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IMPULSO Estado de México || Sección Cultural

Columnas

La ventana indiscreta

La ventana indiscreta

Dark City

Por: Eridania González Treviño

"Primero había oscuridad y luego llegaron los extraños…"

Con una tendencia muy clara hacia la ciencia ficción, el director egipcio de la película de culto, adaptación del cómic de James O’Barr, The Crow (El cuervo, 1994) y I Robot (Yo robot, 2004) que nace como inspiración de las historias cortas del mismo nombre de Isaac Asimov, Alexander Proyas escribe y dirige en 1998 Dark City (Ciudad en tinieblas) una representación en ciencia ficción del mundo real.

Un filme cuya fotografía y recursos escenográficos muestran la luz artificial que ilumina la urbe oscura en movimiento automático y en un tiempo ficticio difícil de deducir, edificios en racimos nacen de las entrañas de la tierra para sustituir a los escenarios de un día anterior. Todos los días, en punto de las 12:00, todo cambia.

Seres extraños tan viejos como el tiempo forman la maquinaria gigantesca de un mundo que detiene su marcha para aprender y aprehender la mente humana. Los recuerdos son el objeto perseguido y tan deseado por aquellos entes de vestidos negros, caras blancas y manos largas, que representan la memoria colectiva y cuyo problema específico es la ausencia de individualidad, don preciado y exclusivo del ser humano.

La búsqueda de estos seres implica un acercamiento a la conformación del hombre. El deseo de criaturas intelectualmente poderosas, provenientes de algún planeta muy distante, de obtener permanencia ante la inminente desaparición de su comunidad. El próximo cierre de un ciclo, que se creía espiral infinita, trasciende la posible primeridad de la ficción y se extiende a la del hombre real, adelanta la metáfora del imaginado hombre del futuro, del que logró rebasar al tiempo y utilizar el cerebro en toda su capacidad, él ha regresado al que creía imperfecto e incompleto ser del pasado, para rescatarlo y rescatarse a sí mismo de la natural aniquilación.

El futuro o la posible vida en lejanas galaxias suponen la existencia de una mente superior y poderosa capaz de manipular a las más sencillas con la simple voluntad producida en el cerebro, basta imaginar la más compleja máquina o una puerta en el muro sin salida para que se produzca en un instante como venida del más allá, pero ni la tecnología más avanzada ni la mente más poderosa supera las expectativas del ambicioso humano. Por eso el argumento parece aliarse con la memoria y elige representar un espacio que sólo puede concebirse futurista pero reproducido en escenarios tradicionales de décadas de los veinte o los cuarenta, como si se aferrara a ese pasado ideal, y que trata de mantener las características propias del hombre.

Lograr la armonía entre lo colectivo y lo individual es historia larga. El deseo de lograr la creación de un ser completo, perfecto a la vista de lo inexplicable, es tarea inagotable. Habrá que enfrentarse a la imaginación y encontrarse lo inverosímil para alcanzarlo y materializarlo. El hombre de este mundo pierde a cada instante un poco de esa imaginación que lo lleva a universos impensables y se conforma con una vida simple y sencilla.

De ahí que esa enorme mente se conciba repartida en miles de fragmentos: un recuerdo y una sola vivencia compartidos, una sola percepción, una sola experiencia, empobrecen a los "extraños" y los extingue. Así, Mr. Book, Mr. Hands, Mr. Sharp, representan una parte del todo y carecen del significado metafísico que describe el sentir de cada individuo.

Por eso, un hombre, el más cercano al ideal, no se desvanece al toque de las doce campanadas y no entra más al juego del constante cambio de los recuerdos, no será sujeto a la fórmula de un toque de infancia feliz, una pizca de rebeldía adolescente, una muerte trágica en la familia, un asesino de prostitutas, todo en un líquido inyectado en el cerebro. Comprenderá que el sistema y la "sincronización" existen desde siempre pero en diferentes formas, que es inevitable el papel de marioneta cuando se forma parte de las masas, pero que la creación de los propios recuerdos hace la diferencia.

 

 

Escaramuza

Escaramuza

 

 

 

La CIA, uno de los artífices del expresionismo abstracto.

 

Por: Polo Castellanos

 

Quién podría imaginarse que la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos estuvo detrás de toda la parafernalia propagandística y económica que recibió el expresionismo abstracto norteamericano, bueno, a estas alturas cualquier cosa es posible viniendo de los gringos.

Con el objetivo de alejar a los artistas e intelectuales europeos de la seducción del marxismo-leninismo por un lado. Buscar la manera de hacer propaganda sobre el concepto americano de lo que es el "mundo libre" y la inserción de la cultura yanqui al mundo entero, por otro, dieron pie a uno de los programas secretos más sofisticados de la CIA: La guerra fría cultural.

Campaña encubierta a través del Congreso por la Libertad Cultural que llegó a contar con oficinas en 35 países del orbe entre 1950 y 1967. Con todos los recursos a su disposición organizó desde editoriales encubiertas, exposiciones de arte, conferencias internacionales, compensó a artistas con premios, contratos de producción, difusión y todo el aparato necesario para llevar a cabo esta guerra propagandística cuyas estrategias de persuasión son abominables y en las que desafortunadamente muchos artistas cayeron, otros se hicieron de la vista gorda y otro tanto entraron cómplices en el juego.

Según el Consejo Directivo de Seguridad Nacional, tal como cita Frances Stonor en su libro "La CIA y la guerra fría cultural", "propaganda" se define como "todo esfuerzo o movimiento organizado para distribuir información o una doctrina en particular, mediante noticias, opiniones o llamamientos, pensados para influir en el pensamiento y en las acciones de determinado grupo". "Guerra sicológica": "El uso planificado de la propaganda y otras actividades, excepto el combate, por parte de una nación, que comunican ideas e información con el propósito de influir en las opiniones, actitudes, emociones y comportamiento de grupos extranjeros, de manera que apoyen la consecución de los objetivos nacionales".

La aberración que sentía entonces el presidente norteamericano Truman, pero sobre todo muchos de sus seguidores en el Congreso, por el arte moderno al que calificaban de comunistoide, amoral, salvaje, grotesco y un sin número de adjetivos, contravenían los discursos de empresarios y mercaderes que veían en él una mina de oro y una manera de consolidar las posiciones económicas de Estados Unidas surgidas en la posguerra. Incluso de los mismo servicios de inteligencia, que veían estratégicamente a la cultura como un arma de penetración ideológica y de dominación muy poderosa .

El expresionismo abstracto en el caso de la pintura cae como anillo al dedo para los planes de todos, aunque el fenómeno sucede también en otros sectores del arte comenzando por los escritores, muchos de ellos reconocidos y que acabaron en las nóminas encubiertas de la CIA como el caso de T.S. Elliot. Así el expresionismo abstracto norteamericano se convierte en un símbolo de la democracia y la libertad, "así son de libres los artistas en la democracia". "pueden pintar lo que quieran y como quieran" con esa libertad manifiesta en la pintura de acción en la obra de Jackson Pollock. "Aquí los artistas si son libres porque la libertad de expresión existe". Paradójico en un país que viola la mayoría, sino es que todos, los Derechos Universales del Hombre y de los pueblos.

Así, dentro de esta guerra fría cultural, las principales tapaderas de la CIA, aunque no se ha podido comprobar una relación directa, pero si de sus administradores, comités y directores se encuentran nada menos y nada más que el afamado Museo de Arte Moderno de Nueva York, el MoMA. Y fue el MoMA y sus secuaces quienes le dieron vida al expresionismo abstracto. Entre los directores destacados se encontraba, claro está, Nelson Rockefeller, quien además "dirigió la agencia de inteligencia durante la guerra en Latinoamérica y nombrado coordinador de asuntos interamericanos CIAA" que se dedicaba entre otras cosas a patrocinar exposiciones itinerantes que eran contratadas a través del MoMA e incluso también del Museo Whitney.

Y de pronto se podría pensar que la CIA era la hermanita de la caridad del arte, apoyando a la cultura y a los artistas norteamericanos por todo el mundo, quien lo dijera. Pero no perdamos de vista el verdadero transfondo del proyecto de la CIA y los Estados Unidos y su obscena ambición y obsesión por conquistar el mundo. Fue el MoMA quien proyectó a los artistas del expresionismo abstracto, pero ¿eran ellos ajenos a lo que sucedía tras las bambalinas de los museos? No. Artistas como Motherwell, Baziotes y Calder, formaban parte del famoso Comité Americano por la Libertad Cultural, incluso se dice que Pollock firmó y entró ahogado de borracho. En el caso de Mark Rothko, a través de la Federación de Pintores y Escultores Modernos, luchaba por erradicar la presencia del comunismo en el arte. Todas, a excepción de Ad Reinhart quien siempre se mantuvo firme en sus convicciones y no cayó en el juego, posiciones y acciones que contradecían sus afirmaciones en torno a su supuesta ideología y la del expresionismo abstracto como ideológicamente apolíticas.

Sin embargo, y aunque entender la realidad y el contexto en el que se sitúa el expresionismo abstracto nos puede poner los pelos de punta, las obras tienen su propio mérito, tienen su importancia en sí mismas y su valor estético como obras de arte, independientemente de la abominable mano de la CIA.

 

polocastellanos@gmail.com

Una mirada plástica

Una mirada plástica

 

 

 

 

La magia de Germán Venegas. Cabalgando el tigre 1983-2008

Por: Paul Achar

Con una muestra retrospectiva muy interesante del maestro Germán Venegas, se ve el esfuerzo realizado por el Museo de Arte Moderno, de la Ciudad de México por atraer una generosa exposición con extraordinaria museografía temática realizada por Patricia Sloane.

Conformada tanto por las piezas más relevantes del maestro, provenientes del propio taller del artista, así como de préstamos de colecciones particulares, y de museos privados y públicos del país, la muestra nos lleva al través de nueve ciclos fundamentales de su producción artística a lo largo de los últimos 25 años.

Las obras nos enseñan como, sin importar el soporte, el material logra reafirmar ese vínculo que crea entre lenguajes y técnicas completamente diferentes, dejándonos ver que lo importante es la idea sin importar en que material se desarrolle y que cuando uno tiene el don, simplemente lo demuestra como lo hace Venegas.

El artista abre un camino desde la monocromía hasta el alto contraste, desde trazos suaves hasta aquellos que surgen con la fuerza de nuestro interior dejando ver la fuerza creadora.

 

Muerte, mitología, magia, filosofía y renacimiento son los principales elementos que abren el dialogo en una exposición que realmente hace vibrar, viajar, soñar; que abre con un proverbio chino que dice: "La mejor manera de evitar que un tigre te devore es montarte sobre él".

Según la curadora invitada, Patricia Sloane, ésta parábola se refiere no sólo al ejercicio retro-prospectivo de la muestra de Germán Venegas, sino una reflexión sobre la continuidad y la vigencia de un grupo de artistas surgidos en la década de los ochenta en México, cuya obra ha sido silenciada de la mirada pública a partir de su desplazamiento mediático en razón de un mercado cada vez más globalifílico y voraz.

La tenacidad y la perseverancia implacables de Germán Venegas y su fidelidad a los lenguajes que le son propios, son causa para re-dibujar su carrera en beneficio de los públicos que todavía desconocen su obra, su incansable energía y su altísima capacidad de riesgo.

En lo personal, una de las salas de la exposición me cautivó e invitó a dar un viaje hacia la mitología donde los ritos dionisiacos son develados con maestría, haciéndonos parte de ese festejo donde se ve como se devoran a un fauno después de ser sacrificado. Una serie que Venegas maneja en tres tiempos y en tres formatos que se encuentran contando una historia a partir de una obra del gran maestro Tiziano.

 

Otra de las salas que más me impresionó es una donde cuerpos fragmentados, máscaras, lazos y metales daban vida ha una composición que nos transporta en el tiempo y crea un universo donde el tiempo se detiene para recordarnos nuestras raíces mezclándolas con las africanas para darle un orden al caos.

 

Otra de las salas no menos interesante es en donde se mezcla nuestra cultura con el budismo. A través de trazos fuertes, el artista deja sentir su inclinación por la historia de las culturas milenarias mezclándolas con su corazón mexicano que, aún cuando quiere dar su posición del budismo, no rompe sus raíces sino las fusiona dándole vida a una nueva historia vista desde los ojos de este gran maestro.

 

Sólo me queda hacer una cordial invitación a una de las mejores exposiciones que se han presentado en los últimos tiempos. Estoy seguro que está mejor que las Olimpiadas. Aquí se ve con claridad el triunfo de México sobre el arte contemporáneo y nos demuestra que estamos a la vanguardia; que aún con pocos apoyos seguimos destacando como lo hace Germán Venegas con su trabajo.

La exposición estará abierta hasta el 9 de noviembre. El Museo de Arte Moderno se ubica en Reforma y Gandhi s/n. Bosque de Chapultepec, Distrito Federal.

La ventana indiscreta

La ventana indiscreta

Más extraño que la ficción

 Por: Eridania González Treviño

"¿Qué es la vida? Un frenesí. / ¿Qué es la vida? Una ilusión, /

una sombra, una ficción, /y el mayor bien es pequeño. /

¡Que toda la vida es sueño, / y los sueños, sueños son!"

Pedro Calderón de la Barca


En un aparente homenaje a la creación literaria, a partir de la crítica y la teoría, se lleva a la pantalla de cine un guión escrito por el estadounidense Zach Helm y dirigido por el alemán-suizo Marc Forster, cuyo título hace referencia al universo ofrecido por las letras desde sus orígenes: Más extraño que la ficción (Stranger than fiction, 2006).

Este filme representa una estrategia narrativa utilizada de manera consciente en la literatura de inicios del siglo XX y las vanguardias –aunque ya encontramos este recurso en la maestría de Calderón de la Barca y de Shakespeare–, cuando la teoría literaria, en especial el estructuralismo (a mediados del siglo pasado), comienza a estudiar la obra a partir de sus elementos componentes, por un lado el texto, por otro al autor, el narrador, el narratario y personajes en sus diferentes roles, incluso con sus intromisiones en el papel de otros.

Inicia con la voz en off que indica la presencia de una narradora que relata la historia conforme se sucede, de esta manera describe únicamente lo que el personaje hace en el momento de la enunciación narrativa y ofrece datos que a la vista del espectador son evidentes: cuenta los hábitos de un hombre de "interminables cálculos y poquísimas palabras" y de su azul y sofisticado reloj pulsera. Un hombre solitario cuya existencia comienza cuando está a punto de terminar. Un hombre que no es hombre sino personaje.

Este comienzo tradicional y lineal en el filme se transforma en uno más complejo con pequeños detalles que se encuentran dentro de la larga lista de recursos retóricos de los que están plagadas las obras literarias, por ejemplo, otorgar a los objetos cualidades humanas (prosopopeya), y presentar imágenes que en la realidad sólo se materializan en la mente, y que en la pantalla toman una forma específica que armoniza con todos o un elemento de la construcción artística.

De esta manera, mientras el narrador relata la construcción del personaje, a éste lo veremos envuelto en números, líneas, medidas exactas en cada paso, y un cronómetro en acción de todas sus actividades. Un ser creado para trazar esquemas gráficos de todo (blueprints) y cuya palabra preferida es dígito. Todo, completamente todo lo que lo rodea y lo define son números y elipses trazados en un blanco casi subjetivo. Estos elementos mostrados, no son más que un aviso, un guiño de que lo que el espectador ve es un sumiso asomo del creador.

En la linealidad del desarrollo de la película, la narradora pierde su deficiencia, y sube un escalón dentro del mundo poderoso de la creación artística, así su omnisciencia gana terreno pero la traiciona. El personaje escucha su voz, y se sabe creación artífice de una ficción. La narradora es enfrentada y cuestionada pero hasta ese momento no emite ninguna opinión, dicta el relato como el ser invisible, ficcional y poderoso para el que fue creada. El personaje se encuentra ante una narradora que conoce su existencia total, pasado, presente y, por supuesto, el futuro, que sin mayor tiento le es revelado por aquella voz desconocida.

Esta voz omnisciente que viene del más allá, que todo lo ve y todo lo sabe, rompe la rutina del personaje, se rompen los números, las cuentas y el tiempo perfectamente cronometrado, y, por supuesto, se rompe la relación inmaterial hombre dios, personaje – autor.

El autor, como tal, no es una construcción artífice, sin embargo, su intervención dentro del relato y su enfrentamiento físico con el personaje lo convierten en un ente ficcionalizado que tomará parte de la historia, pero en Más extraño que la ficción, debido a que se trata de un medio de expresión totalmente diferente al de la literatura, el autor se convertirá en un personaje construido por alguien más poderoso que autoriza ser interpretado por una mujer con ciertas características físicas y psicológicas. Esta autorización se hace evidente cuando notamos que los diálogos suponen una enunciación a la par de una acción. Así, cuando el personaje escucha la voz y la reta, el narrador guarda silencio y deja paso a la voz del personaje.

Es una historia donde todas las reglas se rompen, y el absurdo impera como lo hace en la vida real. Se trata de un ejemplo de la creación del universo en una escala menor pero que en sí mismo es infinito. Se trata del destino inapelable del hombre y de la muestra de su pequeña existencia colocada ante un gigantesco, loco y voluble desconocido que decide cómo, cuándo y dónde llega a su fin cualquier historia.

 

Las razones del diablo

 

La poesía

Por: Dionicio Munguía J.

 

Aunque en estos días todo mundo habla de las olimpiadas y de la, hasta el momento de escribir este texto, única medalla que México había ganado, es necesario hablar de la poesía y su contexto, de la fuerza con que la palabra insiste en el ser humano, en los sentimientos, en la necesidad de expresar, de dilucidar el entorno donde sucede, acaece, incide la poesía, al unísono de sus efectos.

Por siglos, la poesía se ha planteado como un tema cuasi divino, alejado de la terrenalidad, un tanto etérea, y por ende, los poetas han sido vistos como seres lejanos, aislados del mundo, que se alimentaban del maná bíblico y del vino de Dios. Esta visión ha prevalecido en sociedades un tanto ignorantes o en grupos sociales donde la palabra no tiene un mayor uso que el de comunicarse de manera elemental. Esto no implica la ignorancia total, sino el no deseo de comprender lo que la poesía intenta transmitir.

Al poema, diría un viejo amigo, no se le entiende, se le debe comprender, extraer del interior los significados precisos y la función de la palabra que usa el poeta, que intenta transmitir un sentimiento, efecto, causa, razón, circunstancia. El poema es también un reflejo del que lo escribe, de la causalidad y no casualidad, de lo cotidiano y lo que no necesariamente lo es. El poeta insiste en su interior, al menos la mayor parte, para vislumbrar el exterior, su entorno ya sea social o simplemente existencial. De ahí parten los fundamentos para comprender la poesía: todos somos poetas, unos de menor grado, otros a mayor sensación. Y los poemas pueden ser comprendidos por todos los posibles lectores con la misma carga emocional de una telenovela. Nada puede haber oculto que un buen lector no pueda descubrir.

Esa es la intención del curso Breve historia de la poesía portátil, que iniciará el próximo 20 de agosto, de las 17 a 19 horas, en las instalaciones del Centro Toluqueño de Escritores (Plaza Fray Andrés de Castro, edificio A, local 9, tel. 2 14 95 68). Dar a los participantes las herramientas necesarias para comprender un poema, para darle un significado personal, una interpretación que no se ajuste a las necesidades de todos, sino exclusivamente del que lee ese poema.

Dividido en tres fases, Breve historia de la poesía portátil iniciará con un recorrido alrededor de la poesía mexicana de 1950 a la fecha, tomando inicialmente los poetas más representativos a nivel nacional y poetas no tan publicitados, pero no por ello con menor calidad de poesía. Algunos estados de la republica han entregado excelentes poetas que son prácticamente desconocidos en otros lugares. Algunos de esos poetas serán tocados durante esta primera fase del curso, además de, por razones naturales, enfrentarse a escritores reconocidos como Jaime Sabines, Octavio Paz, Efraín Huerta, José Emilio Pacheco, Eduardo Lizalde, Rubén Bonifaz Nuño, Elsa Cross, Alejandro Aura, entre otro.

 

Mantarraya

Mantarraya

 

Engaños de la luz. Bioluminiscencia

Por: Heber Quijano 

"Nada es verdad, ni nada es mentira, todo depende del cristal con que se mira", es ya una que todo mundo reconoce para distinguir los distintos matices con que la verdad puede ser percibida. La analogía bien puede ser suplida por otra semejante: en un lugar sin luz, nadie puede ver las sombras. La luz es y ha sido siempre un simbolismo de la inteligencia humana, o bien, un acto creativo, que da vida, que ilumina. Por eso siempre que surge un descubrimiento le damos luz, como a un niño recién nacido.

En esta ocasión quiero tratar casos que también pueden ser igual de simbólicos: la bioluminiscencia. El caso más conocido es el de las luciérnagas hembras que convocan así a su celo. Dicho caso, tan simbólico en el aspecto sexual y tan preferido por los poetas (y que bien podría ser una metáfora de nuestro propio comportamiento seductor, lleno de lentejuelas, alcohol, baile y luces de neón) me condujo a una ingenua curiosidad para investigar un poco sobre este fenómeno tan peculiar. Y, aprovechando las bondades de la Internet, pues me di a la tarea de buscar un poco.

La bioluminiscencia es el fenómeno natural en el que los seres vivos producen luz. Además de las luciérnagas, también es provocada por bacterias (Bacterium phosphorescens), hongos, moluscos, hasta ciertos peces, como aquellos que viven en las profundidades abisales menos pensadas del mar, cuya fisiología es definitivamente deslumbrante. Se considera incluso que "hasta un 90% de los seres vivos que habitan en la porción media y abisal de los mares podrían ser capaces de producir luz".

La llamada "marea roja" en la playa de Carlsbad, California, es provocada por constelaciones enteras de Lingulodinium polyedrum (dinoflagellata) presentes en el agua. La luz de las luciérnagas se intensifica a través de cristales de urato de las luciérnagas; en algunos peces mediante placas de guanina, en lo que se denomina bioluminiscencia intracelular. En algunos crustáceos y cefalópodos, se genera la bioluminiscencia extracelular a partir de la reacción entre la luciferina y la luciferasa. Algo parecido a lo que le sucede al agua y al sodio, una especie de explosión. Otro caso es la bioluminiscencia provocada por la simbiosis —la convivencia intrínseca— entre dos especie de seres vivos. En pocas palabras, un ser vivo resguarda en alguna vejiga bacterias luminiscentes que producen luz, al contacto con el oxígeno y/o el bióxido de carbono (sobre todo en el proceso respiratorio) o con alguna reacción química ante la luz misma, en el sentido inverso de la fotosíntesis. No debemos olvidar que el principal elemento de una combustión es su comburente; el principal comburente de toda oxidación es el oxígeno.

Dominar la oscuridad es siempre un signo de superioridad, un acto de evolución. Estos seres bioluminiscentes son un fenómeno tan sublime como la aurora boreal, el arco iris o la marea infinita. La naturaleza, insisto en mi ingenuidad, es capaz de crear milagros cotidianamente. Algo que a nosotros sólo se nos da a través del arte, a veces.

 

heberquijano@yahoo.com.mx

 

Escaramuza

Medalla de oro a la cultura

Por: Polo Castellanos

 

Y da inicio la versión XXIX de los juegos olímpicos y están en chino. Tan solo en México ya se asegura medalla para la cultura. Haciendo un recuento del panorama general cultural y sus instituciones oficiales desde las federales hasta la más pequeña casa de cultura (de las que ahora cobran), podemos estar casi seguros que tenemos medalla de oro. A dos años de la usurpación del país, las contradicciones sociales, políticas, económicas y culturales se acentúan de manera vertiginosa. Lo blanco es más amarillo perredé y lo negro más blanqui-azul-tricolor-apastelado. La cultura en medio tratando de hacer un slalom de canotaje para no hundirse en las perversas aguas que la rodean.

 

En una especie de ping-pong entre los unos y los otros, la cultura es la red que nadie toca porque de eso se trata el juego y los creadores siguen viendo el va y viene de la minúscula pelotita de los recursos destinados a la creación, como convidados de palo. Eso sí, el discurso demagógico de siempre es la "transparencia", el bien de México y la cultura… bla, bla , bla.

 

Desde espurios, arribistas, oportunistas y traidores de más alto nivel hasta la poca monta de seudo dirigentes mercachifles en lo más bajo del escalafón cultural y la gestión colectiva, han tomado como su consigna "la transparencia" y el "bien de la cultura o de los artistas". Hablan de unidad, pasando por encima de la voluntad general y sí es necesario hasta dar golpes de estado técnicos con tal de ostentar un hueso en el poder, sea el nivel que sea. El demagógico planteamiento del "estamos haciendo por los artistas" o "sostenemos pláticas con… para bajar ‘el cielo y las estrellas’, en beneficio de todos y la cultura" son la práctica común de un discurso trillado, mediocre, anacrónico y hasta obsceno: Fanfarronadas de campaña.

 

La guerra sucia y mediática en, y hacia los sectores culturales y los creadores no tiene límites y es la consecuencia indiscutible de la descomposición del modelo político mexicano. La orientación oficial para desaparecer a las sociedades autorales protectoras de los derechos de los creadores, por un lado; las prácticas discriminatorias hacia amplios sectores de la creación artística, el impulso al espectáculo masivo, telón infalible del "pan y circo" y el tortuguismo mafaldezco de la burocracia, por otro, marcan ya la clara política del neoliberalismo y la clase en el poder hacia la cultura y los creadores.

 

También, pueden pasar meses o incluso años para que un proyecto cultural encuentre eco en la burocracia y otro tanto para que bajen los recursos (apenas sólo el 12.9 % en el sector federal en lo que va del año, según cifras de la Comisión de Cultura de la Cámara de diputados) que nunca, claro está, serán los dignamente necesarios y después, el repartidero de agradecimientos para quienes "hicieron el favor" de hacer las gestiones necesarias. ¡Carajo, así no se puede trabajar! Los artistas o nos dedicamos hacer miguitas con la burocracia y a corretear pendejos, o a producir.

 

En esta disciplina olímpica de buscar recursos para la creación y en la que los creadores estamos obligados a participar, para llegar a la meta, primero hay que convencer a los jueces de que no se vale descalificar; de que el dopaje es una mala práctica, aunque te miren con sus ojos inyectados o sus narices polveadas fruto de los generosos aportes que reciben de la cultura; de que tenemos derechos autorales y no se vale "invadir el carril"; de que los recursos no son de los administradores culturales sino del pueblo y para su disfrute; que hacer arte desde las tribunas es una pésima practica, esa es tarea de los creadores; y que al llegar a la meta, los méritos pertenecen a los creadores en el 99 % y el 1%, si acaso, a la gestión del burócrata.

 

La democracia no existirá en este país, mientras la justicia deambule tuerta y pidiendo limosnas a los usurpadores y mientras no tengamos un estado de derecho efectivo. Así, en este cochinero olímpico de bajezas, podredumbre, ignorancia, soberbia, inopia y demás, magno cuchitril en el que se hospedan dirigentillos, que se ostentan culturales, usurpadores que por el fraude o por el dedazo llegaron a instituciones que deberían de ser democráticas, quienes tendremos que limpiar el cochinero seremos como siempre los creadores. Por eso, y bien merecida, medalla de oro para la burocracia cultural.

Silencios Estereofónicos

Silencios Estereofónicos

El grupo multidisciplinario israelí Dollbeat presentará, por vez primera en México, su espectáculo "The Aluminum Show"

Por: Félix Morriña

¿Sabían que el aluminio es el tercer elemento más común encontrado en la corteza terrestre? ¿Qué los compuestos de aluminio forman el ocho por ciento de la corteza de la Tierra? ¿Qué abunda en la naturaleza, ya que se encuentran presentes en la mayoría de las rocas, vegetación y animales? ¿Qué es el metal que más se utiliza después del acero y que es un buen conductor del calor y de la electricidad?

Además de los datos antes mencionados, el aluminio es el principal protagonista de un espectáculo cultural poco convencional, llamado precisamente "The Aluminium Show", una puesta por la "diversión inteligente" de la compañía israelita Dollbeat, que pisa por vez primera México.

"The Aluminum Show" es una puesta de teatro de sombras, teatro de marionetas, danza contemporánea, luces y música original que involucra al espectador, lo hace partícipe de los diferentes actos que presentará del viernes 3 al domingo 5 de octubre en el Teatro de la Ciudad.

"Aluminum" es una fantasía material en la que un elemento cotidiano y frío (en apariencia) como es el aluminio nos transmite sensaciones que no sólo provocan el placer de los sentidos sino de la mente.

Con movimientos definidos y coordinados 10 bailarines en escena manejan tubos flexibles de aluminio, marionetas enormes y brillantes, globos y todo lo que este material maleable puede ofrecer para crear una imaginativa visión de un mundo que antaño las historias de ficción llamaban del futuro (caracterizado por la omnipresencia de la tecnología y todo aquello que denotara avance, como objetos de aluminio brillante).

"Aluminum" es un gran show que pretende ofrecer pura diversión inteligente. Los protagonistas son la gente y el material de aluminio, que es la base de los efectos especiales; el eje del espectáculo consiste en tomar un objeto frío como el aluminio y luego, a través del rol de los bailarines lograr que cobre vida", comenta el creador de esta puesta en escena, el coreógrafo israelí Ilan Azriel, durante una conferencia de prensa para dar a conocer el espectáculo en México.

La puesta en escena que comenzó a gestarse en 1997 (y se estrenó seis años después), utiliza "efectos especiales, creativos mecanismos, danza acrobática, objetos inanimados que cobran vida con energía, emoción e incluso con personalidad; materiales industriales plateados crean un mundo luminoso y reflejante".

Para Azriel, "Aluminum" fue creado no con la idea de dar un mensaje, "aunque cada espectador puede interpretar una idea, sobre todo en cuanto a la relación del hombre con la tecnología; lo importante es que la comunicación se da a través de lo visual y de lo sonoro, y no con las palabras".

¿Por qué aluminio?

Al buscar un material industrial en las fábricas para trabajar una idea expresiva, Ilan Azriel se encontró con tubos de aluminio utilizados en lavanderías y como ductos de aire acondicionado, y descubrió, entre las bondades del material, su flexibilidad. A eso le agregó bailarines, música y luces para combinar la frialdad del material y el aporte humano. "Hay que observar que estamos rodeados de aluminio en nuestras vidas cotidianas", apunta.

Breve biografía Ilan Azriel/ Dollbeat

Nacido en Dimona, Israel en 1968, Ilan Azriel se formó como bailarín y coreógrafo bailando durante varios años en la compañía Inbal Dance-Theater en Tel-Aviv, y más tarde en el Kibbutz Contemporary Dance Company (KCDC).

En 1997 formó el grupo Dollbeat como una compañía dirigida por él como creador independiente. Desde entonces sus coreografías han presentado una combinación de danza, teatro de marionetas o de figuras, teatro de sombras y de objetos.

La puesta en escena "Around The World" fue una de las más aclamadas en Europa e Israel, y representó a este país en las ferias internacionales de turismo de Berlín, Moscú y Las Vegas.

"Aluminum" se estrenó durante el Festival de Israel, en Jerusalén en 2003 y enseguida obtuvo muy buenas críticas y respuesta del público. La puesta en escena, inscrita dentro del llamado teatro visual (mezcla entre diversos elementos y disciplinas como la música, la danza, la plástica, títeres y todo aquello que propone dar sentido a las imágenes escénicas que entran por los ojos y luego conquistan el alma y la imaginación del espectador), tiene el sello de uno de los renombrados diseñadores de efectos especiales y accesorios de Israel, Yuval Kedem.

"Aluminum" es el primer producto artístico de un grupo de bailarines israelíes, en una acertada combinación de efectos especiales de última generación, ritmo, baile, acrobacia, energía, humor y, sobre todo, mucha imaginación, que logra dar vida a los objetos más inesperados y convierte al aluminio en protagonista de toda la obra. El espectáculo va acompañado con una sonorización que va de la música lírica a los ritmos propios del tecno más moderno.

El grupo israelí está compuesto en su mayoría por bailarines jóvenes que deben practicar diariamente para estar en forma. A ello se agregan las necesidades técnicas del show, que requieren dos días para adaptarse a cada escenario.

El espectáculo ha tenido gran éxito donde se ha presentado, principalmente Israel y algunos países de Europa. En América sólo se ha presentado en Argentina y ésta será la primera vez que llegue a México.