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IMPULSO Estado de México || Sección Cultural

Columnas

Las razones del diablo

 

Blanco

Por: Dionicio Munguía J.

 

Fue sorprendente la respuesta que se dio el sábado pasado. La ciudad de México se veía realmente impresionante. Las calles aledañas al zócalo parecían un manto blanco con luces que hablaban más que las cientos de palabras que se dijeron ese día o se escribieron al día siguiente. Pero en realidad, lo que importaba era el gesto que implicaba esa marcha sabatina: lo que los medios intentaron disimular como una marcha de la paz. Y esa respuesta fue también un signo de la desesperación que vive la sociedad actual en estos tiempos violentos.

El llamado a la cordura que se hizo el sábado pasado fue un llamado enorme, algo que sobrepasó los límites de los organizadores y que, por supuesto, implica mucho más que un gesto comunitario, social. El gobierno del país debe tomar en cuenta esta opinión, valorarla, porque no solamente significa un proceso en torno a la paz y la tranquilidad de nuestro país, sino el derecho de todos a tener una seguridad en la calle y en la casa.

Sonará como un lugar común, y excesivamente repetitivo, pero las frases que se dijeron en estos días han sido más que comunes. La delincuencia nos ha cercado de una maneta que, si no supiera que vivimos en un país cercano a los Estados Unidos, diría que se habla de los primeros meses en que Colombia se vio cercada por los narcotraficantes, rodeada de la violencia cotidiana, de los asesinatos y secuestros. Y al parecer, México está a punto de ingresar a ese tipo de sociedad o de ambiente social. Sólo falta que se incrementen los bombazos, que haya asesinatos a plena luz del día, en un sitio completamente lleno, con jóvenes sicarios o mujeres que extraen las armas de sus vestidos y asesinan a sangre fría. Por fortuna, nuestro país aún no llega a esos niveles de violencia, pero ya estamos muy cerca.

Esta racha de asesinatos en diferentes ciudades mexicanas, además de la cantidad de secuestros ha logrado más que llamar la atención de todos aquellos indiferentes que miran las noticias por la noche con la única intención de no ver nada. Es necesario abandonar este tipo de reflexión, de comodismo. Ahora es importante que nos unamos en torno a este llamado para lograr una sociedad mejor, una herencia más adecuada para nuestros hijos. Esta marcha blanca que tuvo lugar en varias ciudades de la república fue un llamado para las autoridades competentes. Un llamado que va más allá de las palabras.

Sólo espero que los políticos ahora sí se pongan las pilas. Es necesario que sean ellos quienes tomen, en este momento, la iniciativa. Son ellos quienes deben tomar las medidas necesarias para terminar con esta ola de violencia y no llegar a una colombianización mayor de lo que, según los expertos en política latinoamericana, ya se tiene en México. Es de todos sabido que las acciones a tomar pueden no gustar a muchos, como sucedió en Colombia, pero definitivamente debe detenerse este tiempo de ira, tiempo de ciudades amargas.

Mantarraya

Mantarraya

 

 

 

Verónica Volkow y Litoral de tinta

Por: Heber Quijano

 

La sombras se despliegan entre la poesía de Litoral de tinta, de Verónica Volkow. Son las sombras que se postran inexorablemente sobre nosotros: el tiempo, la muerte, el deseo; en las que podemos encontrar reminiscencias de la nostalgia de la muerte y de los temores metafísicos de los románticos ingleses: "Desalojaron las sombras/ los laberintos del sueño", "Observa frío, incrédulo el espejo:/ el puñal escarlata, el cuerpo abierto/ que cayó como sombra de sus dedos,/ y ve su rostro: animal incierto.

Para Volkow la vida es de pronto un mal simulacro: "Por encontrarte anclado de tu sombra/ aunque por mares y por tierras viajes,/ no dejarás tu pie de planta rota,/ ni el incierto venero de tu sangre". Sin embargo, sobresale ese temor existencial, una crisis muy cercana al nihilismo, que nos hace pensar si la muerte precede la vida: "parecieramos, a veces, una sombra/ que lame infatigablemente un cuerpo,/ el eco que diluye el grito,/ el fuego que la leña reverdece./ Pareciéramos ser la abuela clandestina/ que toca los pechos de su nieta/ con ademán culpable y envidioso". Con una sintaxis y un lenguaje que nos recuerda a Villaurrutia, Volkow se concentra en expresar una nostalgia de la vida, fugaz, que poco a poco desaparece, convirtiéndose en eco: "tiene un primer rostro la muerte que remeda/ la vida como un eco".

 

Por otro lado, el deseo contenido, la intuición del goce --que se premedita, se supone, se hipotetiza-- irrumpe, con un desdén de muerte, con un ímpetu insobornable, la saciedad: "¿Cómo podría decirlo,/ decírtelo?/ si no puedo tenerte y sólo te recorro/ en el paisaje del tacto,/ […]/ inminente como la intuición del gato"; o, "¿Y hasta qué punto podríamos retenernos, / retener algo, alguien,/ más allá de la caricia que regala el mundo a los sentidos". Como decía Bataille, el erotismo siempre se aviva con el aguijón de la muerte: "Sólo brilla la carne/ en el espejo de los dedos".

Sin embargo, el demonio que se aloja en la piel despierta con toda su osadía al contemplar la juventud: "En tu cuerpo/ no se mezclan todavía el niño y el adulto/ como el mar y la roca, indisolubles y ajenos/ […]/ ¡Qué oscura la belleza hacia sí misma!/ ¡Qué oscura a la muerte paulatina que la doma!". La cúspide arrebata y nos deja a la deriva, en "Despedida": "hay tardes en que se agostan los pasillos/[…]/ y se mueren de olvido las madres y sus tejidos sin hilos./ Hay tardes en que bostezan de sombra los zapatos bajo las camas/ y los sapos están muertos bajo el pavimento/ […] Hay tardes en que da lo mismo seguir o detenerse,/ lo mismo ser hombre o ser mujer,/ [o]/ vieja que canta con los dientes roídos/ o espejo estancado en un cuarto de hotel,/ y se pueden subir las escaleras,/ abrir todas las puertas/ y encontrar la carne prohibida que refulge/ en el horizonte de la cama al igual que una nube".

Litoral de tinta es más que un libro; es una cuerda floja en la que no hay red que detenga al espectador que mira el golpe del piso en cada poema; es el estremecimiento ante las sombras que nos acompañan a diario.


 

heberquijano@yahoo.com.mx

Escaramuza

Escaramuza

 

 

 

 

Una explicación para adultos complejos

Por: Polo Castellanos

 

Cuando llegó una de mis sobrinas a preguntarme que estaba haciendo, con toda la naturalidad del mundo le dije que estaba trabajando en un mural grabado. El vía crucis comenzó cuando preguntó que diantres era eso. Me dí cuenta que nuestra capacidad de síntesis, de explicación y asombro se pierde todos los días cada vez deambulamos pensando en que lo que hacemos es el centro del universo y que por lógica todo mundo sabe o debería de saber lo que en realidad no tiene porque saber. En el caso de mi sobrina, es comprensible dados sus escasos años, pero en el caso de los adultos es un caso grave y digno de cuestionar ya que a estas alturas son conceptos que pertenecen a una cultura general o al menos eso debería de ser. Así que me arme de valor y de la manera más sencilla me dí a la compleja tarea de explicarle a la pequeña de caireles castaños qué es un grabado, qué es un mural y qué es un mural grabado.

 

Haber, amigocha, para que entiendas lo que estoy haciendo primero debo de explicarte dos cosas muy importantes. La primera es ¿qué es un mural? Y en pocas palabras es una pinturota grandota grandota, así como del tamaño de la pared de tu casa o del edificio de enfrente. Esta pinturota, cuenta historias así como si fueran historietas como las de Kalimán o las Chicas Súper poderosas pero de otra forma. Estas historias son pintadas por un artista para que todo el mundo las pueda ver y apreciar. Pero ojo, el mural no es una historieta como en los cuadernitos de la pequeña Lulú, no, éste cuenta historias de a devis, a todo color y con personajes reales tan enormes que parecen gigantes. Unas cuentan pasajes de nuestra historia o de lo que vivimos actualmente. Otras nos proponen cosas que podemos hacer ¿como hay cuidar a los animales y la naturaleza? Por ejemplo, O cómo salir de la pobreza en la que viven muchos mexicanos; o cómo es que ustedes los niños tienen derechos al igual que los adultos, (aunque parece mentira los niños tienen más claro el concepto de injusticia social que los pelmazos de los adultos), en fin, un montón de temas e historias cuentan los murales para que la gente sepa de otros caminos que la gente anda. Y se llaman murales porque se pintan en los muros o sea en las paredes.

 

La otra cosa que te tengo que explicar es de que se trata eso del Grabado. Mira carnalita, un grabado es una técnica para imprimir imágenes y consiste en… Haz de cuenta que en un pedazo de madera de esa delgadita que se llama "triplay", haces un dibujo, así con crayola y toda la cosa. Ya que terminaste tu dibujo y te quedó bien chido, con unas herramientas que se llaman gubias, que son unos fierritos largos, puntiagudos, algunos parecen como popotes cortados a lo largo y con los que hay que tener mucho cuidado porque son filosos, muy filosos; le empiezas a escarbar a la madera donde esta tu dibujito, no importa que se quite la crayola, después verás porqué. Ya que tienes tu madera todita escarbada donde estaba tu dibujín, ahora se llama matriz, con un rodillo con tinta lo vas a rodar por toda la madera para que se pinte. El rodillo es ese que parece rollo de papel de baño, el que va por dentro, el cafecito de cartón, y que gira. Bueno, este rodillo le van a dar vueltas sobre la tinta, que es esa como pasta de dientes de colores, para que se pinte y luego sobre la madera para que se pinte la madera (ojo, no te vayas a comer la tinta porque te da diarrea y se te pegan las tripas). Ya que tu madera esta toda de color verás que el dibujo que hiciste con la crayola ahora es de color blanco porque el rodillo no entró en los agujeros que escarbaste con tus gubias.

 

Y ahora sí, hacer magia: vamos a tomar una hoja de papel, la ponemos encima y la presionamos fuerte fuerte con un prensa que sirve para eso y para que la tinta se quede pintada en el papel y listo, ya tienes tu primera imagen impresa. Y la puedes repetir hasta que te canses. Pero lo más importante es que se lo repartes a todos los amigos que quieras y todos van a tener el mismo dibujo. Hay otras maneras de hacer estas impresiones en otros materiales, pero la que nosotros vamos a utilizar se llama Xilografía.

Bueno, ahora sí carnalita, te voy a explicar lo que estoy haciendo con estas dos disciplinas y se llama mural grabado. Se trata de hacer esos murales de los que te hablaba al principio con la técnica del grabado o sea, que en vez de pintar las historias en las paredes y hacer una sola pintura, lo que voy hacer son impresiones tan grandes como una pared, para tener varios murales con el mismo dibujo y para que niñas como tú y hasta los adultos también, puedan disfrutar y ver la historia que conté al mismo tiempo en otra parte de la ciudad o del país o del mundo. Imagínate que en tu escuela tienen una impresión de un mural y que tus compañeros de la sierra de guerrero, otros niños que viven por allá donde aúlla el tigre, en su escuela tienen otra impresión con el mismo mural y la misma historia. Así que cómo la vez. Me entendiste o no.

Mi asombro fue enorme cuando el adulto que escuchó la explicación no le quedaba claro que era eso de la imagen, y en un arranque de desesperación mi sobrina respondió muy concretamente: "Ay, que tonto eres, la imagen es el dibujito".

 

La ventana indiscreta

La ventana indiscreta

Alfonso Cuarón y el fin de los tiempos

Por; Eridania González Treviño

 

"Todo es una batalla cósmica entre la fe y la casualidad".

Children of men

Los directores mexicanos contemporáneos se han caracterizado por realizar sus óperas primas en México y con posterioridad desarrollar sus más excelentes trabajos en el extranjero. Un ejemplo de esto es Alfonso Cuarón Orozco, quien tiene entre sus trabajos más valorados en México y con los cuales se dio a conocer masivamente en el país Sólo con tu pareja (1991), comedia que le valió su reconocimiento en Estados Unidos donde, entre otros filmes, dirigió Grandes esperanzas (1998), película cuyo argumento, estructura, fotografía y música hablan por sí solas y elevan a su director un escalón más en la pirámide del reconocido mundo cinematográfico, además de conjugar en ella todas las versiones habidas de la canción en español más grabada y traducida en el mundo: "Bésame mucho" de Consuelito Velázquez, detalle sonoro que otorga a esta película su carácter romántico, anticuado y un poco lunático.

Después de dirigir un puñado de películas en el vecino país de norte, Cuarón regresa a México y filma Tu mamá también (2001), trabajo que lo lanza a la internacionalidad para dirigir Harry Potter y el prisionero de Azkaban (2004), un segmento en París te amo (2006), "Parc Monceau", y Los niños de los hombres (The children of men, 2006), trabajo de madurez con el que le otorgan valiosos premios en el Festival de Cine de Venecia.

Este filme, considerado de ciencia ficción, es una adaptación de la novela del mismo nombre de P.D. James, que se desarrolla en un futuro muy cercano y en escenarios de terrible anarquismo y decadencia y cuyo fatalismo radica en el hombre mismo, como hiperbolización en la consecuencia de sus actos.

En un mal augurio, Children of men plantea el final de una Era, la del hombre. Un final que se sabe y da miedo pero que está presente y ahora, más que nunca, palpable con fondos premonitorios desde los setentas que reproducen portadas de Pink Floid y que indican decadencia en enunciados simples. Aquí el argumento ya no es la guerra por la guerra, sino la lucha por la sobrevivencia, porque antes de que los ríos se sequen, antes de que el árbol deje de dar frutos, se consumirán primero las entrañas de los hombres, aquellos seres cansados de estar y que luchan sin sentido alguno por aferrarse a la existencia en un tiempo que ya no será el suyo.

En una indudable muestra de defectos humanos, Los niños de los hombres exhibe aquella necedad de siempre de detener como propios y vitales los errores que nos hacen la plaga más terrible del mundo: gente que cree lo que no debe creer porque no hay de donde detenerse ante un mundo enfermo y mañoso a punto de colapsarse. Personas que antes de razonar eligen derramar lágrimas por otros sin aceptar que lloran por su propio exterminio. Incomprensiones mundanas que para el futuro 2027 serán las mismas pero en su máxima expresión: los cazadores de inmigrantes que se creen propietarios del trozo más fértil del tierra: terremotos, contaminación, enfermedades y hambruna ocasionados por una tierra que se renueva y parece sacudirse aquella plaga que la pellizca.

18 años 4 meses, 20 días, 16 horas, 8 minutos de infertilidad humana no son un castigo, se trata de los ciclos, el de la raza humana desplomándose con una muy poco amable explicación de que su desaparición paulatina se da a cada instante, que aunque se piense lejana, viaja de la mano con la de los hombres desde el inicio de sus tiempos, y que tarde o temprano ha de llegar abrasadora y fulminante.

Qué irónica es la imaginación de algunos hombres, estamos a un año para que comience el fin de nuestra existencia, dentro de poco tiempo, augura la ciencia ficción, se consumará el nacimiento del último ser humano sobre la tierra, sólo una esperanza lejana y endeble queda y ha de habitar en el centro del océano en una pequeña embarcación llamada "Mañana", aunque el hombre ya no exista más y el futuro sea cosa del pasado.

La ventana indiscreta

La ventana indiscreta

Alfonso Cuarón y el fin de los tiempos

Por; Eridania González Treviño

 

"Todo es una batalla cósmica entre la fe y la casualidad".

Children of men

Los directores mexicanos contemporáneos se han caracterizado por realizar sus óperas primas en México y con posterioridad desarrollar sus más excelentes trabajos en el extranjero. Un ejemplo de esto es Alfonso Cuarón Orozco, quien tiene entre sus trabajos más valorados en México y con los cuales se dio a conocer masivamente en el país Sólo con tu pareja (1991), comedia que le valió su reconocimiento en Estados Unidos donde, entre otros filmes, dirigió Grandes esperanzas (1998), película cuyo argumento, estructura, fotografía y música hablan por sí solas y elevan a su director un escalón más en la pirámide del reconocido mundo cinematográfico, además de conjugar en ella todas las versiones habidas de la canción en español más grabada y traducida en el mundo: "Bésame mucho" de Consuelito Velázquez, detalle sonoro que otorga a esta película su carácter romántico, anticuado y un poco lunático.

Después de dirigir un puñado de películas en el vecino país de norte, Cuarón regresa a México y filma Tu mamá también (2001), trabajo que lo lanza a la internacionalidad para dirigir Harry Potter y el prisionero de Azkaban (2004), un segmento en París te amo (2006), "Parc Monceau", y Los niños de los hombres (The children of men, 2006), trabajo de madurez con el que le otorgan valiosos premios en el Festival de Cine de Venecia.

Este filme, considerado de ciencia ficción, es una adaptación de la novela del mismo nombre de P.D. James, que se desarrolla en un futuro muy cercano y en escenarios de terrible anarquismo y decadencia y cuyo fatalismo radica en el hombre mismo, como hiperbolización en la consecuencia de sus actos.

En un mal augurio, Children of men plantea el final de una Era, la del hombre. Un final que se sabe y da miedo pero que está presente y ahora, más que nunca, palpable con fondos premonitorios desde los setentas que reproducen portadas de Pink Floid y que indican decadencia en enunciados simples. Aquí el argumento ya no es la guerra por la guerra, sino la lucha por la sobrevivencia, porque antes de que los ríos se sequen, antes de que el árbol deje de dar frutos, se consumirán primero las entrañas de los hombres, aquellos seres cansados de estar y que luchan sin sentido alguno por aferrarse a la existencia en un tiempo que ya no será el suyo.

En una indudable muestra de defectos humanos, Los niños de los hombres exhibe aquella necedad de siempre de detener como propios y vitales los errores que nos hacen la plaga más terrible del mundo: gente que cree lo que no debe creer porque no hay de donde detenerse ante un mundo enfermo y mañoso a punto de colapsarse. Personas que antes de razonar eligen derramar lágrimas por otros sin aceptar que lloran por su propio exterminio. Incomprensiones mundanas que para el futuro 2027 serán las mismas pero en su máxima expresión: los cazadores de inmigrantes que se creen propietarios del trozo más fértil del tierra: terremotos, contaminación, enfermedades y hambruna ocasionados por una tierra que se renueva y parece sacudirse aquella plaga que la pellizca.

18 años 4 meses, 20 días, 16 horas, 8 minutos de infertilidad humana no son un castigo, se trata de los ciclos, el de la raza humana desplomándose con una muy poco amable explicación de que su desaparición paulatina se da a cada instante, que aunque se piense lejana, viaja de la mano con la de los hombres desde el inicio de sus tiempos, y que tarde o temprano ha de llegar abrasadora y fulminante.

Qué irónica es la imaginación de algunos hombres, estamos a un año para que comience el fin de nuestra existencia, dentro de poco tiempo, augura la ciencia ficción, se consumará el nacimiento del último ser humano sobre la tierra, sólo una esperanza lejana y endeble queda y ha de habitar en el centro del océano en una pequeña embarcación llamada "Mañana", aunque el hombre ya no exista más y el futuro sea cosa del pasado.

Las razones del diablo

 

Olímpicos

Por: Dionicio Munguía J.

 

Para algunos, la nostalgia de cada cuatro años inicia después de la clausura de los juegos olímpicos. Para otros, es el descanso de los deportes por estas dos semanas de intensa actividad. Aunque las transmisiones fueron generalmente nocturnas, era inevitable desayunar, comer y cenar con las olimpiadas, las hazañas y los resultados frustrantes que se apropiaron de los comentarios de sobremesa, en la cafetería y hasta en los talleres literarios. Era obvio que esto sucedería, porque así es cada cuatro años, ya sean estos juegos, o los de invierno o el mundial de futbol.

Incluso en estos instantes están en activo los otros juegos olímpicos, los especiales, los llamados paralímpicos. Son quizá con mucho, mejores que los normales, puesto que aquí tenemos que reconocer la valentía de los deportistas ante las limitaciones y el esfuerzo que logran proyectar. Sin embargo, son menos publicitados y, obviamente, menos televisados que los que acaban de terminar. Esa es la injusticia de la sociedad humana.

Sin embargo, la relación que todas estas actividades humanas tienen con la sociedad es inevitable. Por instantes, todo lo que se oía en la calle era el triunfo de los atletas mexicanos, o el fracaso de los mismo, la poca seriedad que se tiene para con el deporte, la nula promoción en escuelas, universidades u lo que sea, donde sea, en este gran país. Esta promoción casi inexistente, dicen los expertos, provoca que los atletas mexicanos no puedan ser triunfadores, o como dijo un sedicente comentarista de televisión, para esta raza de bronce, sólo el bronce es bueno o hasta menos. Obviamente fue crucificado y vilipendiado, pero definitivamente, en cierto punto, tiene razón. El conformismo atlético es notorio y cada vez aceptamos la cercanía a los primeros lugares más que los primeros lugares como meta.

Algo semejante ocurre con otras áreas. La ciencia, la cultura y el desarrollo tecnológico es menor en proporción a la cantidad de habitantes que se tiene. El beneficio obtenido es un porcentaje mínimo con el objeto creado. Es decir, por ponernos en nuestro tema, que cada vez se publican más libros pero al mismo tiempo existen menos lectores. Revertir este efecto no es sólo del gobierno o de las instituciones adecuadas, sino también de los ciudadanos, o sea, nosotros. Cada año fincamos responsabilidades a los funcionarios en turno, pero dejamos de lado la parte de responsabilidad que nos toca.

Todos comprendemos que el aprendizaje no se obtiene sólo en la escuela, sino también en casa, y cada vez aceptamos menos este método de aprendizaje: deseamos que todo se lo enseñen en la escuela a los niños y eso, por supuesto, no es factible. La lectura, el hábito de leer, se obtiene en casa y no en la escuela. Si los niños ven más televisión y se entretienen con esta niñera, es obvio que la lectura queda de lado. Hay que aprovechar este tipo de eventos, las olimpiadas, por ejemplo, para inculcarles el gusanillo de la investigación. Mi hija habla ya de China, no tanto por los juegos, sino por los cuentos, leyendas, historia y hasta un poco de poesía que pude proporcionarle. Pero no fue suficiente. Ya me juró que cuando aprenda a leer bien, me buscará más información sobre este país asiático. Espero que podamos cumplir los dos con esta expectativa.

Mantarraya

Mantarraya

 

 

Nortec en la aldea

 

Por: Heber Quijano

Hablar del virtuosismo de Nortec, a estas alturas, puede ser un arma de dos filos. Por un lado, puede ser un anacronismo para los sectores avanzados en un gusto musical globalizado en el que puede convivir el hip hop francés, con el postrock, el neohippie, las rolas de Sigur Ross, Björk, y los afables intentos de Nacho Vegas por recuperar ciertos romances españoles, muy al viejo estilo del gran García Lorca, claro en un ritmo con mucho beat y poca zarzuela. Por otro lado, puede ser un gran descubrimiento para quienes estén dispuestos a concederle a la globalización un beneficio en el sentido musical, la fusión. Obviamente no voy a negar el ritmo todavía trepidante de esa tribu que fue convocada por los fuegos artificiales que se descubrieron hace unos días en la Providencia.

Toluca vive de una manera muy paradójica la transición de una ciudad casi decimonónica y provincial hacia la ciudad globalizada en la que todas las ciudades del mundo empiezan a convertirse. Quizá ese neotribalismo, del que habla Maffesoli, de los grupos homogéneos sea tan pertinente y preciso en los casos de los emos, la Banda del Rojo, de las amasdecasasdesoladas que hacen flamear sus tarjetas de crédito a la menor provocación, o todos aquellos vigoréxicos que se pasan horas enteras acumulando masa corporal y esteroides. Exactamente de la misma forma en que toda una divergencia social e ideológica se reunió en el concierto de Nortec. Sin embargo, Toluca (y sus habitantes) todavía se reconocen los rostros y las historias compartidas. Me explico (y esto le pasa a todo aquel que haya hecho de la vida nocturna una costumbre, no cotidiana, pero si secuencial), ¿quién no se encuentra en alguna noche chelera a algún conocido que hace años no veía, al cuñado incómodo que ahora es un todo un señor burócrata, a la ex novia que dejó una historia mal escrita y de puntos suspensivos difusos, como la misma noche? Toluca es, pues, una aldea de infierno grande, o un pueblo global que asiste a misa ocasionalmente.

Sigue siendo placentero convivir con todos nuestros conocidos, pero de esa forma el pecado es todavía un secreto a voces. Claro no se puede ser infiel sin ingenio, ni chismoso sin un séquito de lavanderas. Nortec, pues fue un éxtasis compartido, una fusión de posmodernidad con tradición: computadoras Mac, sintetizadores y grandes desplantes de tecnología conviviendo armónicamente con acordeones, sombreros (tejanas) y trompetas de la más fina dinastía tijuanense. Su música se encuentra en el marco de la simbiosis electrónica de los beats, como lo hace Gotham Project con el tango, o el jazz fino y estudiado de Saint Germain, o los muchos grupos que fusionan el bossa nova. Nortec actualizó de una manera más inteligente y con mucho más arte el acordeón que los intentos rebeldes de las primeras producciones de Julieta Venegas. Qué mal que la hayamos perdido en la miel de las quinceañeras. Tijuana está más cerca de Nueva York, que Toluca del DF.

 

 heberquijano@yahoo.com.mx

Una mirada plástica

Una mirada plástica

El color y la carne

Por: Paul Achar

El color y la carne es el título de la más reciente exposición pictórica del Museo de Nacional de Arte. Una muestra que no se pueden perder, un recorrido maravilloso con una museografía exquisita creando un ambiente donde se regocijan nuestros sentidos a través de la vibración del color tocando así las fibras sensibles del alma creando una sensación de gozo.

En esta exposición se pueden apreciar obras de grandes exponentes de la pintura europea del siglo XVI al XX, hay desde dibujos italianos, óleos que contrastan al final de la muestra con los de los mexicanos que han traspasado las fronteras, no nada más de nuestro país sino del tiempo.

Destacan Leonardo da Vinci, González Camarena, Paolo Caliari "Veronese", Luca Giordano, José Clemente Orozco, Paul Gauguin, Pablo Picasso, Yves Tanguy, Roberto Montenegro y Gerardo Murillo "Dr. Atl".

Entre otros grandes artistas que han dejado un legado ala humanidad, esta exposición nos permite ver como se va trasformando el color así como el dibujo a través del tiempo.

En El color y la carne no solo descubrimos cómo se ha transformado el color sino que revive escenas de la mitología como la de Perseo luchando Dragón para liberar a Andrómeda, el erotismo donde una mujer es vista de dos formas diferentes una con ternura y otra con lujuria, o ese Cristo magnánimo que nos transporta a la crucifixión.

Qué decir de la obra del hombre desmembrado que se ve flotando como jugando en el tiempo o donde los dibujos de extraordinaria factura se descubren dentro de una sala con una baja luz provocando agudizar los sentidos.

Esta muestra pretende destacar la supremacía del dibujo sobre el color, lo cual yo no estoy de acuerdo por que el color es el que logra el dramatismo mas allá del propio dibujo aún cuando algunos piensan que el color es puro maquillaje para el dibujo.

Quiero que disfruten de igual manera una pieza en diferente color para ello, en esta exposición se cuenta con una cámara que por medio de una computadora se puede ir cambiando el color para darnos cuenta de la importancia del mismo. Además de ser una excelente forma de hacer más accesible el arte y aumentar la accesibilidad de la exposición, también se puede armar un rompecabezas siguiendo las líneas de un dibujo o hacer coincidir el color. De esa forma logran capturar al visitante, quien después interactuar con la obra va desarrollando una visión mas crítica y un disfrute mayor.

Será un excelente ejercicio el visitar esta muestra y una herramienta para descubrir en forma individual la importancia del color como medio de expresión de sentimientos o el dibujo que también lo hace pero de una forma mas explicita así que no pierdan la oportunidad de crecer su visión critica sobre el color y la forma.

No se la pierdan, estará hasta 19 de octubre en el Museo Nacional de Arte (MUNAL), en el Centro Histórico de la Ciudad de México, Se ubica en la calle Tacuba 8, frente al Palacio de Minería, entre las estaciones del metro Allende y Bellas Artes.

La muestra esta conformada por 89 obras: 39 óleos de pintura europea y 20 dibujos italianos, propiedad del Museo de Bellas Artes de Rennes, Francia, así como 30 óleos mexicanos que forman parte del acervo del MUNAL.

La puedes visitar de martes a domingo de 10:30 a 17:30 horas.

Los Domingos la entrada es gratis si gratis, Su costo es de $30.00 entresemana pero si eres estudiante, maestro o miembro del INAPAM, ICOM, SEPALO con credencial vigente sólo pagas $15.00, más barato que un café en cualquier restaurante. No hay pretexto para no verla.