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IMPULSO Estado de México || Sección Cultural

Columnas

Mantarraya

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Apuntes sobre la migración 

Por: Heber Quijano 

Al hombre primitivo siempre le causó miedo todo aquello que no cupiera dentro de sus cuadrados conceptos cavernícolas. Con el paso del tiempo, el pensamiento primitivo fue creando una manera de interpretar el mundo a través de la mitología. Sin embargo, la mitología dejaba sus huecos más terribles para lo inexplicable, y lo transformaba en los seres más terribles, en los lugares más terroríficos. Allí podemos hacer largas listas: el infierno, el Érebo, el Mictlán, los gigantes, los dragones, las brujas, los duendes. El miedo es siempre el telón de fondo con el que se teñían dichos conceptos, y que aún siguen permeando nuestro pensamiento, el miedo a lo desconocido, al otro. Y así como Paul Valery decía que "el miedo lo crea todo", así hemos convertido nuestro más profundo miedo en una razón, una explicación, una persona, un símbolo.

Hoy por hoy, en las lindes de un mundo que busca la seguridad por sobre todas las cosas (la seguridad de tener electricidad, de no perderse la telenovela de la noche, de tener el aguinaldo en la bolsa), a nuestro inconsciente nos llega conscientemente un miedo, el más aterrador: "perder el empleo". José Saramago lo llama el miedo metafísico de nuestros tiempos. Al paralelo, nuestros tiempos de globalización han generado un fenómeno por demás sintomático: la migración.

El reciente ascenso de Barack Obama a la oficina Oval levantó muchas esperanzas hacia los inmigrantes ilegales en Estados Unidos, que habían sido perseguidos puntualmente desde distintos cuarteles: los medios, la ley Sensenbrenner, la Operación Guardián, los artículos de "intelectuales" como Huntington, entre otros.

En España, las restricciones para los turistas son cada vez más asfixiantes. Después del 11-S, para Brasil ya es necesario tener visa. De la misma forma, la migración de los países africanos hacia Medio Oriente y hacia Europa crece cada día; así también de los países de la extinta Unión Soviética como de América Latina, el éxodo de la población rural sigue persiguiendo el sueño arcaico de la prosperidad en la ciudad, símbolo del centro de poder económico.

La economía neoliberal ha generado que el campo rural muera de inanición laboral, con pocas posibilidades de salir del rezago, tanto educativo como productivo.

El terror, pues, es que los migrantes consigan nuestro trabajo ya por menor salario, ya por desesperación. Y si el racismo no ha sido erradicado en su totalidad, este fervor chovinista-laboral suena como bomba de tiempo en los barrios pobres, en los suburbios, y de pronto explota en agresiones colectivas o particulares. Así pasó con la turbamulta en París, o en los ataques neofascistas en España e Inglaterra.

El miedo al otro que sigue vigente, cierne gargólicas garras en la "seguridad" económica de quienes se hallan en competencia con estos extranjeros ávidos de trabajo. Así como se culpó a los judíos, así se irán agregando a los "malos", los "culpables", los "infecciosos": migrantes, pobres, enfermos (de SIDA y homosexuales), desempleados.

En fin, todo aquel que no sea la repetición de un esquema en la publicidad y el mercadeo, todo aquel no es como yo. El otro.  

heberquijano@hotmail.com

Mantarraya

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Seamus Heaney y el retorno constante 

Por: Heber Quijano

Acercarse a la poesía a veces suele ser complicado. En muchas ocasiones por los desplantes grandilocuentes de los poetas que ansían convertir sus poemas en jeroglíficos casi ilegibles; en otras por la inutilidad que el probable lector cree, absurdamente, adjudica a la lectura "por placer" de la poesía misma. Sin embargo, erróneas ambas posturas, siempre hay algo que descubrir en cualquier lectura.

El ajetreo cotidiano y la superpoblación de información constante, reiterativa, contradictoria e infinita que nos llevan los medios hasta los ojos, hayan convertido a la reflexión en una actividad vacía, absurda, incluso perjudicial. Perder el tiempo en pensar, qué va, el mundo no espera. Es claro que no tenemos que descifrar el orden del universo. Pero pasarse la vida en el automatismo del conductor que ya sabe de memoria su ruta, es dejar que la arena de lo inefable se nos escurra entre las manos. Y por inefable me refiero a aquello que el hombre siempre ha buscado entender: los múltiples, minúsculos y endebles significados de la vida.

Seamus Heaney ha descifrado la rememoración de la infancia y la juventud como uno de ellos, el más importante en Viendo visiones (Conaculta, México), traducido por la siempre pujante Pura López Colomé, quien hace poco fuera galardonada con el Premio Xavier Villaurruita.

El poemario de Heaney hace del recuerdo infantil un viaje, el viaje que hiciera Dante con Virgilio por el Infierno. El poemario del irlandés, ganador del Nobel de Literatura en 1995, hace un recuento de los goces y descubrimientos infantiles y juveniles: el fútbol, los paseos por el paraje irlandés, la pesca, las juergas puberales recién descubierta la cerveza y la frescura de la mujer.

"Marcas" es un ejemplo de ello: "La cancha: cuatro chamarras de porterías,/ sin más. Las esquinas y las cuadraturas/ eran ahí longitud y latitud"; la cancha era, así, el mundo. El poeta grandilocuente que talla sus jeroglíficos con un léxico impronunciable habla de temas más "sublimes", "metafísicos". Al menos eso es lo que cree.

Hablar de cosas tan nimias es perder el tiempo. Por eso, a veces, la poesía se queda en el estante. Heaney, en cambio, encuentra esos temas metafísicos en lo habitual. Descifra lo "inefable" en lo elemental: "La primera vez que las cosas me atraparon deveras/ fue cuando aprendí el arte de pedalear (a mano) una bicicleta volteada patas arriba, y conduje/ su rueda trasera con rapidez sobrenatural./ Me fascinaba la desaparición de los rayos". La implicación simbólica de lo redondo (cíclico) con la transparencia daría para una sesuda disertación que tanto le gusta leer a los intelectuales.

Heaney pinta con soberbia exactitud ese momento de madurez al percibir al padre ya no como el héroe, sino falible: "Bendito sea el desapego del mudo amor/de aquel hombre bajo, de anchos hombros, que temió endeudarse toda su vida"; y "Mi padre es un niño descalzo con un mensaje,/ que corre a la altura del ojo entre hierba y paja,/ la tarde en que murió su padre". Heaney demuestra esa sensibilidad tan viril y melancólica, arrebatada a veces, que tanto se percibe en los escritores irlandeses. Acercarse a la poesía a veces quema, asombra, redime, y si no lo hace, en algo falla.

heberquijano@yahoo.com.mx

 

La Ventana Indiscreta

La Ventana Indiscreta

 

 

 

 

 

El Huésped

 

 Por: Eridania González Treviño

 

"Cuando un animal asesina a un humano, hay que matar al animal, como en un acto de humanidad…"

 

Dos años más tarde de su creación y estreno en Corea del Sur y Europa, El Huésped (Gwoemul, 2006) llega a México con proyección en pocas salas del país y, por ende, con muy poca audiencia. Sin embargo, para aquellos que gustan del cine Asiático y de la ficción fantástica de toque inteligente, este filme, dirigido por Joon-ho Bong, coescrito con Chul-hyun Baek, ofrece 120 minutos de emociones encontradas: miedo, risa, llanto y desesperación.

El cine coreano contemporáneo se ha caracterizado por sus excelentes producciones de tono y leguaje propios, ésta no es la excepción. A partir de un argumento aparentemente sencillo y en su totalidad fantástico, cuya premisa fue inventada en la década de los cincuenta –por Godzilla, para ser exactos–, y que con posterioridad fue reutilizada tanto que podría juzgarse como uno de los lugares comunes de las películas de monstruos, El Huésped desarrolla su temática basada en la creación accidental de un ser mutante terriblemente feo, producto de sustancias toxicas arrojadas al río Han de Seúl, algunos años atrás.

Sinopsis que de entrada parece aburrida y fácilmente descartable de la no muy extensa lista de películas de los exigentes y muy elitistas cinéfilos de la región. Engaño total, El Huésped alberga en su entramado un argumento del género de lo fantástico y de inverosimilitud agradable, que disfraza un discurso crítico en tono burlesco.

Sutiles exposiciones de la estupidez estadounidense y su eterna intromisión voluntaria en asuntos privados con intenciones de dominio mundial, así como su gran experiencia y buen resultado en el tema de la manipulación de las masas a partir del miedo, además de una ridiculización del propio Gobierno coreano, que de alguna manera responde como todos los Gobiernos del mundo sometidos por la ideología del cultivo del pánico, característica de nuestro vecino del Norte, que vista desde lejos y muy frívolamente, es verdaderamente ridícula.

De esta manera, el monstruo acuático de Corea del Sur, muy semejante a un axolote de dimensiones extraordinarias, es el pretexto perfecto para que Estados Unidos expanda el rumor de la existencia de un virus letal y de enaltecer –una vez más– a un soldado yanqui que luchó cuerpo a cuerpo con el húmedo y extraño ser, escenas que por supuesto no existen pero que nuestro personaje amigo el televisor se hace cargo de emitir. Aquí, un guiño más de la invasión estadounidense.

Más allá de la crítica social, EL Huésped se conforma de secuencias de acción de perfecta realización, protagonizadas por personajes atípicos. Antihéroes obligados a resolver el enredo de una trama, cuyas situaciones nacen de la casualidad o de las acciones erróneas de unos y otros. Personajes completos que lograrán la empatía del espectador por su cotidiana imbecilidad, por su mundana existencia o por su infantil naturaleza.

Pocos son los momentos de seriedad discursiva y cuando los hay, esa gravedad enunciativa se ve perturbada por una acción cómica que desemboca, casi en todas las escenas con la misma secuencia, en risa generalizada, aunque después un suceso dramático o sorpresivo nos ocasione un nudo en la garganta o el salto furtivo de nuestra butaca.

En el caso del miedo ocasionado por el enorme monstruo tiene efectos muy extraños, por lo menos en mí. No nos enfrentamos a una creación imaginada de la nada y conformada por elementos dispares que den como resultado un grotesco informe, al contrario, ver un ente tan similar al axolote pero de grandes proporciones hace que por lo menos una noche temamos incluso a los charcos de nuestro poblado.

Las razones del diablo

Las razones del diablo

 

Celebración

Por: Dionicio Munguía J.

 

El hecho de que Carlos Fuentes cumpla ochenta años no sería motivo de celebración si esta persona no fuera un personaje de la vida pública cultual de nuestro país. Y que también fuera un escritor de compromisos políticos bien definidos, aunque no siempre establecidos en los tiempos que le han tocado vivir. Pero ese compromiso político no ha tenido repercusiones semejantes al que hiciera Vargas Llosa con Perú y la aventura de la candidatura presidencial. Carlos Fuentes ha sabido mantenerse alejado de la política y se ha dedicado a rescatar los valores culturales de la patria que no lo vio nacer, pero que lo ha hecho forjarse en una identidad nacional, que con el paso del tiempo, se ha vuelto universal.

Si bien es cierto que los intentos por conseguir el Nobel se han quedado en eso, el reconocimiento mundial de su obra literaria es inmenso. Según una estadística publicada hace años, Carlos Fuentes, junto con Rulfo, Paz, Sabines, del lado mexicano, y García Márquez, Vargas Llosa, Borges, Cortazar y Benedetti, son de los escritores más reconocidos de América latina; su obra ha sido leído por varios millones de personas en el mundo, eso sin contar todos aquellos que han leído una novela, ensayo o cuento de Fuentes sin haber comprado jamás un libro del escritor, lo que equivaldría, más o menos, a unos cientos de millones de personas más.

El celebrar los ochenta años de Fuentes de la manera en que se realiza en estos momentos, o con los eventos que desde la semana pasada se llevaron a cabo en diferentes ciudades del país, principalmente en la capital de la república, es un breve homenaje a quien ha sabido representar la ideología mexicana, más allá de los supuestos antimexicanismos con que se le ha acusado desde hace muchos años. Fuentes es y será siempre una referencia obligada para el estudio de la idiosincrasia mexicana, para comprender lo que sucede de manera cotidiana en nuestro país y, sobre todo, para tener una parte de la historia narrada por uno de los importantes creadores de nuestro tiempo. Si bien la polémica siempre lo ha rodeado (lo mismo ocurrió con Paz), Carlos Fuentes se ha mantenido en el escaparate de la literatura mundial, aunque la Academia le niegue el mayor reconocimiento que él está esperando.

A sus ochenta años eso es lo único que le falta. Por otro lado, su obra tendrá que ser revisitada, estudiada más a fondo, no sólo con las buenas intenciones de la Presidencia, ese plan ambicioso que no podrá ser llevado a cabalidad, no por ganas, sino por la capacidad con que ciertos maestros (la mayoría desafortunadamente), insisten en alejar a los alumnos de la lectura. ¿De qué servirá editar de manera colosal la obra de Carlos Fuentes si quienes deberían ser los principales promotores de la lectura no leen?

El anuncio del presidente Calderón se suma a otros tantos anuncios hechos desde la administración de Fox. Su maravilloso plan de un país de lectores se quedó en eso, en plan. Su mega biblioteca sigue sin funcionar. Ahora Calderón promete una revisión a fondo de la obra de Fuentes en las escuelas, pero cuándo, sin la presencia de la eterna ya líder magisterial se podrá hacer una revisión a fondo de la estructura formal de estudios con que cuenta nuestro país. Es necesario que la lectura se fomente de manera activa entre los adolescentes, pero no con planes de escritorio, sino con estudios reales de campo. Hay que incentivar la lectura desde la raíz, en este acaso de la educación, desde el maestro que se para frente al grupo. Sólo así se podrá comprender una obra tan vasta como la de Carlos Fuentes.

Mantarraya

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 Enrique Jardiel Poncela, la mujer y la seducción

Por: Heber Quijano

 

 

 

Enrique Jardiel Poncela consigue lograr en sus aforismos la condensación de la sabiduría popular, con el mismo ingenio picaresco e incisivo, además de esclarecer la mente de "seductor" que caza y es cazado (y casado con juez y cura, y todos los sacramentos). Máximas mínimas y otros aforismos tiene joyas que se leen con tanta delicia, carcajada y asombro. Algunas penetran en la sien, aunque no desangra: "El que satisface sexualmente a una mujer es su dueño; el que no la satisface sexualmente, es su esclavo", "La mujer de cuarenta años ama con la precipitación del que toma el último tranvía". Otras despiertan la suspicacia: "Para que a una mujer le parezca interesante cualquier hombre, basta con que lleve una temporada durmiendo sola", "Una mujer desdeñada es el enemigo más implacable"

Podemos reprocharle cierto machismo. Sin embargo, la que esté libre de pecado, que esgrima el primer argumento o quiebre el primer espejo. Quien se divierte con sus aforismos hace menos sus verdades, que quien se los toma a pecho y como agresión. Por ejemplo: "Las mujeres, como las bombas, cuando menos lo esperáis, os explotan", "La mujer adora al hombre igual que el creyente adora a Dios: pidiéndole todos los días algo", "A la mujer debe pedírsele todo menos agradecimiento". Algunos supuran cinismo: "Lo que más puede aspirarse de una mujer que tenga los ojos negros, o azules, o verdes, es a que los ponga en blanco", "Es más caro vestir a una mujer que desnudarla", "Las mujeres no conciben que un amor se acabe más que cuando lo acaban ellas mismas".

Otras más son cómicas: "Las mujeres casadas tienen un defecto más que las solteras: el marido", "Las mujeres, al regañar con el amante, lloran; y al regañar al marido, dan gritos", "Es más fácil ser un buen amante que ser un buen marido, porque es más fácil decir cosas espirituales de vez en cuando que decirlas a todas horas"

Podemos reprocharle su idea mercenaria de la pareja: "El hombre exige menos de lo que da; la mujer da menos de lo que exige", "El hombre, si puede, compra a la mujer; la mujer, si puede, vende al hombre", "Toda mujer es un libro blanco hasta que se enamora de un hombre; entonces ese hombre la escribe y, una vez escrita, la leen otros". Pero sabe de lo que habla cuando escribe: "Las mujeres son tan terriblemente incongruentes que a veces, para seducirlas hasta da resultados el mostrarse sincero, noble y generoso"; "El seductor hábil trata a las mujeres decentes como si no lo fuesen, y a las que no son decentes como si lo fueran"; "Lo que más seduce a una mujer honesta es una deshonestidad dicha al oído"; "Con una mujer sensual se puede ir lejos sin salir de una habitación; con una mujer coqueta, aunque se vaya a todas partes, no se va a ningún lado"; "La sensual es mujer; la coqueta es espectáculo"

Como quiera que sea, Poncela brinda una cátedra de escritura, y nos deja ensimismados con alfileres tan finos que no se salen de la piel: "La mujer y el libro que han de influir en una vida llegan a las manos sin buscarlos". Los aforismos de Poncela son imprescindibles.

 

 

 

 

heberquijano@yahoo.com.mx

 

Escaramuza

 Viva la Robolución

 

 

 

Por: Polo Castellanos

Estamos a dos años de la conmemoración del Centenario de la Revolución más sanguinaria del sigloXX, la mexicana. Según los especialistas uno de cada diez mexicanos murió en esas guerra y cien años después los mexicanos vamos hacer "festejos" y el país completo ya esta echando la casa por la ventana para conmemorar como nos traicionamos, nos robamos y nos apuñalamos a nosotros mismos.

Vamos a conmemorar que el campo se muere; que cientos de miles de campesinos trabajan en tierras gringas; que en vez de sembrar las docenas de variedades de maíz que existen, sembramos maíz transgénico; que el reparto agrario nunca terminó y que por el contrario se despoja a los campesinos de sus tierras para construir complejos turísticos.

Conmemorar que la justicia no es ciega y usa lupa en beneficio de las cortes del poder.

Conmemorar que hay más de diez millones de analfabetas en el país; que la educación es una farsa y que estamos reprobados a nivel mundial; que el magisterio oficial busca "acuerdos" y "calidad" a través de una momia analfabeta funcional; que las políticas culturales en México son una basura y que nuestros impuestos sostienen un aparato burocrático que es una verdadera roca en el zapato de los artistas.

Conmemorar que somos rehenes de dos monopolios televisivos que nos manipulan a su antojo con la cantidad de idioteces que transmiten.

Conmemorar que retrocedimos lustros en la historia para que capitales privados vuelvan a explotar nuestros recursos naturales entre ellos el petróleo.

Conmemorar que la izquierda se apuñaló por la espalda a sí misma y hoy gobiernan los traidores (puro expriísta).

Conmemorar que Felipillo se robó la presidencia al igual que algunos de sus antecesores como el pelón de las orejas grandotas que arruinó sistemáticamente al país.

Conmemorar que seguimos siendo el tapete de los gringos y de cualquier individuo que no sea mexicano.

Conmemorar que el salario mínimo de los trabajadores es de los más mínimos del planeta tierra.

Conmemorar que el exterminio y la guerra de baja intensidad contra los pueblos y naciones indígenas continúa.

Conmemorar que mandos policíacos, militares y de seguridad nacional trabajan para el narcotráfico.

Conmemorar que en México la cacería y asesinato de periodistas es el deporte nacional; que el hostigamiento, la tortura, la persecución y la desaparición forzada de luchadores sociales nos hace un país de "primer mundo"; que la violencia en el país no tiene precedentes.

Conmemorar que cada quince días adornan a la policía capitalina gorritas fosforescentes (¡para que se vean!); que la policía estrena patrullas cada rato y nunca están cuando se les necesita; que ahora hay más agrupaciones policíacas destinadas a inteligencia, control de multitudes y operaciones especiales y han servido para reprimir movimientos sociales; que violando la Constitución Mexicana el ejército tiene retenes a todo lo largo y ancho del país, pretexto del combate al narcotráfico, y que casualmente circundan los estados de la república con mayor pobreza y descontento social: Chiapas, Guerrero, Oaxaca...

Conmemorar que los ideales del General Emiliano Zapata y el Ejército Libertador del Sur; de Francisco Villa y la División del Norte y todas las mujeres, niños y hombres que dieron su sangre para que las nuevas generaciones vivieran en una nación digna. Ideales de Tierra, Libertad, Justicia y Ley han servido de alimento para los gusanos que cien años después siguen en el poder. Así que, ¿que es lo que vamos a conmemorar?

Pese a todo, de vez en cuando hay cosas que "festejar", como que en el cielo tampoco quieren a los vendepatrias, por eso se caen solitos de arriba con todo y avioneta sobre Reforma y Periférico.

Nos vemos en el 2010.

 

La ventana indiscreta

La ventana indiscreta

Blade Runner

Por: Eridania González Treviño

"… en llamas los ángeles cayeron, grandes truenos resonaban en las costas, ardiendo con las llamas de Orc." (Roy Batty)

Precursora del subgénero cinematográfico denominado Cyberpunk –caracterizado éste por la exposición de los adelantos tecnológicos en su mayor capacidad, por la muestra de la sociedad en decadencia y la lucha por la sobrevivencia en un mundo donde impera el individualismo en escenarios alejados de los lugares comunes, así como la saturación de elementos materiales y humanos– nunca igualada y mucho menos superada, Blade Runner (1982), un clásico de culto del cine mundial, anunció hace algunos de meses la más reciente aparición de sus versiones, la séptima, que coincide casi en su totalidad con la adaptación aprobada por su director, Ridley Scott, de 1992.

Con excepción de Metrópolis (1927) –que en mi opinión es el filme que da origen, en el cine, a la ciencia ficción y a sus respectivos subgéneros– Blade Runner es la primera producción que se adelantó en el tiempo, rebasó las temáticas futuristas y superó incluso el actual siglo XXI.

Basada en la novela ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?, escrita por Philip K. Dick, Blade Runner se desarrolla en aquel submundo nocturno comandado por una corporación piramidal que apunta al cielo, ciudad iluminada por pequeñas luces artificiales de amarillez enfermiza y echada a andar por chimeneas fogosas que parecen dar vida al engranaje metálico subterráneo que, sólo imagino, debe sostener al universo inventado por el virtual hombre del futuro, que habita en una ciudad caótica, llena y ruidosa, donde imperan los artefactos que imitan la inteligencia humana, y los hombres reciben ofertas para habitar un mundo mejor lejos de esta tierra y muy cerca de espacio sideral, donde los modernos carruajes deben distribuirse en el espacio terrestre y aéreo, ahí, inmersa en la locura, se lleva a cabo la historia de los límites de la inteligencia del hombre. Con una temática que en la actualidad es, quizás, para todos ya muy conocida, Blade Runner pone en tela juicio un futuro poco alentador con resquicios de humanismo.

Recuerdos implantados, facciones de hermosura angelical, inteligencias consagradas y frivolidad engañosa, son los componentes del antagonista del hombre, creado por él mismo, y el motivo que desencadena la trama del filme. Androides, o replicantes como les nombran en el filme, construidos por y a imagen y semejanza del ser humano logran su perfección y se apropian de las emociones que satisfacen y también atormentan a su creador. Ellos, los replicantes, piden lo que muchos hombres quieren desde el primer atisbo de razón: la existencia si no permanente sí prolongada de la vida.

Ante la petición ambiciosa y con certeza negada, en las réplicas del hombre, en los androides se posa la disertación filosófica del tiempo. Éste, maldita invención inmaterial, mostrado como el elemento esclavizante del hombre y la fuente de todos sus temores, porque el tiempo se esfuma con inmediatez sorprendente, sin importar la cifra que lo conforme.

A causa de esta injusta sujeción temporal, y del martirio que produce vivir con miedo en la espera de la conclusión del tiempo, el personaje más completo, el de mayor significación, hace su aparición para enunciar verdades y enfrentar a su creador. Con frases de profundo sentido, con el dolor poético de un ente engañado, un replicante "Nexus 6" mata a su creador como el hombre mató a Dios.

La lucha perdida contra el tiempo, el más humano que los humanos bajo la lluvia disimula la derrota y se entrega límpido y frío, como pocos en el mundo, al final de su existencia, porque el término del tiempo y el final del camino invalidan lo vivido. Con un fondo de Vangelis y con tristeza literaria, Roy roba nuestras palabras: "he visto cosas que los humanos ni se imaginan, naves de ataque incendiándose cerca del hombro de Orión. He visto rayos de mar centellando cerca de la puerta de Tannhäuser… Todos esos momentos se perderán en el tiempo, como lágrimas en la lluvia, es hora de morir…"

Silencios Estereofónicos

Silencios Estereofónicos

El CCC y el CUEC presentan en DVD una colección de cortometrajes mexicanos

Por: Félix Morriña

Cuando uno lee el eslogan en la tapa de un DVD "Para muchos la vida es un corto… para otros un corto es la vida", se puede pensar que se trata de una válida exageración con un buen juego de palabras, pero no sólo es eso, porque para decenas de jóvenes promesas del cine mexicano lo más importante que pueda existir, es poder darse a conocer a través de sus primeros trabajos cinematográficos, que al mismo tiempo les permita competir en diversos concursos y certámenes, como también la oportunidad de graduarse.

Es así como el Centro de Capacitación Cinematográfica (CCC) y el Centro Universitario de Estudios Cinematográficos (CUEC), las dos escuelas más importantes de cine en México, se han dado a la tarea de dar a conocer los trabajos fílmicos en formato de cortometraje más importantes y destacados de México en el extranjero en DVD para que la población interesada vea el crecimiento de los futuros cineastas y técnicos del país, así como sus aportaciones al séptimo arte.

Más allá de los intereses, aportaciones y objetivos mercantiles de los involucrados, a todo cinéfilo le debe interesar el desarrollo del cortometraje en nuestro país, porque es la semilla de las futuras producciones cinematográficas a gran escala; como también el cortometraje ofrece, muchas de las veces, importantes y bien desarrolladas historias que muchos largometrajes.

Y una de las cosas importantes del cortometraje es que en pocos minutos (menos de media hora como marcan los cánones) se tiene la materia prima, la síntesis de una obra de arte. Incluso me atrevo a decir, que muchos de los cineastas que hacen cortometrajes se especializan más en esta área que al pasar al medio y largometraje no terminan por cuajar y dejan muchas lagunas en sus trabajos.

Por esta razón, el cortometraje está tomando una nueva dimensión y ojalá en las salas de proyección se le dé mayor apoyo y difusión para que la población tenga más elementos fílmicos, más películas que ver para que sepa que México tiene muy buen cine y apoye dichas producciones.

Como ejemplo de estas producciones recomiendo tres DVD’s con lo mejor del cortometraje mexicano: "La vida en corto. Un montón de cortas historias. Vol. 1", "Cortos del CUEC. Volumen 2" y "Colección de cortometrajes del CCC. Ficciones. VOl. 1". Los tres son ampliamente recomendables por este interlocutor y los puede conseguir fácilmente a precios accesibles en los centros comerciales de su preferencia.

"La vida en corto. Un montón de cortas historias. Vol. 1" contiene nueve historias de entre siete y 14 minutos de duración. La mayoría oscila entre los 10 minutos y las temáticas van de la desolación (‘La leche y el agua’ de Celso García), lo anecdótico (‘Pan comido’ de Will Peña), situaciones extremas (‘Amor de madre’ de Luis Urquiza), la desilusión amorosa (‘Yo también te quiero’ de Jack Zagha Kababie), la estafa y el engaño (‘Sirenas de fondo’ de Arcadi Palerm-Artis) y la importancia del tiempo para evitar percances (’10:15’ de Hugo Félix).

Pero sin duda, lo mejor de este producto cinematográfico es ‘El caracol’ de Alejandro Lugo, ‘El otro cuarto’ de Acán Coen y el cortometraje de animación ‘Berlitad’ de Pablo Ángeles, el cual nos muestra una sociedad robotizada e industrializada en busca de la libertad. ‘El caracol’ forma parte de una cadena de acontecimientos estadísticos narrados en voz en off que dejan ver que las acciones de los personajes siempre afectan a otros y a terceros, sin que muchas de las veces les importe.

En ‘El otro cuarto’, un hombre y una mujer sólo se conocen a través de la fotografía que cada uno tiene del otro estando en diferentes lugares y momentos, sin que nunca logren conectarse físicamente. El lenguaje cinematográfico empleado por Acán Coen nos permite pensar en que pronto nos dará una sorpresa cuando concrete su largometraje.

El segundo DVD "Cortos del CUEC" está integrado por cinco trabajos de una manufactura mucho más compleja y con mayor duración (excepto ‘Trailer’ de seis minutos del director Heriberto Buendía Saldívar) que los del anterior DVD, pero igual de consistentes y que buscan la proyección internacional a través de sus temáticas y lenguaje fílmico.

El más reconocido de los cortos de este producto es ‘La caja de Yamasaki’ (15:36 minutos) de José Manuel Cravioto, el cual narra la vivencia de Diego, un niño que busca afanosamente escapar del mundo de adultos en el que está atrapado por medio de la magia del señor Yamasaki en un centro comercial. Esta decisión cambiará por completo su vida. El DVD incluye aspectos de cómo se llevó a cabo el rodaje.

A muchos de los jóvenes cinéfilos les gustará el corto ‘Juego de manos’ de Alejandro Andrade, porque además de buena música electrónica, ácidos y demás excesos está la presencia de la VJ Liliana Flores, quien hace un papel muy aceptable en esta historia de un chico obsesionado con la presencia de Cristo y su manto celestial, al grado de pensar que él tiene la posibilidad de cambiar a los demás. Una buena pachequez.

‘Rojo eterno’ de Pablo Mendoza y ‘Punto de fuga’ de Rodrigo Villa Avendaño son dos trabajos mucho más profundos y más solemnes en el trato de los sentimientos de los personajes que ya han transitado por el desamor, la pérdida de un ser querido y la depresión por soledad. Los directores están mucho más interesados en desarrollar otro tipo de cine, mucho más serio, y van por muy buen camino.

El tercer DVD, "Colección de cortometrajes del CCC. Ficciones. Vol. 1", presenta cinco historias que van de lo chusco a lo decadente y situacionista, pero tratadas con mano firme, con gran estilo y nivel. ‘El otro José’ de Alejandro Guzmán Álvarez, es la clásica historia del alcohólico chofer de taxi que desea cambiar con el apoyo de una mujer, que, de paso está señalar, lo quiere pero le da picones, y sabe que nunca va a cambiar, así haya recibido señales místicas.

‘La cañada’ de Carlo Corea es la típica historia de dos nacos jóvenes narcos michoacanos que discuten si deben o no ayudar a un indígena a pasar la cañada con su hijo muerto antes de entregar la mercancía. Esa discusión termina por separarlos.

‘Godot’ de Arturo Sampson es un claro homenaje al western, es la añoranza por el cine de vaqueros con todo y su contexto musical, su temática de hombres rudos que tratan de cumplir con sus promesas, aunque en ello se les vaya la vida. Lo más importantes es que Sampson logra contextualizarla de las zonas rurales a la urbe, sin que pierda su espíritu western. La espera es el eje central del cortometraje de 14 minutos.

Por su parte, ‘Mi hermano’, de Jorge Michel Grau es un cortometraje netamente suburbano, donde todo lo que se haga dentro del barrio, queda dentro de él, desde el nacimiento hasta la muerte, pasando por todo tipo de aspectos citadinos naturales de una megaurbe como la Ciudad de México. Aquí la mentira es moneda de uso corriente, lo malo es que una de esas mentiras puede terminar con la vida de un ser tan querido como un hermano. Y como siempre, una mujer es el motivo del desastre, sin que ella misma lo sepa.

Y la ganadora de todos los cortometrajes de este DVD es ‘Dime lo que sientes’ de Iria Gómez, un trabajo por el cual ganó un Ariel en marzo de 2007, gracias a la temática abordada y en la que se rinde pleitesía a los escribanos de la famosa Plaza de Santo Domingo del DF, que han desaparecido poco a poco debido a la popularidad de la Internet.

A Micaela, el personaje, le basta una vieja máquina de escribir mecánica (la queridísima Olivetti), un letrero en el que expresa "Dime lo que sientes y yo lo escribo" a las afueras del Metro Balderas para contarnos las diversas historias, alegres y mayoritariamente tristes y depresivas de la gente que se le acerca. Como muchos saben, no todos pueden expresar sus sentimientos escribiendo y ella, Micaela, los interpreta literariamente.

Lo paradójico de la labor de Micaela es que ella está sumergida en esa misma situación y no ha podido decir lo que verdaderamente siente. Así que, querido lector, le recomiendo estos tres DVD’s para que este fin de semana los disfrute en la comodidad de su casa. Estoy a sus órdenes en el siguiente correo:

fmorrina@yahoo.com.mx