quimera. No podía esperarse otra cosa, la irreverencia en manos de músicos locales llegó hasta los cientos de jóvenes que se dejaron llevar por la música caótica, política y frenética en la segunda jornada del Festival Quimera.

Puerquerama llegó al escenario con disco e integrante nuevo bajo el brazo. La despedida de Furia, voz y bajo de la banda, fue un ingrediente más en la tocada de la noche del sábado. Al lado del Subcomandante Chicho (voz y bajo), Gustavo Gordillo (voz y bajo), Pancho Tejeda (guitarra), el H (percusiones) y JM Aldape (batería), la banda aprovechó para presentar al Robert precioso como el nuevo compañero de andanzas en los escenarios subterráneos.

El concierto, que duró poco menos de dos horas, fue posible gracias a la recopilación de rolas de sus discos anteriores y la presentación de canciones que integran su nuevo material Enfanterrible, que tardó más de año y medio en quedar listo.

Poco después de la despedida, Furia dijo que Enfanterrible contó con la participación de Dr. Shenka, cantante de Panteón Rococo, quien hizo la producción del disco, así como Sax de Maldita Vecindad y Pablito Molina de Todos Tus Muertos. Es por eso que el juego y la incorporación de otros sonidos serán la novedad para este disco.

Los integrantes prevén que el próximo 3 de noviembre Enfanterrible ya estará vendiéndose en tiendas.

A medio concierto, se despide Carlos Varela

A medio concierto, se despide Carlos Varela

Sin explicaciones la presentación del cubano quedó varada en el Festival Quimera

Impulso / Redacción

El músico cubano Carlos Varela se presentó la noche del sábado en el Festival Quimera. El concierto comenzó poco después de la intervención de la banda local Puerquerama. El público respondió al llamado y minutos después de las 20 horas, el Parque Juárez recibió a los músicos de la isla.

Al principio Varela logró enganchar al público, que aunque lo conocía poco, se dejó envolver por los sonidos y letras del cubano que pertenece a la corriente de la Nueva Trova.

Pero el encanto se terminó de pronto. Sin explicaciones, los músicos de pronto se quedaron a la mitad.

Desconcertado, Carlos Varela comentó abajo del escenario que sólo en la Habana le suceden ese tipo de cosas. Entre molesto y angustiado, el cantautor finalmente se dio tiempo para intercambiar palabras con los que se acercaban para pedirle un autógrafo o tomarse fotografías.

Así, en Quimera, Carlos Varela se quedó con ganas de más, o por lo menos de terminar su participación como se había pactado.

Desde la tierra y en un puño

Desde la tierra y en un puño

Eugenia León fue la encargada de abrir, el viernes pasado, el Festival Quimera 2008 en Metepec. Durante casi dos horas de concierto, la cantante interpretó piezas de su más reciente disco Puño de tierra en el Parque Juárez.

Con ‘Grítenme piedras del campo’ abrió la noche en un recorrido musical que abarcó desde José Alfredo Jiménez hasta Cri Crí.